Pablo Abbatángelo: “El club es el lugar de pertenencia sin discriminación social, cultural, étnica ni etaria”

Se trata de un apellido ligado históricamente a Boca Juniors e integrante de un Foro destinado a la defensa de los clubes como asociaciones civiles sin fines de lucro ante el avance de las SAD.

El dirigente del Foro Social del Deporte expuso con motivo de la Diplomatora de Economía Social y Clubes.
01 MAY 2019 - 20:49 | Actualizado 23 SEP 2022 - 9:33

Estuvo en Rawson en el lanzamiento de la Diplomatura de Economía Social y Clubes entre la UNTREF y la UDC.

El club es el lugar de pertenencia sin discriminación social, cultural, dineraria, étnica ni etaria. Con esta contundente definición, Pablo Abbatángelo sintetizó su pensamiento y su labor en el Foro Social del Deporte, una entidad que integra y que postula un modelo asociativo y defiende las entidades civiles sin fines de lucro que son, precisamente, los clubes en Argentina.

Hoy, cuando hay un feroz avance de quienes postulan la presencia de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD); es decir, el ingreso del capital privadas a las instituciones sin importar cuál es su origen; hay posicionamientos que enfrentan esta intromisión bajo las supuestas ventajas de un mejor pasar económico, contrataciones y títulos, que presuntamente harán “grande” a un club fuera el origen que sea o la disciplina que practique. Precisamente, el riesgo que ello conlleva, la irrupción de las SAD, es que a aquellas actividades deportivas y recreativas que tienen “un costo” o generen déficit serán fácilmente eliminados, basado en la sencilla premisa de la ganancia económica y financiera. Caso contrario, así como vinieron, los capitales se van, dejando –en la mayoría de las veces- a un club devastado; tanto social como económica y financieramente.

Historia

Abbatángelo, nieto de Camilo Cichero (expresidente de Boca y constructor de La Bombonera a la que se le puso su nombre para luego ser cambiado por el de Alberto J. Armando por parte de Mauricio Macri) e hijo de Pablo Abbatángelo, vicepresidente de Boca en dos períodos (fue clave, por ejemplo, el pase de Maradona en 1981); llegó a la zona para participar del lanzamiento la Diplomatura en Economía Social y Clubes, un proyecto en conjunto entre la Universidad Tres de Febrero, su par de Chubut y el aporte de Chubut Deportes y destinado a dirigentes, entrenadores, docentes, funcionarios e integrantes de as entidades.

Una pasión innegociable

Abbatángelo, que también conduce una de las agrupaciones históricas del “Xeneize” como “La Bombonera, expresó que “La dirigencia deportiva en general pero en especial la de nuestros clubes con fútbol entendimos que trabajando mancomunadamente podíamos al menos detener este avance de apropiación de unos pocos de lo que le pertenece al conjunto de socios que fundaron, forjaron y desarrollaron por más de cien años instituciones consolidadas a nivel nacional e internacional. Esa herencia de historia, tradición y valores no estábamos ni estamos dispuestos a entregarlo a los espurios intereses del mercado que pretenden hacer fabulosos negocios con nuestra pasión”.

Sin fines de lucro

Hoy, en el Foro Social del Deporte se fueron sumando representantes de las más variadas expresiones de deporte argentino, para expresar un ideario a lo largo y a lo ancho del pais con congresos, charlas, eventos, universidades y trabajando para y por los clubes de barrio como asociaciones civiles sin fines de lucro y en mano de los socios.

En ese sentido, el dirigente deportivo y social sostuvo que “los clubes suelen ser reconocidos por sus logros, en especial por los deportivos, sobre todo a nivel profesional –en particular el fútbol que es el más popular de todos–, despertando convocatorias extraordinaria y reconocimientos nacionales e internacionales. No obstante ello - dijo- también representan una marca, una identidad, una representatividad, una pertenencia, que en la actualidad corre serio riesgo con la intenciòn -muy seria- del desembarco de capitales, muchos ellos de dudoso origen, que a cambio de un canto de sirenas, no titubearán en despedazar años de historia y de pertenencia, bajo el único objetivo que persiguen: el lucro”.

