El martes es el veredicto por el asesinato del almacén
Para las 10 de ese día propusieron dar lectura de culpabilidad o inocencia. El episodio sucedió en abril de 2018, en un local comercial. Kevin Martínez podría ir 8 años a prisión.
El martes definirán si el acusado de asesinar a Abelardo Liempis, es culpable. El lunes se llevó a cabo la audiencia de alegatos en el juicio por el homicidio sucedido el 8 de abril de 2018 en el barrio Abel Amaya.
La fiscal consideró probado a lo largo del debate tanto la materialidad como la autoría del ilícito en cabeza del imputado Kevin Martínez. Pidió se lo condene por homicidio. En contraposición la defensa postuló la legítima defensa putativa por lo que requirió su absolución.
El tribunal de debate fue integrado por Martín Cosmaro, Mónica García y presidido por Mariel Suárez, jueces penales; en representación del Ministerio Público Fiscal asistió Cecilia Codina, fiscal general; en tanto que la defensa de Martínez fue ejercida por Carolina Cruz y Elizabeth Yapura, abogadas particulares del mismo.
Alegatos
En su alegato final la fiscal consideró probados los hechos desatados “cuando la víctima junto a su pareja se apersonan en el mercado Daniela, ubicado en la calle Código 475, al 220, del barrio Abel Amaya, propiedad de Martínez. Son atendidos a través de una reja por un amigo de éste, la víctima adquiere un paquete de hamburguesas y lo abona. Liempis comienza a agredirse a gritos con todas las personas que estaban dentro del local comercial y amenaza a la dueña de la propiedad. Luego sale el dueño de la propiedad, de apellido Torrico Quinteros, con un hierro de grandes dimensiones y forcejea con Liempis, que tenía en sus manos una piedra envuelta en un buzo”.
“En ese momento aparece Martínez portando un cuchillo de grandes dimensiones, y apuñala a Liempis en la zona lateral del cuello, del lado derecho, con un corte levemente de atrás hacia adelante y de arriba hacia abajo”, insistió en el relato.
Codina se refirió a los diversos testimonios escuchados en el debate y a la filmación de una cámara de seguridad en el exterior del local comercial, que registró el momento preciso del homicidio.
Intento
Luego de lo ocurrido el imputado le hace con la mano a la Policía que él no tenía nada que ver y que lo habían querido robar. Se probó en el debate la intencionalidad de Martínez de dar muerte a Abelardo Liempis, se probó el dolo directo.
Según el parte de prensa de Fiscalía, “no hay causales de inimputabilidad ni figura atenuada. No hubo ningún hecho que tuviera que defenderse, ni tampoco la legítima defensa de un tercero, ya que no se dan las causales de justificación”, aseguró la fiscal. No hubo emoción violenta por parte del imputado, sino que fue una acción consciente de lo que estaba haciendo. Vivimos en una sociedad reglada por normas y nada justifica que una persona pueda quitarle la vida a otra haciendo justicia por mano propia, concluyó la fiscal.
La defensa sostuvo que Liempis hacía ademanes como que portaba un arma. En todo momento hacía el ademán que iba a sacar el arma del bolsillo, sostuvo. Torrico se le acerca a Liempis con un hierro en la mano y se trenza con él. Es una situación amenazante y una agresión ilegítima, aseguró la defensora. Es evidente la agresión y las amenazas que hacía Liempis de afuera hacia adentro. “Salí que acá afuera nos vamos a arreglar” le decía Liempis a Martínez.
El martes definirán si el acusado de asesinar a Abelardo Liempis, es culpable. El lunes se llevó a cabo la audiencia de alegatos en el juicio por el homicidio sucedido el 8 de abril de 2018 en el barrio Abel Amaya.
La fiscal consideró probado a lo largo del debate tanto la materialidad como la autoría del ilícito en cabeza del imputado Kevin Martínez. Pidió se lo condene por homicidio. En contraposición la defensa postuló la legítima defensa putativa por lo que requirió su absolución.
El tribunal de debate fue integrado por Martín Cosmaro, Mónica García y presidido por Mariel Suárez, jueces penales; en representación del Ministerio Público Fiscal asistió Cecilia Codina, fiscal general; en tanto que la defensa de Martínez fue ejercida por Carolina Cruz y Elizabeth Yapura, abogadas particulares del mismo.
Alegatos
En su alegato final la fiscal consideró probados los hechos desatados “cuando la víctima junto a su pareja se apersonan en el mercado Daniela, ubicado en la calle Código 475, al 220, del barrio Abel Amaya, propiedad de Martínez. Son atendidos a través de una reja por un amigo de éste, la víctima adquiere un paquete de hamburguesas y lo abona. Liempis comienza a agredirse a gritos con todas las personas que estaban dentro del local comercial y amenaza a la dueña de la propiedad. Luego sale el dueño de la propiedad, de apellido Torrico Quinteros, con un hierro de grandes dimensiones y forcejea con Liempis, que tenía en sus manos una piedra envuelta en un buzo”.
“En ese momento aparece Martínez portando un cuchillo de grandes dimensiones, y apuñala a Liempis en la zona lateral del cuello, del lado derecho, con un corte levemente de atrás hacia adelante y de arriba hacia abajo”, insistió en el relato.
Codina se refirió a los diversos testimonios escuchados en el debate y a la filmación de una cámara de seguridad en el exterior del local comercial, que registró el momento preciso del homicidio.
Intento
Luego de lo ocurrido el imputado le hace con la mano a la Policía que él no tenía nada que ver y que lo habían querido robar. Se probó en el debate la intencionalidad de Martínez de dar muerte a Abelardo Liempis, se probó el dolo directo.
Según el parte de prensa de Fiscalía, “no hay causales de inimputabilidad ni figura atenuada. No hubo ningún hecho que tuviera que defenderse, ni tampoco la legítima defensa de un tercero, ya que no se dan las causales de justificación”, aseguró la fiscal. No hubo emoción violenta por parte del imputado, sino que fue una acción consciente de lo que estaba haciendo. Vivimos en una sociedad reglada por normas y nada justifica que una persona pueda quitarle la vida a otra haciendo justicia por mano propia, concluyó la fiscal.
La defensa sostuvo que Liempis hacía ademanes como que portaba un arma. En todo momento hacía el ademán que iba a sacar el arma del bolsillo, sostuvo. Torrico se le acerca a Liempis con un hierro en la mano y se trenza con él. Es una situación amenazante y una agresión ilegítima, aseguró la defensora. Es evidente la agresión y las amenazas que hacía Liempis de afuera hacia adentro. “Salí que acá afuera nos vamos a arreglar” le decía Liempis a Martínez.