“Es un error mezclar la Cuenca de Sacanana y la actividad minera con el agua del río Chubut”

Carlos Scatizza es uno de los hidrogeólogos que descubrió el gigante acuífero ubicado en la Meseta Central de Chubut. Asegura que ambas cuencas no se vinculan directamente.

Carlos Scatizza es profesor de la cátedra Geohidrología en la UNLP.
19 DIC 2019 - 21:15 | Actualizado

Carlos Scatizza es profesor de la cátedra Geohidrología Ambiental de la Universidad nacional de La Plata. Además preside Hidroar, una consultora dedicada a temas geológicos e hidrológicos. Integró el grupo de especialistas que en 2011 confirmó la existencia de una gran reserva de agua subterránea ubicada en la Meseta Central de Chubut, conocida como la “Cuenca de Sacanana”.

De paso por Trelew, Scatizza habló con Jornada de la famosa reserva acuífera, de los mitos que se han generado alrededor de ella y sobre el verdadero impacto que tendría el desarrollo de la actividad minera en esa zona: “La minería es una posibilidad de desarrollo inmejorable para esa zona y el uso del agua de una actividad como esa es ínfimo al lado de lo que representa la cuenca”, aseguró el experto en temas hidrogeológicos.

Una de las cuestiones que se aseguran desde los distintos sectores que se oponen a la actividad minera es el “excesivo uso de agua” para la extracción del mineral y el peligro de contaminación del río Chubut. Scatizza, con datos, lo desmiente: “Una de las tantas cosas que se dicen sin argumentos es la vinculación que puede haber en la explotación de un proyecto en la cuenca Sacanana o en cualquier zona en relación con el río Chubut. Y lo primero que hay que aclarar es que son cuencas distintas y el agua va por diferentes caminos. Entonces, es errónea la afirmación que por estar desarrollando la actividad minera en un sector, el otro sector se ve influenciado”, aclaró.

Scatizza explicó que “lo que hacen las cuencas es separar aguas de un lado a otro como una pared. Sacanana está en una ubicación que para llegar se tiene que atravesar otra cuenca, que puede ser la de Gastre o de Arroyo Perdido. Entre esa y el río Chubut hay otras cuencas también, lo que lo hace más aún improbable respecto a la contaminación o contacto entre cuencas”.

“Otra mito es la cantidad de agua que utiliza un proyecto minero. Son valores irrisorios. Hoy, por ejemplo la provincia de Chubut tiene un consumo de agua que ronda los 708 hectómetros cúbicos, que equivale a la mitad del Dique Ameghino; 600 hectómetros usa el campo; unos 8 hectómetros van para el ganado ovino, bovino, porcino; y 10 hectómetros en actividades industriales como la petrolera. El Proyecto Navidad (que pretende extraer plata de la Meseta) tiene proyectado usar unos 3,4 hectómetros cúbicos. Son valores bajísimos. Sacanana, para tener una dimensión real, tiene un almacenamiento de unos 3.000 hectómetros cúbicos, aproximadamente”.

Scatizza dice que “se estudió la zona donde está el Proyecto Navidad y se determinaron que ahí hay unos 150 hectómetros cúbicos, que es desde donde se va a abastecer. Si uno saca una cuenta rápida, se determina que si Navidad va a consumir 3,4 hectómetros ni en treinta años de explotación se podría consumir esos 150 hectómetros que está debajo”.

Controles

Consultado sobre el plan de controles que se imponen en forma conjunta con la actividad de explotación, dijo que “hoy no hay ningún proyecto minero que no tenga un plan de control bien definido. Desde la etapa de la construcción, operación y hasta el cierre. Tiene que existir a partir del estudio de impacto ambiental. Una vez que se tiene el permiso, mes a mes tiene que cumplimentar para seguir la actividad. Las empresas lo hacen por propio interés. Cualquier problema que tengan es una reparación. Los inversores de minería son inversores de distintos sitios, cualquier incidente repercute en la Bolsa en donde cotizan sus acciones. Los principales interesados en que no ocurra nada son las propias empresas mineras.

Scatizza es un técnico pero conoce al sector minero como pocos y se refirió al impacto económico de un desarrollo de este tipo: “Hablar de minería es hablar de 2.500 puestos directos de trabajo, que se pueden quintuplicar. Son los mejores sueldos del país. Sólo basta con ver provincias vecinas, como Santa Cruz, y el progreso que generó”.

“Tenemos como ejemplo Cerro Vanguardia, Perito Moreno, Puerto San Julián y Gobernador Gregores para tener un parámetro de cómo han crecido acompañadas por la minería. Lo mismo pasó con el petróleo en su momento en lugares como Pico Truncado, Cañadón Seco, Caleta Olivia. Es lo que generaría esta actividad en lugares como Gastre, Gan Gan y Telsen”, remarcó.