Paraelamente a esos clubes, reconocidos y populares, se encuentran instituciones sociales y deportivas, cuya importancia en las propias comunidades de donde se originaron no se las debe subestimar y que reptresentan un bastión medular en una trama trama asociativa que posee sus raíces en una tradición y fruto de la más virtuosa convergencia solidaria”. En el corazón de cada barrio, de cada pueblo, de cada ciudad anida un club conformado por el sueño de sus fundadores y el esfuerzo cotidiano”.

“Y hacia allí debemos apuntar: a fortalecer instituciones que posee como arma fundamental la fortaleza de su comunidad societaria o aquella que simparizan o hinchan por sus colores”, aseveró.

Abbatángelo precisó, además, que “los clubes en Argentina tienen una larga historia en nuestro país, varios de ellos centenarios o cerca de alcanzar su siglo de vida. Y esa historia no debe solslayarse y su permanencia, a veces con luces y otras con sombras, producto de otro tipo de vaivenes que ha tenido Argentina, se han mantenido en virtud de las tareas comunitarias de personas comrpometidas con esa comunidad y que resolvieron -en algún momento- unificar sus sus esfuerzos para obtener un espacio enen común, para encontrarse, sentirse identificados, para hacer sus actividades deportivas o para sentirse ser parte de un proyecto, de un ideario. De un lugar de pertenencia y referencia. Uno es como es, muchas veces, al sentirse parte de algo. Y eso es un club”, manifestó.

“En los clubes, el individualismo pasar a un plano inferior. La solidaridad, el trabajo en equipo, la vocaciòn y el bien general son metas que se persiguen, desde el principio de los tiempos conde comenzaron a dar foirma ese instinto gregario que nos caracteriza a los humanos. Y ¿Alguien cree que una Sociedad Anónima va a perseguir ese fin?. Jamás”, preguntó y respondiò al unísono el referente del Foro Social del Deporte.

“Esa red de contenciòn que son los clubes son claves para una sociedad que pretende llegar a lugares comunes o resolver cuestiones de fondo a nivel comunitario. Por supuesto, con la participaciòn de un Estado que lejos de ser sobreprotector, coayude a desandar un camino que en la actualidad está en riesgo; ya sea a través de la modificaciòn del Decreto 12/12 (que quita beneficios a un régimen diferencial tributario para los clubes) o el inexorable avance de capitales de orígenes inciertos con objetivos escasamente comunitarios”, señaló.

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El dirigente del Foro Social del Deporte expuso con motivo de la Diplomatora de Economía Social y Clubes.
01 MAY 2019 - 20:49

Estuvo en Rawson en el lanzamiento de la Diplomatura de Economía Social y Clubes entre la UNTREF y la UDC.

El club es el lugar de pertenencia sin discriminación social, cultural, dineraria, étnica ni etaria. Con esta contundente definición, Pablo Abbatángelo sintetizó su pensamiento y su labor en el Foro Social del Deporte, una entidad que integra y que postula un modelo asociativo y defiende las entidades civiles sin fines de lucro que son, precisamente, los clubes en Argentina.

Hoy, cuando hay un feroz avance de quienes postulan la presencia de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD); es decir, el ingreso del capital privadas a las instituciones sin importar cuál es su origen; hay posicionamientos que enfrentan esta intromisión bajo las supuestas ventajas de un mejor pasar económico, contrataciones y títulos, que presuntamente harán “grande” a un club fuera el origen que sea o la disciplina que practique. Precisamente, el riesgo que ello conlleva, la irrupción de las SAD, es que a aquellas actividades deportivas y recreativas que tienen “un costo” o generen déficit serán fácilmente eliminados, basado en la sencilla premisa de la ganancia económica y financiera. Caso contrario, así como vinieron, los capitales se van, dejando –en la mayoría de las veces- a un club devastado; tanto social como económica y financieramente.

Historia

Abbatángelo, nieto de Camilo Cichero (expresidente de Boca y constructor de La Bombonera a la que se le puso su nombre para luego ser cambiado por el de Alberto J. Armando por parte de Mauricio Macri) e hijo de Pablo Abbatángelo, vicepresidente de Boca en dos períodos (fue clave, por ejemplo, el pase de Maradona en 1981); llegó a la zona para participar del lanzamiento la Diplomatura en Economía Social y Clubes, un proyecto en conjunto entre la Universidad Tres de Febrero, su par de Chubut y el aporte de Chubut Deportes y destinado a dirigentes, entrenadores, docentes, funcionarios e integrantes de as entidades.

