Martín Bortagaray: “Nunca quise ampararme en los fueros”

11 ABR 2019 - 21:39 | Actualizado

-¿Tuvo la intención de ampararse en los fueros?

-En ningún momento. Si no, no hubiera presentado la renuncia y hubiera esperado que el gobernador me saque.

Lo dijo el exministro de Familia, Martín Bortagaray, ante la pregunta de los fiscales Marcos Nápoli y Martín Bortagaray.

Ante los consejeros Luis Torrijos y Martina Erostegui, el exintendente de Dolavon recordó el 5 de setiembre de 2018, día de su detención en su despacho de Casa de Gobierno en Rawson. “Golpearon la puerta y eran los fiscales con la Policía. Me comunicaron que me iban a detener, me leyeron la orden y se llevaron papeles, una PC y mi teléfono”. Fue esposado a la Comisaría 3ª de Trelew. “Estaba muy nervioso y fueron horas muy largas y muy duras, sin comunicación con nadie. Pasé momentos muy incómodos. No tengo nada que ver con lo que me imputan y la Justicia lo dirá en algún momento”.

“Uno no se queja de que somos todos iguales ante la ley, pero los argumentos no eran suficientes para salir detenido. Necesito que me investiguen porque no tengo un patrimonio mayor al que tenía, es prácticamente lo mismo que hace 20 años: una chacrita de 3 hectáreas y no mucho más”.

Bortagaray le llevó su renuncia al secretario del gobernador Mariano Arcioni el mismo viernes de la declaración de Diego Lüters que lo involucró en el Caso Revelación, en tiempos que presidía el Instituto Provincial de la Vivienda. El fiscal Nápoli fue a tomar entrevistas ese día al IPV. “No me la aceptó y telefónicamente me dijo que me quedara tranquilo porque gozaba de toda su confianza”, contó el exministro. “Renuncié porque uno es hombre de política y debemos ser investigados, y porque vi que a los 10 minutos estaban en el IPV. Eso indicaba mi deseo de someterme a la justicia y que el Gobierno tuviera la tranquilidad de que uno no estaba aferrado a un fuero”.

Tuvo buen trato de policías y fiscales. Bortagaray presentó un hábeas corpus. “Estaba muy asustado y me sugirieron que no podía estar preso, pero luego desistí y se lo pedí a mi abogado (Jorge Rubiolo). Todo ciudadano debe someterse a la justicia. Nunca había estado en un proceso”.

“Dentro de un calabozo uno no sabe qué pensar, no es fácil –relató-. Estaba incomunicado, perdí la noción del tiempo y me guié por una ventanita muy chica que había. Ahí vi que se hacía de noche”. Bortagaray reflexionó: “Ojalá nunca pasen por esto porque fue un momento muy crítico para mí, nunca pensé que iba a estar en una circunstancia así”.

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11 ABR 2019 - 21:39

-¿Tuvo la intención de ampararse en los fueros?

-En ningún momento. Si no, no hubiera presentado la renuncia y hubiera esperado que el gobernador me saque.

Lo dijo el exministro de Familia, Martín Bortagaray, ante la pregunta de los fiscales Marcos Nápoli y Martín Bortagaray.

Ante los consejeros Luis Torrijos y Martina Erostegui, el exintendente de Dolavon recordó el 5 de setiembre de 2018, día de su detención en su despacho de Casa de Gobierno en Rawson. “Golpearon la puerta y eran los fiscales con la Policía. Me comunicaron que me iban a detener, me leyeron la orden y se llevaron papeles, una PC y mi teléfono”. Fue esposado a la Comisaría 3ª de Trelew. “Estaba muy nervioso y fueron horas muy largas y muy duras, sin comunicación con nadie. Pasé momentos muy incómodos. No tengo nada que ver con lo que me imputan y la Justicia lo dirá en algún momento”.

“Uno no se queja de que somos todos iguales ante la ley, pero los argumentos no eran suficientes para salir detenido. Necesito que me investiguen porque no tengo un patrimonio mayor al que tenía, es prácticamente lo mismo que hace 20 años: una chacrita de 3 hectáreas y no mucho más”.

Bortagaray le llevó su renuncia al secretario del gobernador Mariano Arcioni el mismo viernes de la declaración de Diego Lüters que lo involucró en el Caso Revelación, en tiempos que presidía el Instituto Provincial de la Vivienda. El fiscal Nápoli fue a tomar entrevistas ese día al IPV. “No me la aceptó y telefónicamente me dijo que me quedara tranquilo porque gozaba de toda su confianza”, contó el exministro. “Renuncié porque uno es hombre de política y debemos ser investigados, y porque vi que a los 10 minutos estaban en el IPV. Eso indicaba mi deseo de someterme a la justicia y que el Gobierno tuviera la tranquilidad de que uno no estaba aferrado a un fuero”.

Tuvo buen trato de policías y fiscales. Bortagaray presentó un hábeas corpus. “Estaba muy asustado y me sugirieron que no podía estar preso, pero luego desistí y se lo pedí a mi abogado (Jorge Rubiolo). Todo ciudadano debe someterse a la justicia. Nunca había estado en un proceso”.

“Dentro de un calabozo uno no sabe qué pensar, no es fácil –relató-. Estaba incomunicado, perdí la noción del tiempo y me guié por una ventanita muy chica que había. Ahí vi que se hacía de noche”. Bortagaray reflexionó: “Ojalá nunca pasen por esto porque fue un momento muy crítico para mí, nunca pensé que iba a estar en una circunstancia así”.


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