Wiñoy tripantu, la vida que renace con el año nuevo y el solsticio de invierno

23 JUN 2019 - 19:43 | Actualizado

Al levantarse esta mañana, el lonco de la comunidad “Tequel Mapu” de El Bolsón, Alejandro Huenchupan, rezará bajo un maitén (“árbol de la sabiduría”) para conmemorar su “wiñoy tripantu” (año nuevo) y recibir el solsticio de invierno porque “se renueva la energía y es el despertar de la tierra y naturaleza, de las estrellas, de los espíritus protectores y dadores de vida”.

Valoró que “es una fecha celebrada por todos los pueblos originarios, con ceremonias que incluyen una vigilia durante toda la noche previa alrededor de una gran fogata, con música y comidas especiales. Se habla entre los integrantes de cada comunidad y al amanecer hay un ruego para pedir por buenas cosechas, abundante pasto y buen clima”.

“Los ancianos hacen sus oraciones para que los niños crezcan fuertes y con buenos pensamientos, sin que tomen caminos torcidos”, graficó. “También hay un baño de purificación, con un sahumerio con ruda macho y ajenjo, para alejar los malos espíritus de los hermanos que andan con malos pensamientos y reforzar sus fuerzas positivas”, agregó.

No obstante, lamentó que en la región “las comunidades estamos dispersas y desintegradas, por diversas razones e ideologías políticas. Los tiempos han cambiado y no nos encuentran unidos para fortalecernos”. Con todo, asegura que los mapuches “no necesitamos un templo ni estar rodeados de un montón de gente para conectarnos con Futa Chao, quien es nuestro único Dios, creador del universo y de todo lo que nos rodea”, y a quien se dedican las principales rogativas anuales, como el “camaruco” o “nguillatún”.

En esta oportunidad, la fecha fijada por la naturaleza es el 24 de junio, cuando ocurre la noche más larga del año y es el momento de un cambio total en la madre tierra. Un “rito anual de renovación del equilibrio de la naturaleza” de profundo significado porque se eleva la savia de los árboles y los seres vivientes regulan su pulso con el ritmo lunar. “Venimos de culturas milenarias, alejadas del mundo winka que en el hemisferio sur debiera reconocer que el año comienza a mediados de junio”, reclamó Huenchupán.

En realidad, es un día sagrado para los mapuches y en los ámbitos rurales comienza también la preparación del suelo y las siembras para las cosechas, provoca los brotes de vegetales y la reproducción de los animales. En general, las comunidades se disponen para recibirlo en la noche del 23 de junio, cuando las familias se reúnen llevando los alimentos que compartirán y la celebración se enmarca en reforzar la tradición y cultura del pueblo ancestral hacia un nuevo período de prosperidad, respeto y tranquilidad.

Cuando sale el sol, se dice “Akui we tripantu” (llegó el nuevo año) o “Wiñoy tripantu” (regresa la salida del sol), ya que con el amanecer del día 24 de junio se inicia otro ciclo de vida.

Rituales

“Así como la naturaleza se renueva, las personas también lo hacemos, pues somos parte de ella. Así se explica el baño en los mallines, lagunas, lagos, ríos y esteros durante esa noche o ese amanecer, que resulta ser un modo simbólico de afirmar esa renovación y también el compromiso a mantenernos apegados a la mapu”, resaltó el referente Erwin Quintupill, de la Araucanía chilena.

Insistió con que “no se trata de una fiesta en el sentido winka. No es una convivencia, aunque naturalmente se convive. El principio rector de todo esto es la reciprocidad. Es una ceremonia, no debemos olvidarlo; de lo contrario, podríamos tergiversar su significado”.

Ancestros

“¿Cómo nuestros abuelos sabían el momento?, por medio de una extensa observación del comportamiento de la naturaleza a lo largo de muchas generaciones. No es difícil – si se lo propone – observar el movimiento del sol en el horizonte. De ese modo, todos sabían -y podemos saber sin brújula – en que sitio exacto se halla el puel (este). Los solsticios están al final de ese recorrido, ya sea en dirección sur (wiji) o norte (pikum)”, detalló.

