En un clima de tensión y enfrentamientos a gritos y empujones, un grupo de trabajadores petroleros pasó esta madrugada por el piquete ubicado en el cruce de lasrutas 3 y 26 en Comodoro Rivadavia, y se abrió paso para subir a los yacimientos.
Aunque la posibilidad de enfrentamientos se manejaba desde el martes por la noche en la redes sociales, el cruce entre los trabajadores se registró durante lamadrugada, cuando los petroleros iban a tomar sus turnos y sinpresencia policial.
En las últimas horas los gremios petroleros había adelantado su decisión de subir a los yacimientos. Mientras los gremios docentes habían expresado que no pensaban trabar el paso.
Editorial / Un enfrentamiento anunciado y una intransigencia innecesaria
Pasó lo que la mayoría quería evitar. Los petroleros se abrieron paso, como ya habían advertido, cuando los docentes que se encontraban en el cruce de las rutas 3 y 26 se mostraron inflexibles con aquellos que querían llegar a sus puestos, como habían prometido un día antes el dirigente Daniel Murphy y otros dirigentes de la Mesa de Unidad Sindical de la zona sur.
Este desenlace se podría haber evitado si los trabajadores estatales que reclaman por sus salarios entendieran que los otros trabajadores también quieren cuidar su empleo y sus bolsillos.
El reclamo de Murphy y el puñado de dirigentes que lo acompañan se transformó únicamente en político, ya que en términos salariales están al día y las deudas de los retroactivos comienzan abonarse hoy mismo. Lo que este grupo no parece entender es que se puede seguir luchando por los derechos sin afectar los de otros trabajadores.
Los petroleros-dicen ellos mismos- respetaron a los estatales mientras el reclamo incluía a gente que no había cobrado un centavo. Hoy, los piquetes se convirtieron en un reclamo político de un pequeño grupo de dirigentes que apuesta al conflicto permanente como herramienta política, no sindical, y que afecta el trabajo de miles de personas en la principal industria de Chubut.
Nunca es una opción el enfrentamiento entre trabajadores. Tensar la cuerda para que eso suceda es una jugada arriesgada que tiene consecuencias. ¿A quién se le ocurre tratar de parar de prepo al único sector industrial que hoy genera ingresos genuinos para la Provincia, que son -en su mayoría- los que se utilizan para tratar de apagar el incendio de los salarios estatales atrasados?
La legitimidad del reclamo de los estatales de Chubut nadie la discute. Pero la incongruencia de algunos líderes sindicales docentes de la zona sur amenaza con avivar más el fuego, en vez de tratar de apaciguarlo.
En un clima de tensión y enfrentamientos a gritos y empujones, un grupo de trabajadores petroleros pasó esta madrugada por el piquete ubicado en el cruce de lasrutas 3 y 26 en Comodoro Rivadavia, y se abrió paso para subir a los yacimientos.
Aunque la posibilidad de enfrentamientos se manejaba desde el martes por la noche en la redes sociales, el cruce entre los trabajadores se registró durante lamadrugada, cuando los petroleros iban a tomar sus turnos y sinpresencia policial.
En las últimas horas los gremios petroleros había adelantado su decisión de subir a los yacimientos. Mientras los gremios docentes habían expresado que no pensaban trabar el paso.
Editorial / Un enfrentamiento anunciado y una intransigencia innecesaria
Pasó lo que la mayoría quería evitar. Los petroleros se abrieron paso, como ya habían advertido, cuando los docentes que se encontraban en el cruce de las rutas 3 y 26 se mostraron inflexibles con aquellos que querían llegar a sus puestos, como habían prometido un día antes el dirigente Daniel Murphy y otros dirigentes de la Mesa de Unidad Sindical de la zona sur.
Este desenlace se podría haber evitado si los trabajadores estatales que reclaman por sus salarios entendieran que los otros trabajadores también quieren cuidar su empleo y sus bolsillos.
El reclamo de Murphy y el puñado de dirigentes que lo acompañan se transformó únicamente en político, ya que en términos salariales están al día y las deudas de los retroactivos comienzan abonarse hoy mismo. Lo que este grupo no parece entender es que se puede seguir luchando por los derechos sin afectar los de otros trabajadores.
Los petroleros-dicen ellos mismos- respetaron a los estatales mientras el reclamo incluía a gente que no había cobrado un centavo. Hoy, los piquetes se convirtieron en un reclamo político de un pequeño grupo de dirigentes que apuesta al conflicto permanente como herramienta política, no sindical, y que afecta el trabajo de miles de personas en la principal industria de Chubut.
Nunca es una opción el enfrentamiento entre trabajadores. Tensar la cuerda para que eso suceda es una jugada arriesgada que tiene consecuencias. ¿A quién se le ocurre tratar de parar de prepo al único sector industrial que hoy genera ingresos genuinos para la Provincia, que son -en su mayoría- los que se utilizan para tratar de apagar el incendio de los salarios estatales atrasados?
La legitimidad del reclamo de los estatales de Chubut nadie la discute. Pero la incongruencia de algunos líderes sindicales docentes de la zona sur amenaza con avivar más el fuego, en vez de tratar de apaciguarlo.