Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia
Con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa de las mujeres y las niñas en el ámbito científico-tecnológico, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Este día es un recordatorio de que las mujeres y las niñas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de ciencia y tecnología, y que su participación debe fortalecerse.
A pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional, la brecha de género en los sectores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas persiste desde hace años. Aunque la Argentina es uno de los países con mayor porcentaje de mujeres activas en ciencia, aún las mujeres están sub-representadas. En la actualidad existe un marcado desbalance en la participación de las mujeres en el sistema científico, tanto en la investigación básica como en los niveles jerárquicos más altos de toma de decisiones. Este fenómeno fue denominado por la Dra. Barrancos como “techo de cristal”, en el cual “las carreras se detienen en un determinado punto debido a que actúan fuertes restricciones de género: los altos cargos, las jefaturas y, en general, los puestos de decisión y de mayor rango se reservan para los varones”.
Esta desigualdad es una expresión más de violencia machista, entendida como aquella que se ejerce sobre las mujeres y disidencias sexuales por el mero hecho de serlo, en el marco de una relación desigual de poder. Afecta la vida, la libertad, la dignidad, la integridad física, psicológica, sexual, económica y patrimonial.
Encuesta
En el 2018 La Colectiva Ciencia sin Machismo realizó una encuesta para visibilizar la violencia machista en el CCT CONICET-CENPAT. 129 trabajadoras de un total de 185 respondieron la encuesta, y el 53% respondió que experimentó alguna vez violencia machista en su lugar de trabajo. Además, el 77% vivió o presenció situaciones de violencia sexual, física, socioeconómica, psicológica y emocional. A partir de todo este movimiento, en el CENPAT se ha creado el Comité Institucional de Políticas de Género y se aprobó el Dispositivo de Atención en casos de Violencia de Género. Estos espacios y normativas son poco frecuentes en los centros de investigación de nuestro país.
Además, actualmente mujeres representantes de Ciencia sin Machismo son representantes de la Patagonia en la Comisión Interdisciplinaria del Observatorio de Violencia Laboral y de Género de CONICET. Esta Comisión tiene como objetivo la creación de herramientas institucionales que aborden integralmente la violencia laboral y de género en el ámbito científico. “Hemos avanzado, pero aún tenemos que seguir sensibilizando y previniendo sobre las prácticas machistas en nuestros ámbitos de trabajo.
Es por ello que dos años después vamos a repetir la experiencia, obtener nuevos datos y comparar la información. Invitamos a todas las mujeres y disidencias que trabajen o hayan trabajado en el CENPAT a completar una encuesta breve y completamente anónima. Queremos seguir luchando por un ambiente de trabajo libre de violencias”, declaran desde Ciencia sin Machismo.#
Este día es un recordatorio de que las mujeres y las niñas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de ciencia y tecnología, y que su participación debe fortalecerse.
A pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional, la brecha de género en los sectores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas persiste desde hace años. Aunque la Argentina es uno de los países con mayor porcentaje de mujeres activas en ciencia, aún las mujeres están sub-representadas. En la actualidad existe un marcado desbalance en la participación de las mujeres en el sistema científico, tanto en la investigación básica como en los niveles jerárquicos más altos de toma de decisiones. Este fenómeno fue denominado por la Dra. Barrancos como “techo de cristal”, en el cual “las carreras se detienen en un determinado punto debido a que actúan fuertes restricciones de género: los altos cargos, las jefaturas y, en general, los puestos de decisión y de mayor rango se reservan para los varones”.
Esta desigualdad es una expresión más de violencia machista, entendida como aquella que se ejerce sobre las mujeres y disidencias sexuales por el mero hecho de serlo, en el marco de una relación desigual de poder. Afecta la vida, la libertad, la dignidad, la integridad física, psicológica, sexual, económica y patrimonial.
Encuesta
En el 2018 La Colectiva Ciencia sin Machismo realizó una encuesta para visibilizar la violencia machista en el CCT CONICET-CENPAT. 129 trabajadoras de un total de 185 respondieron la encuesta, y el 53% respondió que experimentó alguna vez violencia machista en su lugar de trabajo. Además, el 77% vivió o presenció situaciones de violencia sexual, física, socioeconómica, psicológica y emocional. A partir de todo este movimiento, en el CENPAT se ha creado el Comité Institucional de Políticas de Género y se aprobó el Dispositivo de Atención en casos de Violencia de Género. Estos espacios y normativas son poco frecuentes en los centros de investigación de nuestro país.
Además, actualmente mujeres representantes de Ciencia sin Machismo son representantes de la Patagonia en la Comisión Interdisciplinaria del Observatorio de Violencia Laboral y de Género de CONICET. Esta Comisión tiene como objetivo la creación de herramientas institucionales que aborden integralmente la violencia laboral y de género en el ámbito científico. “Hemos avanzado, pero aún tenemos que seguir sensibilizando y previniendo sobre las prácticas machistas en nuestros ámbitos de trabajo.
Es por ello que dos años después vamos a repetir la experiencia, obtener nuevos datos y comparar la información. Invitamos a todas las mujeres y disidencias que trabajen o hayan trabajado en el CENPAT a completar una encuesta breve y completamente anónima. Queremos seguir luchando por un ambiente de trabajo libre de violencias”, declaran desde Ciencia sin Machismo.#