Argentina quedó eliminada del Mundial femenino

La selección albiceleste resultó eliminada del Mundial que se disputa en Francia, al quedar sin chances de ingresar a la fase final como uno de los mejores terceros debido a la victoria de Camerún sobre Nueva Zelanda por 2 a 1 en la última fecha del Grupo E.

Argentina cumplió un gran papel en Francia, el mejor de los tres mundiales que disputó.
20 JUN 2019 - 15:12 | Actualizado

El seleccionado nacional, que jugó un Mundial después de 12 años, concretó de todas formas su mejor performance histórica al sumar dos puntos por sus empates contra Japón 0-0 y Escocia 3-3 en el grupo. Además, perdió 1-0 frente a Inglaterra, otra de las potencias que le tocó en su zona.Las albicelestes necesitaban un empate en este partido entre camerunesas y neozelandesas para soñar con pasar a octavos como uno de los cuatro mejores terceros de los seis grupos, pero un gol en el descuento de Ajara Nchout (95') acabó con sus ilusiones.

Ajara Nchout, que lograría un doblete, siendo la heroína de su equipo, adelantó a Camerún en el minuto 57, pero Nueva Zelanda logró el empate con un tanto en propia puerta de Aurelie Awona (80'), antes del triunfo africano en el último suspiro.

Un empate habría mantenido vivas las esperanzas argentinas, que con dos puntos había terminado en tercera posición del Grupo D, pero Camerún con su sufrida victoria terminó con tres unidades.

Las dirigidas por Carlos Borrello, quien también fue el entrenador del seleccionado en los otros dos Mundiales avalados por la FIFA que jugó Argentina en 2003 y 2007 (en ambos perdieron todos los partidos de la fase de grupos), hicieron un sacrificio grande para clasificarse a Francia 2019 y terminaron con la cabeza en alto, a pesar de no poder cumplir el sueño de entrar en los octavos de final como terceros.

En un fútbol local que recién está en vías de profesionalización y con apenas nueve jugadoras de 23 que militan en el exterior (ocho en España y una en Francia), la actuación de un equipo con solo un par de años de trabajo resultó elogiosa. Por caso, Borrello volvió a asumir en el cargo en julio de 2017, después de dos años de acefalía en los que el seleccionado femenino no compitió.

En el debut, contra las japonesas campeonas 2011 y subcampeonas 2015, aguantaron la igualdad sin goles en una demostración de coraje en el Parque de los Príncipes de París. El segundo encuentro, frente a Inglaterra (número 3 del ranking mundial y con 23 profesionales en su plantel), las argentinas -en el puesto 37- perdieron por un gol, con un gran rendimiento de la arquera Vanina Correa, que atajó un penal y contuvo varios intentos de las inglesas.

El último partido de la zona frente a Escocia, que si bien nunca había jugado un Mundial pasó la complicada eliminación europea, fue una levantada vertiginosa de un 0-3 a falta de 21 minutos para el final, con goles de Milagros Menéndez y Florencia Bonsegundo (dos, uno de penal).

El balance fue positivo. Hace menos de dos años, en septiembre de 2017, las jugadoras anunciaron un paro hasta que se solucionaran "los problemas estructurales". Cansadas del destrato de la AFA, sus pedidos básicos eran el pago de viáticos, condiciones de entrenamiento en una cancha de césped natural y descanso en un hotel cuando viajaban (en un amistoso contra Uruguay, en Montevideo, habían dormido en el micro hasta la hora del partido).

En la Copa América 2018, donde salieron terceras, se sacaron una foto haciendo el gesto del Topo Gigio, pidiendo "ser escuchadas". Un ejemplo del ninguneo: la presentación de las camisetas de los seleccionados (en la previa al Mundial masculino de Rusia 2018) había estado a cargo de Lionel Messi y de una modelo, en lugar de una jugadora.

Con la clasificación al Mundial de Francia, en el repechaje ante Panamá (a estadio lleno en cancha de Arsenal en la ida) y televisada la revancha de visitante, "las pibas" consiguieron más visibilización.

Como parte del movimiento feminista en la Argentina que está en constante crecimiento en la lucha por más derechos, con la promesa de profesionalización de la Primera División femenina en el medio, la Selección logró respeto y un acompañamiento de la Asociación del Fútbol Argentino que nunca antes tuvo. Por eso, el fútbol femenino argentino tiene en claro que Francia 2019 no fue una meta sino el puntapié inicial, a pesar de que el equipo tenga que volverse en la primera ronda.

