Alba Hughes: “Él está bien donde está, la montaña era su religión, su casa”

Ayer se cumplieron dos años de la desaparición del montañista chubutense Mariano Galván en la cordillera del Himalaya cuando intentaba hacer una nueva cumbre..

24 JUN 2019 - 19:58 | Actualizado

Jornada Play visitó a Alba Hughes para recordar la fecha en la que se recuerda al montañista oriundo de Trelew que se encontraba escalando el monte Nanga Parbat, junto al español Alberto Zerain y donde desaparecieron sin que se los pudiera encontrar ni rescatar, a pesar de dos misiones montadas para tal fin.

“Antes que nada quiero agradecer públicamente a todos los que han colaborado, desde Canadá a Tierra del Fuego y de Europa, para rescatar a Mariano. A los medios de comunicación, a todos, tanto conocidos como desconocidos, que aportaron dinero en efectivo para rescatarlo y que finamente no se pudo por inclemencias del tiempo”, dijo la mamá de Mariano Galván.

Los años sin Mariano

Sin dudas que no debió ser fácil para Alba estos dos años sin su hijo. Sin embargo, la mamá del montañista describe con gran fortaleza lo que han sido para ella estos 24 meses. “ Han sido años con altos y bajos. He aprendido mucho.

Yo creo que él hizo todo lo que quiso hacer y creo que el 24 debería ser un día de festejo porque él nació a la luz eterna que era donde él quería llegar.

Eso es lo que me parece a mí, a partir de unos escritos que me llegaron am í con sus pertenencias. Eso es lo que dice él en esos escritos. Pienso que el montañismo ya no lo practicaba como deporte sino lo quería era transmutar el ser humano que somos. Llegar a ser algo más. O vivir eternamente con los dioses. Él sostenía que había varios dioses allá en la montaña. Y que la bajar perdía la memoria y entonces era como que necesitaba llegar a la cumbre para encontrarse con ellos”.

Las pertenencias de Mariano le llegaron a su madre luego del desafortunado desenlace. “Yo recibí dos cajitas con lo que él había dejado en Pakistán y otras que había dejado en Buenos Aires. Cuando recibí las cajitas encontré paz. Porque yo no sabía para qué iba si ya había logrado llegar a lo más alto. En una de las últimas charlas con él recuerdo que me dijo - Uno tiene que llegar a ser la luz que uno tiene en su interior. Lo último que me falta es morir para saber cómo es -. Y en los escritos ratifica eso”, afirmó Alba Hughes.

Planeaba escribir un libro

Según contó la madre de Mariano Galván, el montañista ya tenía en mente escribir un libro con todas sus experiencias. “Él había hablado con la periodista Sol Navarro para ella le escribirá el libro. Yo lamento la falta computadora de Mariano. No sé en qué parte del mundo quedó y alguien la tiene. Se la necesitaría porque Mariano tenía ahí todos sus escritos”.

Siempre recordado

Mariano Galván fue muy reconocido en vida como persona y por sus logros deportivos. Por ello, cada 24 de junio los montañistas de todo el mundo lo recuerdan y le rinden homenaje. “En noviembre de 2017 en el cementerio del andinista de Mendoza, le hicieron un homenaje. Fue una ceremonia muy intima con la presencia de todos sus amigos. Yo cumplí mis 60 años allí. Un chico de Córdoba puso la piqueta en lugar de una cruz y las banderitas de Nepal. Y en el facebook, cada 24 de junio lo recuerdan publicando algo. El que lo conoció mucho o poco, siempre lo están recordando.

El Club Andino de Mendoza va hacer una caminata el Cordón del Plata y un refugio llevará el nombre de Mariano.

En Catamarca, en la base de una montaña que no recuerdo el nombre hay un aplaca con su nombre. Una chica que es periodista y montañista está organizando una travesía hasta un pueblito, en Salta, y van a llevar cosas que necesiten chicos de una escuela.

Lamentablemente no los puedo acompañar porque la altura no es para mí. Van a subir hasta más 3.500 metros de altura sobre el nivel del mar. Todo esto se ha hecho o se está organizando en nombre de Mariano”, contó Alba Hughes..

