Sobre historia de un amor que fue y dejó de serlo

07 MAR 2020 - 20:21 | Actualizado

PorDaniela Patricia Almirón

Qué bueno es poder volver al primer amor, ese que no me defrauda! En mi caso es el cine, totalmente. Aquí voy entonces. Contar una historia por muchos ya conocida, con matices de grises y ocres aquí y allí y que además resulte entretenida, no es fácil. Por más que esté la bella de Scarlett, no la de “Lo que el viento se llevó”, sino la postmoderna, y el interesante de Adam Driver, Nicole y Charlie en sus personajes. Ambos son actores, viven en New York, él además es director, almas sensibles, cada una a su modo.

Me comprenden las generales de la ley, no puedo ser neutral ni imparcial, porque tengo las vivencias propias. También por mi trabajo, se me aparecen estas historias con otros rostros y voces. Entonces me debatí entre verla o no, aunque ya lo dije, el cine es mi primer amor, y me sumerjo fácilmente en esta tentación.

Si los mortales pudiésemos decir a tiempo, a tiempo de antes de que todo estalle como Krakatoa, aquello que queremos decir. Quizás la lava no nos perseguiría a riesgo de convertirnos en perfectas petrificaciones.

Porque estallar, se estalla. Hasta quizás sea necesario para el cambio. El tema es si hay posibilidad de que los estallidos sean menos dañinos, o den alternativas de protegerse.

Desde el punto de vista de lo comunicacional, me apena lo admito, que la figura del mediador fuera tan fugaz y en apariencia inútil. Digo en apariencia, porque la propuesta que les hizo de escribir lo que valoraban del otro, si en ese momento se lo hubiesen escuchado, quizás habrían escrito otra historia de separación.

Poder decir a tiempo, lo que se siente, lo que se entrega, las decisiones, los reconocimientos.

Cuando esto no sucede, siempre hay un par, en este caso tres, aunque un par dispuesto a matar al otro… al otro abogado.

Estrategias jurídicas vs estrategias humanas. Bert, el segundo abogado consultado por Charlie, lo trata como persona, así le dice él “usted es el primero que me entiende y me habla como persona”. Bert lo ayuda a negociar en el encuentro con Nicole y Nora, su abogada. Le muestra el panorama futuro, le expone con claridad las ventajas de aceptar que Nicole viva en Los Ángeles, donde está su madre, su familia. Le explica cómo eso allanará el resto de las negociaciones. Ese abogado no le era suficiente para confrontar la aguerrida letrada que ella había elegido, con estilo más confrontativo, y buscó otro a esa altura.

Así fue el round en la corte, todos los “trapos sucios” expuestos. Hasta la mínima cosita fue usada en contra de uno u otro, de manera magistral y atrozmente argumentada por los abogados.

Luego del round tribunalicio, vino el round en privado, un intento de conversación que desbarrancó en las más feroces palabras, aunque desahogadoras.

El juez decidió, porque ellos no decidieron por sí mismos.

Notablemente cuando la película comienza, la obra en cartel y con éxito es “Electra”, protagonizada por Nicole y dirigida por Charlie. Una sutil vinculación con la relación de Nicole y su madre y de Charlie con su suegra, y la necesidad de Nicole de regresar, como Electra, al lugar donde estaba su familia, y quizás como en el mito, reivindicarse.

Luego Charlie comienza a dirigir otra obra, “Casimiro y Carolina. Historias de los Bosques de Viena” de Ödön Von Horvarth. Una historia en la que Casimiro y Carolina se aman, aunque su amor se derrumba y ella huye.

Casimiro y Carolina, Charlie y Nicole, un amor derrumbado y una, o quizás dos, huidas.

La película pone una pincelada a la perspectiva de género, con un monólogo de Nora la abogada de Nicole, quién le dice: “Aceptamos un padre imperfecto. El concepto de buen padre se inventó hace treinta años. Antes de eso, se esperaba que el padre fuera silencioso, ausente, poco confiable y egoísta. Y todos decimos que queremos que eso cambie, pero básicamente lo aceptamos. Los amamos por sus falibilidades, pero la gente no admite para nada eso mismo en una madre. No lo aceptamos estructural ni espiritualmente. Tú debes ser perfecta y Charlie puede ser lo peor y no importa. A la mujer siempre le ponen la vara más arriba. Es horrible, pero es lo que hay.”

Adam Driver canta durante la película esta canción de amor “Alguien que te abrace fuerte, alguien que te haga sufrir. Que alguien se siente en mi silla y me quite el sueño y me haga ser consiente de estar vivo. Estar vivo. Que alguien me necesite demasiado. Que alguien me conozca demasiado bien. Que alguien me haga parar en seco, y me haga vivir un infierno y me dé ánimos, para estar vivo. Inflarme de vida. Confúndeme. Búrlate de mí con elogios. Aprovéchate de mí. Dale variedad a mis días. Pero estar solo, es estar solo, no estar vivo. Que alguien me sature de amor. Que alguien me fuerce a entregarme. Que alguien me obligue a dar la talla. Yo siempre estaré ahí, tan aterrado como tú, para ayudarnos a sobrevivir. Estar vivo. Estar vivo.”

¿Podría esta pareja con historia de amor, encuentros, logros, éxitos, silencios, frustraciones, haberse ahorrado tiempo, lágrimas, insultos, dinero? Seguro que sí. Aunque cada pareja, cada familia escribe su propia historia de constitución y construcción, felices todas iguales, infelices a su manera, Tolstoi dixit.

Y como canta Adam Driver conmovedoramente, lo importante probablemente, es estar vivo.#

(*) Daniela Patricia Almirón es abogada y mediadora.

