La Cepal advierte de mayor pobreza y desigualdad por la pandemia en la región

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió hoy sobre el aumento de la pobreza y la indigencia en la región por la pandemia de coronavirus y estimó que el impacto de la enfermedad provocará también una mayor desigualdad en los países del área, entre ellos la Argentina.

12 MAY 2020 - 16:40 | Actualizado

Estos datos fueron dados a conocer hoy en Santiago, la capital de Chile, con la difusión del tercer informe especial sobre "El desafío social en tiempos de Covid-19".

El análisis alienta el "reforzamiento de las medidas existentes de protección social", así como "un ingreso básico para satisfacer necesidades y sostener el consumo", y considera que "el desafío es fortalecer el Estado de bienestar para evitar otra década perdida".

La Cepal alertó que las poblaciones de la región más afectadas por los efectos socioeconómicos de la pandemia serán las de mujeres, estratos de ingresos bajos y medios-bajos, trabajadores informales, trabajadoras domésticas remuneradas, niños, niñas y adolescentes; jóvenes; personas mayores; población rural; pueblos indígenas; afrodescendientes, personas con discapacidad, migrantes; y personas en situación de calle.

El estudio prevé que "en el escenario alto los mayores aumentos de la pobreza extrema se darían en México, Nicaragua y el Ecuador", mientras que "la pobreza en general aumentaría especialmente en la Argentina, México, el Ecuador y el Brasil".

"La pérdida de ingresos afecta sobre todo a los amplios estratos de población que se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad, así como a las personas que trabajan en actividades más expuestas a despidos y reducciones salariales y, en general, en condiciones de precariedad laboral", señaló la Cepal.

En ese marco, la pobreza en América Latina aumentaría al menos 4,4 puntos porcentuales (28,7 millones de personas adicionales) con respecto al año previo, por lo que alcanzaría a un total de 214,7 millones de personas (el 34,7% de la población de la región).

Entre estas personas, la pobreza extrema aumentaría 2,6 puntos porcentuales (15,9 millones de personas adicionales) y llegaría a afectar a un total de 83,4 millones de personas.

También habría "un fuerte deterioro de la posición de las personas que pertenecían a los estratos medios, aunque los impactos disminuyen a medida que se avanza en la escala social", con lo cual "los estratos medios-bajos serían los más afectados".

La Cepal estima que "se deterioraría la situación económica de al menos un 15% de estas personas: 16,7 millones pasarían a pertenecer a estratos de bajos ingresos, pero aún fuera de la pobreza, en tanto que 2,5 millones quedarían en situación de pobreza, principalmente no extrema".

Los estratos intermedios sufrirían un deterioro menor, ya que solo el 11% de las personas pasarían a estratos inferiores (10,7 millones), quedando en su mayoría en el estrato medio-bajo (9,1 millones).

Para enfrentar los impactos socioeconómicos de la crisis, la Cepal propuso "que los gobiernos garanticen transferencias monetarias temporales (entre tres meses y un año) para satisfacer necesidades básicas y sostener el consumo de los hogares, lo que será crucial para lograr una reactivación sólida y relativamente rápida".

El organismo reiteró que "el alcance de esas transferencias debe ser permanente, ir más allá de las personas en situación de pobreza y llegar a amplios estratos de la población muy vulnerables a caer en ella, como los estratos de ingresos bajos no pobres y los medios bajos", lo que permitiría "avanzar hacia un ingreso básico universal".

Por último la Cepal remarcó que "es el momento de implementar políticas universales, redistributivas y solidarias con enfoque de derechos, para no dejar a nadie atrás".

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12 MAY 2020 - 16:40

Estos datos fueron dados a conocer hoy en Santiago, la capital de Chile, con la difusión del tercer informe especial sobre "El desafío social en tiempos de Covid-19".

El análisis alienta el "reforzamiento de las medidas existentes de protección social", así como "un ingreso básico para satisfacer necesidades y sostener el consumo", y considera que "el desafío es fortalecer el Estado de bienestar para evitar otra década perdida".

La Cepal alertó que las poblaciones de la región más afectadas por los efectos socioeconómicos de la pandemia serán las de mujeres, estratos de ingresos bajos y medios-bajos, trabajadores informales, trabajadoras domésticas remuneradas, niños, niñas y adolescentes; jóvenes; personas mayores; población rural; pueblos indígenas; afrodescendientes, personas con discapacidad, migrantes; y personas en situación de calle.

El estudio prevé que "en el escenario alto los mayores aumentos de la pobreza extrema se darían en México, Nicaragua y el Ecuador", mientras que "la pobreza en general aumentaría especialmente en la Argentina, México, el Ecuador y el Brasil".

"La pérdida de ingresos afecta sobre todo a los amplios estratos de población que se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad, así como a las personas que trabajan en actividades más expuestas a despidos y reducciones salariales y, en general, en condiciones de precariedad laboral", señaló la Cepal.

En ese marco, la pobreza en América Latina aumentaría al menos 4,4 puntos porcentuales (28,7 millones de personas adicionales) con respecto al año previo, por lo que alcanzaría a un total de 214,7 millones de personas (el 34,7% de la población de la región).

Entre estas personas, la pobreza extrema aumentaría 2,6 puntos porcentuales (15,9 millones de personas adicionales) y llegaría a afectar a un total de 83,4 millones de personas.

También habría "un fuerte deterioro de la posición de las personas que pertenecían a los estratos medios, aunque los impactos disminuyen a medida que se avanza en la escala social", con lo cual "los estratos medios-bajos serían los más afectados".

La Cepal estima que "se deterioraría la situación económica de al menos un 15% de estas personas: 16,7 millones pasarían a pertenecer a estratos de bajos ingresos, pero aún fuera de la pobreza, en tanto que 2,5 millones quedarían en situación de pobreza, principalmente no extrema".

Los estratos intermedios sufrirían un deterioro menor, ya que solo el 11% de las personas pasarían a estratos inferiores (10,7 millones), quedando en su mayoría en el estrato medio-bajo (9,1 millones).

Para enfrentar los impactos socioeconómicos de la crisis, la Cepal propuso "que los gobiernos garanticen transferencias monetarias temporales (entre tres meses y un año) para satisfacer necesidades básicas y sostener el consumo de los hogares, lo que será crucial para lograr una reactivación sólida y relativamente rápida".

El organismo reiteró que "el alcance de esas transferencias debe ser permanente, ir más allá de las personas en situación de pobreza y llegar a amplios estratos de la población muy vulnerables a caer en ella, como los estratos de ingresos bajos no pobres y los medios bajos", lo que permitiría "avanzar hacia un ingreso básico universal".

Por último la Cepal remarcó que "es el momento de implementar políticas universales, redistributivas y solidarias con enfoque de derechos, para no dejar a nadie atrás".


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