Comodoro Rivadavia: los bancos desbordados y prevenciones incumplidas
La situación de Comodoro Rivadavia respecto a la apertura de sucursales bancarias planteó un escenario similar al resto de las ciudades.
Desde horas tempranas, jubilados y beneficiaros de asignaciones familiares se volcaron a los bancos con la intención de hacer efectivo el pago de sus beneficios.
Inclusive desde la madrugada, jubilados se aprestaron en inmediaciones de las sucursales céntricas con la idea de percibir sus haberes en la medida que se abran las puertas a partir de las 8. “Fueron cinco horas muy difíciles. Era previsible que iba a venir gente que tiene tarjetas de débito sin entregar o con problemas en las claves. Nos sobrepasó y nos sorprendió la cantidad de gente”, expresó Adrián Ribalta, gerente del Banco Nación quien lamentó la imprevisión en el procedimiento.
“Siempre pusimos la mejor predisposición para atender, inclusive realizando operaciones que no estaban contempladas en la ordenanza del Banco Nación”, expresó en Radio del Mar.
Las críticas incluyeron a ANSES por no haber establecido un cronograma diferenciado en el pago de jubilaciones y pensiones respecto a los beneficiarios de otras operatorias. “Ahí estuvo la falla principal, en cuanto a la falta de información. Atendimos 500 personas por línea de caja y quedaron 300 sin atender pero el 40 por ciento que asistió tenía tarjeta de débito y podrían haber ido al cajero automático”, agregando que junto a los adultos mayores hubo casos de personas jóvenes que concurrieron por diferentes trámites que no estaban contemplados en ésta reapertura bancaria. En el Banco Nación hubo colas de hasta quinientos metros y aunque inicialmente, se intentó conservar las medidas sanitarias mínimas, la ansiedad y el nerviosismo hicieron que la situación se desbordara rápidamente. “Comparto que el banco esté abierto porque quedó gente sin atender pero no comparto la metodología”. Ribalta finalmente reconoció que por la misma sobredemanda, no se cumplió con la normativa de habilitar cajas de por medio para resguardar la distancia dentro de la sucursal. Y fueron diez las cajas habilitadas en la casa central de San Martín y Guemes. Desde la Asociación Bancaria, Walter Rey pidió que se considere la situación de los trabajadores. “El 80 % de los bancarios está en su domicilio. Hoy en los bancos públicos, trabajaron inclusive delegados y personal jerárquico. Fue un día complejo y difícil” –dijo Rey-. Finalmente, lamentó que la situación representó “un aprendizaje para todos” asumiendo que la masividad de la convocatoria “rompió” la cuarentena establecida.
Desde horas tempranas, jubilados y beneficiaros de asignaciones familiares se volcaron a los bancos con la intención de hacer efectivo el pago de sus beneficios.
Inclusive desde la madrugada, jubilados se aprestaron en inmediaciones de las sucursales céntricas con la idea de percibir sus haberes en la medida que se abran las puertas a partir de las 8. “Fueron cinco horas muy difíciles. Era previsible que iba a venir gente que tiene tarjetas de débito sin entregar o con problemas en las claves. Nos sobrepasó y nos sorprendió la cantidad de gente”, expresó Adrián Ribalta, gerente del Banco Nación quien lamentó la imprevisión en el procedimiento.
“Siempre pusimos la mejor predisposición para atender, inclusive realizando operaciones que no estaban contempladas en la ordenanza del Banco Nación”, expresó en Radio del Mar.
Las críticas incluyeron a ANSES por no haber establecido un cronograma diferenciado en el pago de jubilaciones y pensiones respecto a los beneficiarios de otras operatorias. “Ahí estuvo la falla principal, en cuanto a la falta de información. Atendimos 500 personas por línea de caja y quedaron 300 sin atender pero el 40 por ciento que asistió tenía tarjeta de débito y podrían haber ido al cajero automático”, agregando que junto a los adultos mayores hubo casos de personas jóvenes que concurrieron por diferentes trámites que no estaban contemplados en ésta reapertura bancaria. En el Banco Nación hubo colas de hasta quinientos metros y aunque inicialmente, se intentó conservar las medidas sanitarias mínimas, la ansiedad y el nerviosismo hicieron que la situación se desbordara rápidamente. “Comparto que el banco esté abierto porque quedó gente sin atender pero no comparto la metodología”. Ribalta finalmente reconoció que por la misma sobredemanda, no se cumplió con la normativa de habilitar cajas de por medio para resguardar la distancia dentro de la sucursal. Y fueron diez las cajas habilitadas en la casa central de San Martín y Guemes. Desde la Asociación Bancaria, Walter Rey pidió que se considere la situación de los trabajadores. “El 80 % de los bancarios está en su domicilio. Hoy en los bancos públicos, trabajaron inclusive delegados y personal jerárquico. Fue un día complejo y difícil” –dijo Rey-. Finalmente, lamentó que la situación representó “un aprendizaje para todos” asumiendo que la masividad de la convocatoria “rompió” la cuarentena establecida.