La madre del montañista cerró la charla con Jornada Play con profundas reflexiones sobre su hijo. “A Mariano lo recuerdo sonriente. Y lo siento vivo. Miro una foto y no lo puedo creer. Lo siento vivo. No es un problema para mí no tenerlo en cuerpo presente. Él está bien donde está. La montaña era su religión, su casa. Acá se sentía viejo, donde fuera a pasear para él era aburrido, era paseo de jubilado, decía”.#

24 JUN 2019 - 19:58

Jornada Play visitó a Alba Hughes para recordar la fecha en la que se recuerda al montañista oriundo de Trelew que se encontraba escalando el monte Nanga Parbat, junto al español Alberto Zerain y donde desaparecieron sin que se los pudiera encontrar ni rescatar, a pesar de dos misiones montadas para tal fin.

“Antes que nada quiero agradecer públicamente a todos los que han colaborado, desde Canadá a Tierra del Fuego y de Europa, para rescatar a Mariano. A los medios de comunicación, a todos, tanto conocidos como desconocidos, que aportaron dinero en efectivo para rescatarlo y que finamente no se pudo por inclemencias del tiempo”, dijo la mamá de Mariano Galván.

Los años sin Mariano

Sin dudas que no debió ser fácil para Alba estos dos años sin su hijo. Sin embargo, la mamá del montañista describe con gran fortaleza lo que han sido para ella estos 24 meses. “ Han sido años con altos y bajos. He aprendido mucho.

Yo creo que él hizo todo lo que quiso hacer y creo que el 24 debería ser un día de festejo porque él nació a la luz eterna que era donde él quería llegar.

Eso es lo que me parece a mí, a partir de unos escritos que me llegaron am í con sus pertenencias. Eso es lo que dice él en esos escritos. Pienso que el montañismo ya no lo practicaba como deporte sino lo quería era transmutar el ser humano que somos. Llegar a ser algo más. O vivir eternamente con los dioses. Él sostenía que había varios dioses allá en la montaña. Y que la bajar perdía la memoria y entonces era como que necesitaba llegar a la cumbre para encontrarse con ellos”.

Las pertenencias de Mariano le llegaron a su madre luego del desafortunado desenlace. “Yo recibí dos cajitas con lo que él había dejado en Pakistán y otras que había dejado en Buenos Aires. Cuando recibí las cajitas encontré paz. Porque yo no sabía para qué iba si ya había logrado llegar a lo más alto. En una de las últimas charlas con él recuerdo que me dijo - Uno tiene que llegar a ser la luz que uno tiene en su interior. Lo último que me falta es morir para saber cómo es -. Y en los escritos ratifica eso”, afirmó Alba Hughes.

Planeaba escribir un libro

Según contó la madre de Mariano Galván, el montañista ya tenía en mente escribir un libro con todas sus experiencias. “Él había hablado con la periodista Sol Navarro para ella le escribirá el libro. Yo lamento la falta computadora de Mariano. No sé en qué parte del mundo quedó y alguien la tiene. Se la necesitaría porque Mariano tenía ahí todos sus escritos”.

Siempre recordado

Mariano Galván fue muy reconocido en vida como persona y por sus logros deportivos. Por ello, cada 24 de junio los montañistas de todo el mundo lo recuerdan y le rinden homenaje. “En noviembre de 2017 en el cementerio del andinista de Mendoza, le hicieron un homenaje. Fue una ceremonia muy intima con la presencia de todos sus amigos. Yo cumplí mis 60 años allí. Un chico de Córdoba puso la piqueta en lugar de una cruz y las banderitas de Nepal. Y en el facebook, cada 24 de junio lo recuerdan publicando algo. El que lo conoció mucho o poco, siempre lo están recordando.

El Club Andino de Mendoza va hacer una caminata el Cordón del Plata y un refugio llevará el nombre de Mariano.

En Catamarca, en la base de una montaña que no recuerdo el nombre hay un aplaca con su nombre. Una chica que es periodista y montañista está organizando una travesía hasta un pueblito, en Salta, y van a llevar cosas que necesiten chicos de una escuela.

Lamentablemente no los puedo acompañar porque la altura no es para mí. Van a subir hasta más 3.500 metros de altura sobre el nivel del mar. Todo esto se ha hecho o se está organizando en nombre de Mariano”, contó Alba Hughes..

La madre del montañista cerró la charla con Jornada Play con profundas reflexiones sobre su hijo. “A Mariano lo recuerdo sonriente. Y lo siento vivo. Miro una foto y no lo puedo creer. Lo siento vivo. No es un problema para mí no tenerlo en cuerpo presente. Él está bien donde está. La montaña era su religión, su casa. Acá se sentía viejo, donde fuera a pasear para él era aburrido, era paseo de jubilado, decía”.#