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07 MAR 2020 - 20:21

PorDaniela Patricia Almirón

Qué bueno es poder volver al primer amor, ese que no me defrauda! En mi caso es el cine, totalmente. Aquí voy entonces. Contar una historia por muchos ya conocida, con matices de grises y ocres aquí y allí y que además resulte entretenida, no es fácil. Por más que esté la bella de Scarlett, no la de “Lo que el viento se llevó”, sino la postmoderna, y el interesante de Adam Driver, Nicole y Charlie en sus personajes. Ambos son actores, viven en New York, él además es director, almas sensibles, cada una a su modo.

Me comprenden las generales de la ley, no puedo ser neutral ni imparcial, porque tengo las vivencias propias. También por mi trabajo, se me aparecen estas historias con otros rostros y voces. Entonces me debatí entre verla o no, aunque ya lo dije, el cine es mi primer amor, y me sumerjo fácilmente en esta tentación.

Si los mortales pudiésemos decir a tiempo, a tiempo de antes de que todo estalle como Krakatoa, aquello que queremos decir. Quizás la lava no nos perseguiría a riesgo de convertirnos en perfectas petrificaciones.

Porque estallar, se estalla. Hasta quizás sea necesario para el cambio. El tema es si hay posibilidad de que los estallidos sean menos dañinos, o den alternativas de protegerse.

Desde el punto de vista de lo comunicacional, me apena lo admito, que la figura del mediador fuera tan fugaz y en apariencia inútil. Digo en apariencia, porque la propuesta que les hizo de escribir lo que valoraban del otro, si en ese momento se lo hubiesen escuchado, quizás habrían escrito otra historia de separación.

Poder decir a tiempo, lo que se siente, lo que se entrega, las decisiones, los reconocimientos.

Cuando esto no sucede, siempre hay un par, en este caso tres, aunque un par dispuesto a matar al otro… al otro abogado.

Estrategias jurídicas vs estrategias humanas. Bert, el segundo abogado consultado por Charlie, lo trata como persona, así le dice él “usted es el primero que me entiende y me habla como persona”. Bert lo ayuda a negociar en el encuentro con Nicole y Nora, su abogada. Le muestra el panorama futuro, le expone con claridad las ventajas de aceptar que Nicole viva en Los Ángeles, donde está su madre, su familia. Le explica cómo eso allanará el resto de las negociaciones. Ese abogado no le era suficiente para confrontar la aguerrida letrada que ella había elegido, con estilo más confrontativo, y buscó otro a esa altura.

Así fue el round en la corte, todos los “trapos sucios” expuestos. Hasta la mínima cosita fue usada en contra de uno u otro, de manera magistral y atrozmente argumentada por los abogados.

Luego del round tribunalicio, vino el round en privado, un intento de conversación que desbarrancó en las más feroces palabras, aunque desahogadoras.

El juez decidió, porque ellos no decidieron por sí mismos.

Notablemente cuando la película comienza, la obra en cartel y con éxito es “Electra”, protagonizada por Nicole y dirigida por Charlie. Una sutil vinculación con la relación de Nicole y su madre y de Charlie con su suegra, y la necesidad de Nicole de regresar, como Electra, al lugar donde estaba su familia, y quizás como en el mito, reivindicarse.

Luego Charlie comienza a dirigir otra obra, “Casimiro y Carolina. Historias de los Bosques de Viena” de Ödön Von Horvarth. Una historia en la que Casimiro y Carolina se aman, aunque su amor se derrumba y ella huye.

Casimiro y Carolina, Charlie y Nicole, un amor derrumbado y una, o quizás dos, huidas.

La película pone una pincelada a la perspectiva de género, con un monólogo de Nora la abogada de Nicole, quién le dice: “Aceptamos un padre imperfecto. El concepto de buen padre se inventó hace treinta años. Antes de eso, se esperaba que el padre fuera silencioso, ausente, poco confiable y egoísta. Y todos decimos que queremos que eso cambie, pero básicamente lo aceptamos. Los amamos por sus falibilidades, pero la gente no admite para nada eso mismo en una madre. No lo aceptamos estructural ni espiritualmente. Tú debes ser perfecta y Charlie puede ser lo peor y no importa. A la mujer siempre le ponen la vara más arriba. Es horrible, pero es lo que hay.”

Adam Driver canta durante la película esta canción de amor “Alguien que te abrace fuerte, alguien que te haga sufrir. Que alguien se siente en mi silla y me quite el sueño y me haga ser consiente de estar vivo. Estar vivo. Que alguien me necesite demasiado. Que alguien me conozca demasiado bien. Que alguien me haga parar en seco, y me haga vivir un infierno y me dé ánimos, para estar vivo. Inflarme de vida. Confúndeme. Búrlate de mí con elogios. Aprovéchate de mí. Dale variedad a mis días. Pero estar solo, es estar solo, no estar vivo. Que alguien me sature de amor. Que alguien me fuerce a entregarme. Que alguien me obligue a dar la talla. Yo siempre estaré ahí, tan aterrado como tú, para ayudarnos a sobrevivir. Estar vivo. Estar vivo.”

¿Podría esta pareja con historia de amor, encuentros, logros, éxitos, silencios, frustraciones, haberse ahorrado tiempo, lágrimas, insultos, dinero? Seguro que sí. Aunque cada pareja, cada familia escribe su propia historia de constitución y construcción, felices todas iguales, infelices a su manera, Tolstoi dixit.

Y como canta Adam Driver conmovedoramente, lo importante probablemente, es estar vivo.#

(*) Daniela Patricia Almirón es abogada y mediadora.


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