Una pasión innegociable

Abbatángelo, que también conduce una de las agrupaciones históricas del “Xeneize” como “La Bombonera, expresó que “La dirigencia deportiva en general pero en especial la de nuestros clubes con fútbol entendimos que trabajando mancomunadamente podíamos al menos detener este avance de apropiación de unos pocos de lo que le pertenece al conjunto de socios que fundaron, forjaron y desarrollaron por más de cien años instituciones consolidadas a nivel nacional e internacional. Esa herencia de historia, tradición y valores no estábamos ni estamos dispuestos a entregarlo a los espurios intereses del mercado que pretenden hacer fabulosos negocios con nuestra pasión”.

Sin fines de lucro

Hoy, en el Foro Social del Deporte se fueron sumando representantes de las más variadas expresiones de deporte argentino, para expresar un ideario a lo largo y a lo ancho del pais con congresos, charlas, eventos, universidades y trabajando para y por los clubes de barrio como asociaciones civiles sin fines de lucro y en mano de los socios.

En ese sentido, el dirigente deportivo y social sostuvo que “los clubes suelen ser reconocidos por sus logros, en especial por los deportivos, sobre todo a nivel profesional –en particular el fútbol que es el más popular de todos–, despertando convocatorias extraordinaria y reconocimientos nacionales e internacionales. No obstante ello - dijo- también representan una marca, una identidad, una representatividad, una pertenencia, que en la actualidad corre serio riesgo con la intenciòn -muy seria- del desembarco de capitales, muchos ellos de dudoso origen, que a cambio de un canto de sirenas, no titubearán en despedazar años de historia y de pertenencia, bajo el único objetivo que persiguen: el lucro”.

Paraelamente a esos clubes, reconocidos y populares, se encuentran instituciones sociales y deportivas, cuya importancia en las propias comunidades de donde se originaron no se las debe subestimar y que reptresentan un bastión medular en una trama trama asociativa que posee sus raíces en una tradición y fruto de la más virtuosa convergencia solidaria”. En el corazón de cada barrio, de cada pueblo, de cada ciudad anida un club conformado por el sueño de sus fundadores y el esfuerzo cotidiano”.

“Y hacia allí debemos apuntar: a fortalecer instituciones que posee como arma fundamental la fortaleza de su comunidad societaria o aquella que simparizan o hinchan por sus colores”, aseveró.

Abbatángelo precisó, además, que “los clubes en Argentina tienen una larga historia en nuestro país, varios de ellos centenarios o cerca de alcanzar su siglo de vida. Y esa historia no debe solslayarse y su permanencia, a veces con luces y otras con sombras, producto de otro tipo de vaivenes que ha tenido Argentina, se han mantenido en virtud de las tareas comunitarias de personas comrpometidas con esa comunidad y que resolvieron -en algún momento- unificar sus sus esfuerzos para obtener un espacio enen común, para encontrarse, sentirse identificados, para hacer sus actividades deportivas o para sentirse ser parte de un proyecto, de un ideario. De un lugar de pertenencia y referencia. Uno es como es, muchas veces, al sentirse parte de algo. Y eso es un club”, manifestó.

“En los clubes, el individualismo pasar a un plano inferior. La solidaridad, el trabajo en equipo, la vocaciòn y el bien general son metas que se persiguen, desde el principio de los tiempos conde comenzaron a dar foirma ese instinto gregario que nos caracteriza a los humanos. Y ¿Alguien cree que una Sociedad Anónima va a perseguir ese fin?. Jamás”, preguntó y respondiò al unísono el referente del Foro Social del Deporte.

“Esa red de contenciòn que son los clubes son claves para una sociedad que pretende llegar a lugares comunes o resolver cuestiones de fondo a nivel comunitario. Por supuesto, con la participaciòn de un Estado que lejos de ser sobreprotector, coayude a desandar un camino que en la actualidad está en riesgo; ya sea a través de la modificaciòn del Decreto 12/12 (que quita beneficios a un régimen diferencial tributario para los clubes) o el inexorable avance de capitales de orígenes inciertos con objetivos escasamente comunitarios”, señaló.