La industria de Brasil cayó más de 6% durante marzo
La facturación de la industria brasileña cayó 6,3% en marzo respecto de febrero, mes en que la producción había descendido 1,5%, lo que demuestra que la crisis económica aún no se supera, según un informe difundido hoy por la Confederación Nacional de la Industria (CNI).
De acuerdo con las estadísticas de la CNI, uno de los principales factores para esos resultados es que la demanda permanece estable, pero en niveles "muy bajos" que se mantienen así desde hace casi un año.
Desde la huelga de los camioneros, que en mayo del año pasado paralizó al país durante 11 días, el sector industrial aún "no ha tenido una secuencia de buenos resultados" y "sufre con la inestabilidad", explicó el informe divulgado por la patronal brasileña.
"Debido a la baja demanda, aumentó el nivel de mercadería almacenada, algo que tiene impacto directo en las finanzas de las industrias", sostuvo el economista Marcelo Acevedo, uno de los responsables de la elaboración del estudio.
"Todo esta situación ha debilitado las finanzas de las empresas, que en ese escenario postergan sus decisiones en relación al empleo, la producción y las posibles inversiones futuras", agregó.
La única salida para esa situación será que "aumente la demanda", algo "difícil en un escenario de alto desempleo como el que afecta a Brasil, donde cerca de 13,5 millones de trabajadores están desocupados", según la opinión del economista.
Para este año las perspectivas económicas no son promisorias y, de acuerdo con analistas de entidades financieras privadas consultados por el Banco Central la semana pasada, el crecimiento en 2019 será como máximo del 1,7%, frente al 2,53% que proyectaban en enero pasado, indicó la agencia EFE.
Los mismos analistas calculan que la economía brasileña pudiera expandirse con más fuerza en 2020 y crecer en torno del 2,5 %, pero eso dependería de la aprobación de una polémica reforma del sistema de jubilaciones propuesta por el Gobierno de Jair Bolsonaro.
De acuerdo con las estadísticas de la CNI, uno de los principales factores para esos resultados es que la demanda permanece estable, pero en niveles "muy bajos" que se mantienen así desde hace casi un año.
Desde la huelga de los camioneros, que en mayo del año pasado paralizó al país durante 11 días, el sector industrial aún "no ha tenido una secuencia de buenos resultados" y "sufre con la inestabilidad", explicó el informe divulgado por la patronal brasileña.
"Debido a la baja demanda, aumentó el nivel de mercadería almacenada, algo que tiene impacto directo en las finanzas de las industrias", sostuvo el economista Marcelo Acevedo, uno de los responsables de la elaboración del estudio.
"Todo esta situación ha debilitado las finanzas de las empresas, que en ese escenario postergan sus decisiones en relación al empleo, la producción y las posibles inversiones futuras", agregó.
La única salida para esa situación será que "aumente la demanda", algo "difícil en un escenario de alto desempleo como el que afecta a Brasil, donde cerca de 13,5 millones de trabajadores están desocupados", según la opinión del economista.
Para este año las perspectivas económicas no son promisorias y, de acuerdo con analistas de entidades financieras privadas consultados por el Banco Central la semana pasada, el crecimiento en 2019 será como máximo del 1,7%, frente al 2,53% que proyectaban en enero pasado, indicó la agencia EFE.
Los mismos analistas calculan que la economía brasileña pudiera expandirse con más fuerza en 2020 y crecer en torno del 2,5 %, pero eso dependería de la aprobación de una polémica reforma del sistema de jubilaciones propuesta por el Gobierno de Jair Bolsonaro.