Carlos Scatizza es profesor de la cátedra Geohidrología en la UNLP.
19 DIC 2019 - 21:15

Carlos Scatizza es profesor de la cátedra Geohidrología Ambiental de la Universidad nacional de La Plata. Además preside Hidroar, una consultora dedicada a temas geológicos e hidrológicos. Integró el grupo de especialistas que en 2011 confirmó la existencia de una gran reserva de agua subterránea ubicada en la Meseta Central de Chubut, conocida como la “Cuenca de Sacanana”.

De paso por Trelew, Scatizza habló con Jornada de la famosa reserva acuífera, de los mitos que se han generado alrededor de ella y sobre el verdadero impacto que tendría el desarrollo de la actividad minera en esa zona: “La minería es una posibilidad de desarrollo inmejorable para esa zona y el uso del agua de una actividad como esa es ínfimo al lado de lo que representa la cuenca”, aseguró el experto en temas hidrogeológicos.

Una de las cuestiones que se aseguran desde los distintos sectores que se oponen a la actividad minera es el “excesivo uso de agua” para la extracción del mineral y el peligro de contaminación del río Chubut. Scatizza, con datos, lo desmiente: “Una de las tantas cosas que se dicen sin argumentos es la vinculación que puede haber en la explotación de un proyecto en la cuenca Sacanana o en cualquier zona en relación con el río Chubut. Y lo primero que hay que aclarar es que son cuencas distintas y el agua va por diferentes caminos. Entonces, es errónea la afirmación que por estar desarrollando la actividad minera en un sector, el otro sector se ve influenciado”, aclaró.

Scatizza explicó que “lo que hacen las cuencas es separar aguas de un lado a otro como una pared. Sacanana está en una ubicación que para llegar se tiene que atravesar otra cuenca, que puede ser la de Gastre o de Arroyo Perdido. Entre esa y el río Chubut hay otras cuencas también, lo que lo hace más aún improbable respecto a la contaminación o contacto entre cuencas”.

“Otra mito es la cantidad de agua que utiliza un proyecto minero. Son valores irrisorios. Hoy, por ejemplo la provincia de Chubut tiene un consumo de agua que ronda los 708 hectómetros cúbicos, que equivale a la mitad del Dique Ameghino; 600 hectómetros usa el campo; unos 8 hectómetros van para el ganado ovino, bovino, porcino; y 10 hectómetros en actividades industriales como la petrolera. El Proyecto Navidad (que pretende extraer plata de la Meseta) tiene proyectado usar unos 3,4 hectómetros cúbicos. Son valores bajísimos. Sacanana, para tener una dimensión real, tiene un almacenamiento de unos 3.000 hectómetros cúbicos, aproximadamente”.

Scatizza dice que “se estudió la zona donde está el Proyecto Navidad y se determinaron que ahí hay unos 150 hectómetros cúbicos, que es desde donde se va a abastecer. Si uno saca una cuenta rápida, se determina que si Navidad va a consumir 3,4 hectómetros ni en treinta años de explotación se podría consumir esos 150 hectómetros que está debajo”.

Controles

Consultado sobre el plan de controles que se imponen en forma conjunta con la actividad de explotación, dijo que “hoy no hay ningún proyecto minero que no tenga un plan de control bien definido. Desde la etapa de la construcción, operación y hasta el cierre. Tiene que existir a partir del estudio de impacto ambiental. Una vez que se tiene el permiso, mes a mes tiene que cumplimentar para seguir la actividad. Las empresas lo hacen por propio interés. Cualquier problema que tengan es una reparación. Los inversores de minería son inversores de distintos sitios, cualquier incidente repercute en la Bolsa en donde cotizan sus acciones. Los principales interesados en que no ocurra nada son las propias empresas mineras.

Scatizza es un técnico pero conoce al sector minero como pocos y se refirió al impacto económico de un desarrollo de este tipo: “Hablar de minería es hablar de 2.500 puestos directos de trabajo, que se pueden quintuplicar. Son los mejores sueldos del país. Sólo basta con ver provincias vecinas, como Santa Cruz, y el progreso que generó”.

“Tenemos como ejemplo Cerro Vanguardia, Perito Moreno, Puerto San Julián y Gobernador Gregores para tener un parámetro de cómo han crecido acompañadas por la minería. Lo mismo pasó con el petróleo en su momento en lugares como Pico Truncado, Cañadón Seco, Caleta Olivia. Es lo que generaría esta actividad en lugares como Gastre, Gan Gan y Telsen”, remarcó.


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