En la tarde de ayer se llevó a cabo una concentración y marcha por el asesinato de Rosa Acuña (25). Es la joven que luego de ser torturada a golpes, fue quemada y su cuerpo tirado en el Parque Industrial Pesado de Trelew.
En dialogo con Jornada, Claudia Carrasco, la madre de “Rosita”, contó que en principio se sintió muy sola. “Hoy siento que estoy un poco más acompañada por gente que sabe lo que estoy pasando. Es una tristeza que no se la puedo explicar”, contó.
La movilización se dio a un año de su desaparición. “Un año y justo el día 30 cumplía 26 años mi hija”.
Cabe recordar que las pesquisas apuntan a que esa noche, la víctima y un grupo de personas se hallaban en un lugar bebiendo alcohol y otras consumían alguna droga. Sospechan que las mujeres sospechadas instaron a Rosa para que accediera a los deseos sexuales de uno de los presentes. Tras ello, fue atacada violentamente con el desenlace fatal.
“Lamentablemente los asesinos andan sueltos. No es justo. La única que está detenida es Laura Vargas. Para ella debe ser cadena perpetua por lo que le hizo a Rosa”, contó con una gran tristeza en su rostro.
La mujer llegó a las 18 a la peatonal Luís Gazzin junto con su esposo, hijas y algunos vecinos. Algunos minutos después llegaron organizaciones sociales para dar aliento.
Consultada sobre si la Justicia está haciendo su trabajo, la madre consignó que “como estuvieron de paro no me han dicho mucho, ahora estoy esperando que me informen sobre la audiencia preliminar y conocer la fecha de juicio. La otra semana o la que viene me van a decir seguramente”.
La fecha de juicio podría ser fijada para antes de fin de año.
“Nos toca el corazón”
Aldana Muñoz integra la agrupación Poder Popular y al ser consultada por el apoyo que comenzaron a brindarles a Claudia y su familia, cuestionó que la sociedad muchas veces le da la espalda al dolor ajeno dependiendo del caso.
El grupo se contactó con Claudia, madre de Rosita, y “lo primero que nos dijo fue que se sentía muy sola con el caso de su hija, sola como familia, ante la sociedad. La verdad es que nos toca el corazón porque siendo pocas no podemos hacer menos que acompañarla. Generar una movida, con carteles, con música, convocando. No somos selectivas y esto es algo muy fuerte, este es uno de los crímenes más terribles de toda la historia de Chubut”, insistió Muñoz.
“La gente suele ser selectiva, hay casos que se ve que convocan más que otros, que les genera más empatía con un montón de gente marchando. Nos pasa que como este caso no sale tanto en los medios, no lo conoce tanto la gente, pasa un año y cuando difundimos sobre la marcha de hoy (por ayer), la gente nos pregunta quién era Rosa, qué le había pasado, cuándo fue”.
“Me parece importante que apoyemos como comunidad, porque si no salimos a la calle, la familia se siente sola. Tomando mates en mi casa y sólo compartiendo historias con el celular no colaboro. Ella no se entera lo que compartimos en redes sociales, y si no, vengo y me paro con ella al lado y la acompaño. Es escuchar el dolor de una mamá que tiene el corazón roto”.
En la tarde de ayer se llevó a cabo una concentración y marcha por el asesinato de Rosa Acuña (25). Es la joven que luego de ser torturada a golpes, fue quemada y su cuerpo tirado en el Parque Industrial Pesado de Trelew.
En dialogo con Jornada, Claudia Carrasco, la madre de “Rosita”, contó que en principio se sintió muy sola. “Hoy siento que estoy un poco más acompañada por gente que sabe lo que estoy pasando. Es una tristeza que no se la puedo explicar”, contó.
La movilización se dio a un año de su desaparición. “Un año y justo el día 30 cumplía 26 años mi hija”.
Cabe recordar que las pesquisas apuntan a que esa noche, la víctima y un grupo de personas se hallaban en un lugar bebiendo alcohol y otras consumían alguna droga. Sospechan que las mujeres sospechadas instaron a Rosa para que accediera a los deseos sexuales de uno de los presentes. Tras ello, fue atacada violentamente con el desenlace fatal.
“Lamentablemente los asesinos andan sueltos. No es justo. La única que está detenida es Laura Vargas. Para ella debe ser cadena perpetua por lo que le hizo a Rosa”, contó con una gran tristeza en su rostro.
La mujer llegó a las 18 a la peatonal Luís Gazzin junto con su esposo, hijas y algunos vecinos. Algunos minutos después llegaron organizaciones sociales para dar aliento.
Consultada sobre si la Justicia está haciendo su trabajo, la madre consignó que “como estuvieron de paro no me han dicho mucho, ahora estoy esperando que me informen sobre la audiencia preliminar y conocer la fecha de juicio. La otra semana o la que viene me van a decir seguramente”.
La fecha de juicio podría ser fijada para antes de fin de año.
“Nos toca el corazón”
Aldana Muñoz integra la agrupación Poder Popular y al ser consultada por el apoyo que comenzaron a brindarles a Claudia y su familia, cuestionó que la sociedad muchas veces le da la espalda al dolor ajeno dependiendo del caso.
El grupo se contactó con Claudia, madre de Rosita, y “lo primero que nos dijo fue que se sentía muy sola con el caso de su hija, sola como familia, ante la sociedad. La verdad es que nos toca el corazón porque siendo pocas no podemos hacer menos que acompañarla. Generar una movida, con carteles, con música, convocando. No somos selectivas y esto es algo muy fuerte, este es uno de los crímenes más terribles de toda la historia de Chubut”, insistió Muñoz.
“La gente suele ser selectiva, hay casos que se ve que convocan más que otros, que les genera más empatía con un montón de gente marchando. Nos pasa que como este caso no sale tanto en los medios, no lo conoce tanto la gente, pasa un año y cuando difundimos sobre la marcha de hoy (por ayer), la gente nos pregunta quién era Rosa, qué le había pasado, cuándo fue”.
“Me parece importante que apoyemos como comunidad, porque si no salimos a la calle, la familia se siente sola. Tomando mates en mi casa y sólo compartiendo historias con el celular no colaboro. Ella no se entera lo que compartimos en redes sociales, y si no, vengo y me paro con ella al lado y la acompaño. Es escuchar el dolor de una mamá que tiene el corazón roto”.