Un frigorífico comodorense exporta carne de oveja con destino hacia los países asiáticos

Postal. Una firma que lleva tres generaciones y que apunta a la apertura de otros mercados para la carne.
26 MAY 2019 - 21:11 | Actualizado

Frigorífico Hermoso, empresa unipersonal que lleva su tercera generación, impulsa un proceso de exportación que apunta a nuevos mercados y a la posibilidad de procesar productos de manufactura. “La carne de oveja se importa porque no tiene consumo local. La gente en la región no consume este tipo de carne, no es apetecida y por es, buscamos el mercado y ahí estamos apuntando”, resumió Gabriel Hermoso.

“Puede ser una cuestión cultural, acá prevalece la carne de vaca. Hace muchos años sí se registraba un consumo debido a la presencia de muchos inmigrantes chilenos y en general, mucha gente de campo que sí comía esta carne”. Las ovejas se adquieren en campos de Chubut y Santa Cruz y trasladadas para el proceso a la ciudad. “Se traen en camiones jaulas; la faena, el acondicionamiento, corte y congelado y la consolidación de los containers se realiza acá”.

La temporada ovina dura entre noviembre y mayo y los países con mayor demanda de esta carne patagónica son Oman y Qatar. También se extiende a Túnez y Bahamas.

“El frigorífico lo inicio mi abuelo Antonio Luis hace 50 años; los siguió Carlos Alberto, mi padre y represento la tercera generación. Crecimos de a poco; con muchos años de trabajo y seguimos haciéndolo” resumió Hermoso. La empresa cuenta con una planta frigorífica en el barrio Industrial y tres carnicerías.

“El sector de la carne está mal. Tratamos de dedicarnos un poco más a la importación porque el mercado interno está muy decaído. Gracias que podemos exportar es que logramos mantener el nivel de actividad”.

En cuanto a la calidad de la carne patagónica, el empresario aclaró que la consideración no representa un hecho distintivo. “Quizás no tiene el potencial del que tanto se habla cuando se sale a otros países. El ganadero que cría en Australia se dice el mejor; lo mismo que el que cría en Inglaterra o Nueva Zelanda. Todo el mundo tira para su lado, pero hay que ver lo que se considera mejor con respecto a qué”.

“La carne que estamos exportando no es de calidad sino de manufactura. De buena calidad para el consumo interno tal como lo entendemos es el cordero o el novillo o vaquillona. El cordero no tiene tanta demanda. Lo que más se consume es carne de vaca”.

Los costos son mayores respecto al resto del país. “Nuestra zona no es vacuna quizás ahí con el novillo pesado están los mejores precios ya que en Patagonia la producción mayor pasa por los ovinos. En esta zona no hay otras opciones para ofrecer”. El ganado vacuno es limitado en su producción ya que la compra de alimento balanceado y los fletes encarecen el producto. “En cuanto al ovino se podrían eliminar las retenciones a la exportación, una medida en contra de la producción y que a la larga, repercute en el productor primario”.

Hermoso agregó que a las dificultades del mercado se suma la falta de agua como un factor que impacta en el trabajo. “Tenemos que asegurarnos el abastecimiento porque durante días tuvimos que parar la faena y la producción por la falta de agua. El agua es todo, ya que se limpia la playa de faena, a los animales, se esterilizan los cuchillos y se procesa el amoníaco para los equipos de frío”.

Lamentó que en diciembre y enero, los meses en los que se incrementa la producción, los cortes de agua obligaron a paralizar los trabajos. “Estuvimos parados una semana. En el invierno no hay problemas porque la producción baja. Usamos 40 mil litros en un día de producción tenemos reservas y sistemas para guardar pero nos alcanza para tres días”.

“Tenemos 90 empleados con mucha antigüedad. A diferencia del resto de las industrias extractivas que impactan en la economía regional, la nuestra se renueva constantemente; se renueva el recurso constantemente”, graficó.

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Postal. Una firma que lleva tres generaciones y que apunta a la apertura de otros mercados para la carne.
26 MAY 2019 - 21:11

Frigorífico Hermoso, empresa unipersonal que lleva su tercera generación, impulsa un proceso de exportación que apunta a nuevos mercados y a la posibilidad de procesar productos de manufactura. “La carne de oveja se importa porque no tiene consumo local. La gente en la región no consume este tipo de carne, no es apetecida y por es, buscamos el mercado y ahí estamos apuntando”, resumió Gabriel Hermoso.

“Puede ser una cuestión cultural, acá prevalece la carne de vaca. Hace muchos años sí se registraba un consumo debido a la presencia de muchos inmigrantes chilenos y en general, mucha gente de campo que sí comía esta carne”. Las ovejas se adquieren en campos de Chubut y Santa Cruz y trasladadas para el proceso a la ciudad. “Se traen en camiones jaulas; la faena, el acondicionamiento, corte y congelado y la consolidación de los containers se realiza acá”.

La temporada ovina dura entre noviembre y mayo y los países con mayor demanda de esta carne patagónica son Oman y Qatar. También se extiende a Túnez y Bahamas.

“El frigorífico lo inicio mi abuelo Antonio Luis hace 50 años; los siguió Carlos Alberto, mi padre y represento la tercera generación. Crecimos de a poco; con muchos años de trabajo y seguimos haciéndolo” resumió Hermoso. La empresa cuenta con una planta frigorífica en el barrio Industrial y tres carnicerías.

“El sector de la carne está mal. Tratamos de dedicarnos un poco más a la importación porque el mercado interno está muy decaído. Gracias que podemos exportar es que logramos mantener el nivel de actividad”.

En cuanto a la calidad de la carne patagónica, el empresario aclaró que la consideración no representa un hecho distintivo. “Quizás no tiene el potencial del que tanto se habla cuando se sale a otros países. El ganadero que cría en Australia se dice el mejor; lo mismo que el que cría en Inglaterra o Nueva Zelanda. Todo el mundo tira para su lado, pero hay que ver lo que se considera mejor con respecto a qué”.

“La carne que estamos exportando no es de calidad sino de manufactura. De buena calidad para el consumo interno tal como lo entendemos es el cordero o el novillo o vaquillona. El cordero no tiene tanta demanda. Lo que más se consume es carne de vaca”.

Los costos son mayores respecto al resto del país. “Nuestra zona no es vacuna quizás ahí con el novillo pesado están los mejores precios ya que en Patagonia la producción mayor pasa por los ovinos. En esta zona no hay otras opciones para ofrecer”. El ganado vacuno es limitado en su producción ya que la compra de alimento balanceado y los fletes encarecen el producto. “En cuanto al ovino se podrían eliminar las retenciones a la exportación, una medida en contra de la producción y que a la larga, repercute en el productor primario”.

Hermoso agregó que a las dificultades del mercado se suma la falta de agua como un factor que impacta en el trabajo. “Tenemos que asegurarnos el abastecimiento porque durante días tuvimos que parar la faena y la producción por la falta de agua. El agua es todo, ya que se limpia la playa de faena, a los animales, se esterilizan los cuchillos y se procesa el amoníaco para los equipos de frío”.

Lamentó que en diciembre y enero, los meses en los que se incrementa la producción, los cortes de agua obligaron a paralizar los trabajos. “Estuvimos parados una semana. En el invierno no hay problemas porque la producción baja. Usamos 40 mil litros en un día de producción tenemos reservas y sistemas para guardar pero nos alcanza para tres días”.

“Tenemos 90 empleados con mucha antigüedad. A diferencia del resto de las industrias extractivas que impactan en la economía regional, la nuestra se renueva constantemente; se renueva el recurso constantemente”, graficó.