El pasado 13 de diciembre, Butina, de 30 años, confesó su culpabilidad de un delito de conspiración contra Estados Unidos y aceptó cooperar con la Justicia.
Según la Fiscalía, la presunta espía rusa tejió una red de influyentes contactos en Estados Unidos para beneficiar al Kremlin en una operación que inició en marzo de 2015 y que finalizó en julio de 2018, cuando fue arrestada.
Como parte del acuerdo alcanzado con la Fiscalía, Butina aportó información sobre su ex pareja, el asesor del partido Republicano Paul Erickson, quien por el momento no ha sido acusado formalmente en el marco de este caso, reportó la cadena CNN.
No obstante, el pasado mes de febrero, la Fiscalía del estado de Dakota del Sur presentó cargos contra Erickson por fraude electrónico y lavado de dinero.
Butina reconoció, además, haber establecido una relación con un estadounidense, para lo que se sirvió de la herramienta de traducción de Google, con el objetivo de presentarle una "propuesta de proyecto" de cara a las elecciones de 2016, informó la agencia de noticias EFE.
Estados Unidos acepta que los ciudadanos estadounidenses y extranjeros trabajen en favor de otro país, siempre y cuando estén debidamente registrados para hacerlo, algo que Butina nunca hizo.
La ciudadana rusa inició su misión en territorio ruso, pero en agosto de 2016 se mudó a Washington con un visado de estudiante, presuntamente solicitado como parte del plan de Rusia, momento en el que las autoridades estadounidenses comenzaron a investigarla.
Antes y después de entrar en territorio estadounidense, Butina tejió una red de contactos influyentes en la política de Estados Unidos que la llevaron hasta el más poderoso "lobby" de armas, la Asociación Nacional del Rifle (NRA), ante la que se presentara como una activista rusa en defensa del derecho a portar estos artilugios.
El pasado 13 de diciembre, Butina, de 30 años, confesó su culpabilidad de un delito de conspiración contra Estados Unidos y aceptó cooperar con la Justicia.
Según la Fiscalía, la presunta espía rusa tejió una red de influyentes contactos en Estados Unidos para beneficiar al Kremlin en una operación que inició en marzo de 2015 y que finalizó en julio de 2018, cuando fue arrestada.
Como parte del acuerdo alcanzado con la Fiscalía, Butina aportó información sobre su ex pareja, el asesor del partido Republicano Paul Erickson, quien por el momento no ha sido acusado formalmente en el marco de este caso, reportó la cadena CNN.
No obstante, el pasado mes de febrero, la Fiscalía del estado de Dakota del Sur presentó cargos contra Erickson por fraude electrónico y lavado de dinero.
Butina reconoció, además, haber establecido una relación con un estadounidense, para lo que se sirvió de la herramienta de traducción de Google, con el objetivo de presentarle una "propuesta de proyecto" de cara a las elecciones de 2016, informó la agencia de noticias EFE.
Estados Unidos acepta que los ciudadanos estadounidenses y extranjeros trabajen en favor de otro país, siempre y cuando estén debidamente registrados para hacerlo, algo que Butina nunca hizo.
La ciudadana rusa inició su misión en territorio ruso, pero en agosto de 2016 se mudó a Washington con un visado de estudiante, presuntamente solicitado como parte del plan de Rusia, momento en el que las autoridades estadounidenses comenzaron a investigarla.
Antes y después de entrar en territorio estadounidense, Butina tejió una red de contactos influyentes en la política de Estados Unidos que la llevaron hasta el más poderoso "lobby" de armas, la Asociación Nacional del Rifle (NRA), ante la que se presentara como una activista rusa en defensa del derecho a portar estos artilugios.