En la actualidad, remarcó que “presionados por el sistema socioeconómico lo hacemos cuando podemos. Por ejemplo, el fin de semana más cercano a la fecha, si no coincide. ¿Alguien ha pedido un permiso laboral para poder asistir a la ceremonia de wiñoy tripantu? Y si lo ha hecho, ¿cuál habrá sido la respuesta de la parte empleadora?”.#

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23 JUN 2019 - 19:43

Al levantarse esta mañana, el lonco de la comunidad “Tequel Mapu” de El Bolsón, Alejandro Huenchupan, rezará bajo un maitén (“árbol de la sabiduría”) para conmemorar su “wiñoy tripantu” (año nuevo) y recibir el solsticio de invierno porque “se renueva la energía y es el despertar de la tierra y naturaleza, de las estrellas, de los espíritus protectores y dadores de vida”.

Valoró que “es una fecha celebrada por todos los pueblos originarios, con ceremonias que incluyen una vigilia durante toda la noche previa alrededor de una gran fogata, con música y comidas especiales. Se habla entre los integrantes de cada comunidad y al amanecer hay un ruego para pedir por buenas cosechas, abundante pasto y buen clima”.

“Los ancianos hacen sus oraciones para que los niños crezcan fuertes y con buenos pensamientos, sin que tomen caminos torcidos”, graficó. “También hay un baño de purificación, con un sahumerio con ruda macho y ajenjo, para alejar los malos espíritus de los hermanos que andan con malos pensamientos y reforzar sus fuerzas positivas”, agregó.

No obstante, lamentó que en la región “las comunidades estamos dispersas y desintegradas, por diversas razones e ideologías políticas. Los tiempos han cambiado y no nos encuentran unidos para fortalecernos”. Con todo, asegura que los mapuches “no necesitamos un templo ni estar rodeados de un montón de gente para conectarnos con Futa Chao, quien es nuestro único Dios, creador del universo y de todo lo que nos rodea”, y a quien se dedican las principales rogativas anuales, como el “camaruco” o “nguillatún”.

En esta oportunidad, la fecha fijada por la naturaleza es el 24 de junio, cuando ocurre la noche más larga del año y es el momento de un cambio total en la madre tierra. Un “rito anual de renovación del equilibrio de la naturaleza” de profundo significado porque se eleva la savia de los árboles y los seres vivientes regulan su pulso con el ritmo lunar. “Venimos de culturas milenarias, alejadas del mundo winka que en el hemisferio sur debiera reconocer que el año comienza a mediados de junio”, reclamó Huenchupán.

En realidad, es un día sagrado para los mapuches y en los ámbitos rurales comienza también la preparación del suelo y las siembras para las cosechas, provoca los brotes de vegetales y la reproducción de los animales. En general, las comunidades se disponen para recibirlo en la noche del 23 de junio, cuando las familias se reúnen llevando los alimentos que compartirán y la celebración se enmarca en reforzar la tradición y cultura del pueblo ancestral hacia un nuevo período de prosperidad, respeto y tranquilidad.

Cuando sale el sol, se dice “Akui we tripantu” (llegó el nuevo año) o “Wiñoy tripantu” (regresa la salida del sol), ya que con el amanecer del día 24 de junio se inicia otro ciclo de vida.

Rituales

“Así como la naturaleza se renueva, las personas también lo hacemos, pues somos parte de ella. Así se explica el baño en los mallines, lagunas, lagos, ríos y esteros durante esa noche o ese amanecer, que resulta ser un modo simbólico de afirmar esa renovación y también el compromiso a mantenernos apegados a la mapu”, resaltó el referente Erwin Quintupill, de la Araucanía chilena.

Insistió con que “no se trata de una fiesta en el sentido winka. No es una convivencia, aunque naturalmente se convive. El principio rector de todo esto es la reciprocidad. Es una ceremonia, no debemos olvidarlo; de lo contrario, podríamos tergiversar su significado”.

Ancestros

“¿Cómo nuestros abuelos sabían el momento?, por medio de una extensa observación del comportamiento de la naturaleza a lo largo de muchas generaciones. No es difícil – si se lo propone – observar el movimiento del sol en el horizonte. De ese modo, todos sabían -y podemos saber sin brújula – en que sitio exacto se halla el puel (este). Los solsticios están al final de ese recorrido, ya sea en dirección sur (wiji) o norte (pikum)”, detalló.

En la actualidad, remarcó que “presionados por el sistema socioeconómico lo hacemos cuando podemos. Por ejemplo, el fin de semana más cercano a la fecha, si no coincide. ¿Alguien ha pedido un permiso laboral para poder asistir a la ceremonia de wiñoy tripantu? Y si lo ha hecho, ¿cuál habrá sido la respuesta de la parte empleadora?”.#


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