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Argentina cumplió un gran papel en Francia, el mejor de los tres mundiales que disputó.
20 JUN 2019 - 15:12

El seleccionado nacional, que jugó un Mundial después de 12 años, concretó de todas formas su mejor performance histórica al sumar dos puntos por sus empates contra Japón 0-0 y Escocia 3-3 en el grupo. Además, perdió 1-0 frente a Inglaterra, otra de las potencias que le tocó en su zona.Las albicelestes necesitaban un empate en este partido entre camerunesas y neozelandesas para soñar con pasar a octavos como uno de los cuatro mejores terceros de los seis grupos, pero un gol en el descuento de Ajara Nchout (95') acabó con sus ilusiones.

Ajara Nchout, que lograría un doblete, siendo la heroína de su equipo, adelantó a Camerún en el minuto 57, pero Nueva Zelanda logró el empate con un tanto en propia puerta de Aurelie Awona (80'), antes del triunfo africano en el último suspiro.

Un empate habría mantenido vivas las esperanzas argentinas, que con dos puntos había terminado en tercera posición del Grupo D, pero Camerún con su sufrida victoria terminó con tres unidades.

Las dirigidas por Carlos Borrello, quien también fue el entrenador del seleccionado en los otros dos Mundiales avalados por la FIFA que jugó Argentina en 2003 y 2007 (en ambos perdieron todos los partidos de la fase de grupos), hicieron un sacrificio grande para clasificarse a Francia 2019 y terminaron con la cabeza en alto, a pesar de no poder cumplir el sueño de entrar en los octavos de final como terceros.

En un fútbol local que recién está en vías de profesionalización y con apenas nueve jugadoras de 23 que militan en el exterior (ocho en España y una en Francia), la actuación de un equipo con solo un par de años de trabajo resultó elogiosa. Por caso, Borrello volvió a asumir en el cargo en julio de 2017, después de dos años de acefalía en los que el seleccionado femenino no compitió.

En el debut, contra las japonesas campeonas 2011 y subcampeonas 2015, aguantaron la igualdad sin goles en una demostración de coraje en el Parque de los Príncipes de París. El segundo encuentro, frente a Inglaterra (número 3 del ranking mundial y con 23 profesionales en su plantel), las argentinas -en el puesto 37- perdieron por un gol, con un gran rendimiento de la arquera Vanina Correa, que atajó un penal y contuvo varios intentos de las inglesas.

El último partido de la zona frente a Escocia, que si bien nunca había jugado un Mundial pasó la complicada eliminación europea, fue una levantada vertiginosa de un 0-3 a falta de 21 minutos para el final, con goles de Milagros Menéndez y Florencia Bonsegundo (dos, uno de penal).

El balance fue positivo. Hace menos de dos años, en septiembre de 2017, las jugadoras anunciaron un paro hasta que se solucionaran "los problemas estructurales". Cansadas del destrato de la AFA, sus pedidos básicos eran el pago de viáticos, condiciones de entrenamiento en una cancha de césped natural y descanso en un hotel cuando viajaban (en un amistoso contra Uruguay, en Montevideo, habían dormido en el micro hasta la hora del partido).

En la Copa América 2018, donde salieron terceras, se sacaron una foto haciendo el gesto del Topo Gigio, pidiendo "ser escuchadas". Un ejemplo del ninguneo: la presentación de las camisetas de los seleccionados (en la previa al Mundial masculino de Rusia 2018) había estado a cargo de Lionel Messi y de una modelo, en lugar de una jugadora.

Con la clasificación al Mundial de Francia, en el repechaje ante Panamá (a estadio lleno en cancha de Arsenal en la ida) y televisada la revancha de visitante, "las pibas" consiguieron más visibilización.

Como parte del movimiento feminista en la Argentina que está en constante crecimiento en la lucha por más derechos, con la promesa de profesionalización de la Primera División femenina en el medio, la Selección logró respeto y un acompañamiento de la Asociación del Fútbol Argentino que nunca antes tuvo. Por eso, el fútbol femenino argentino tiene en claro que Francia 2019 no fue una meta sino el puntapié inicial, a pesar de que el equipo tenga que volverse en la primera ronda.


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