Tres bodegas para elaborar y mostrar el potencial de los vinos cordilleranos

Aun cuando las primeras vides las trajeron los colonos chilenos a comienzos del siglo 20, la vitivinicultora en la Comarca Andina partió recién a finales de la década del ’80, con el desembarco en El Hoyo de Bernardo Weinert, quien soñaba con convertir al Chubut en la “California de los vinos de calidad”.

21 MAY 2020 - 19:36 | Actualizado

Aquel hito marcó también la llegada a la región del enólogo sanjuanino Darío González Maldonado, quien puso “el alma y el cuerpo” para plantar 25 hectáreas de los varietales merlot, pinot noir, chardonnay, riesling y gewrztraminer. Luego siguieron emprendimientos similares en Paso del Sapo, Gualjaina y la asistencia técnica a la mayoría de las viñas que se desarrollan desde El Bolsón (al norte) hasta Río Pico (al sur), además de un proyecto en marcha en Ushuaia.

La filosofía de negocios de Weinert fue muy simple: “Mientras tengas tu propia filosofía y la mantengas durante los años, estarás en buen camino”. En coincidencia, González logró en 2017 que Chubut sea declarada como provincia vitícola con “producciones más sustentables que hagan de las zonas frías un nuevo lugar para los vinos de carácter”, incluyendo una medalla de oro reciente para un blend de la cosecha 2018, “nacido y criado en El Hoyo” con uvas gewrztraminer, sauvignon blanc y chardonnay.

Mientras hacía un trasiego en una chacra de El Pedregoso, el propio Darío González adelantó ayer que “hace poco fui contactado por un funcionario del área de Producción del gobierno chubutense, quien ratificó la decisión política para que nuestra provincia sea reconocida en todo el país por la calidad de sus vinos”. Cabe destacar que actualmente, entre el corredor andino y meseta, hay unas 30 viñas en producción, que producen unas 50.000 botellas anuales.

Acerca de la vendimia 2020, el enólogo recalcó que “ha sido muy buena, porque contiene excelente acidez natural, PH, madurez, color y aromaticidad. Un gran año para los productores de la Comarca Andina, Gualjaina y Trevelin”.

Potencial turístico

La fama de los vinos del sur del mundo también demanda el interés del turismo, con ganas de visitar viñedos y bodegas y conocer los secretos sobre “la amplitud térmica y la generosa exposición solar que despiertan los más elegantes descriptores organolépticos”; o donde “el merlot de zona fría destaca por sus aromas de frutos rojos, con un vibrante fondo especiado de buena estructura y su acidez natural, que hace posible los más variados maridajes”, por ejemplo.

Al respecto, González adelantó que “para la próxima temporada de verano, en la localidad de El Hoyo vamos a contar con tres bodegas. En principio, reabre Patagonian Wines (con nuevos propietarios); además se inaugura otra en la finca de la familia Ayestarán (está en plena construcción en los faldeos del cerro Currumahuida) y también se abre al turismo un complejo de la firma Mamarelli Wines, que además de la bodega ofrecerá un restaurante (el plato fuerte será el cordero al asador), ubicado frente al laberinto”.

De igual modo, sigue vigente el plan de establecer otra bodega comunitaria (posiblemente en el ejido de Lago Puelo), destinada a procesar la cosecha de los pequeños productores, más la habilitación de un pabellón para recibir a los visitantes y mostrar sus vinos.

Estacas

Por otro lado, Darío González dijo que “estamos regalando estacas de los viñedos de la familia Ayestarán, destinados a todos aquellos interesados en armar su primer viñedo. Comenzamos con las variedades más precoces, que ya tiraron sus hojas y están prestas para la poda, como la variedad alemana gewrztraminer, que también es muy rica como fruta fresca. Además, hay plantas de merlot, pinot noir y chardonnay, con muy buen desarrollo y resultados en un par de años”.

Asimismo, recordó el programa de viñedos urbanos, destinado “a aquellas familias que tienen un patio ocioso, para hacer vides a pequeña escala con módulos de 200 plantas, que ocupan unos 320 metros cuadrados”, impulsado a través de Cambio Rural.

21 MAY 2020 - 19:36

Aquel hito marcó también la llegada a la región del enólogo sanjuanino Darío González Maldonado, quien puso “el alma y el cuerpo” para plantar 25 hectáreas de los varietales merlot, pinot noir, chardonnay, riesling y gewrztraminer. Luego siguieron emprendimientos similares en Paso del Sapo, Gualjaina y la asistencia técnica a la mayoría de las viñas que se desarrollan desde El Bolsón (al norte) hasta Río Pico (al sur), además de un proyecto en marcha en Ushuaia.

La filosofía de negocios de Weinert fue muy simple: “Mientras tengas tu propia filosofía y la mantengas durante los años, estarás en buen camino”. En coincidencia, González logró en 2017 que Chubut sea declarada como provincia vitícola con “producciones más sustentables que hagan de las zonas frías un nuevo lugar para los vinos de carácter”, incluyendo una medalla de oro reciente para un blend de la cosecha 2018, “nacido y criado en El Hoyo” con uvas gewrztraminer, sauvignon blanc y chardonnay.

Mientras hacía un trasiego en una chacra de El Pedregoso, el propio Darío González adelantó ayer que “hace poco fui contactado por un funcionario del área de Producción del gobierno chubutense, quien ratificó la decisión política para que nuestra provincia sea reconocida en todo el país por la calidad de sus vinos”. Cabe destacar que actualmente, entre el corredor andino y meseta, hay unas 30 viñas en producción, que producen unas 50.000 botellas anuales.

Acerca de la vendimia 2020, el enólogo recalcó que “ha sido muy buena, porque contiene excelente acidez natural, PH, madurez, color y aromaticidad. Un gran año para los productores de la Comarca Andina, Gualjaina y Trevelin”.

Potencial turístico

La fama de los vinos del sur del mundo también demanda el interés del turismo, con ganas de visitar viñedos y bodegas y conocer los secretos sobre “la amplitud térmica y la generosa exposición solar que despiertan los más elegantes descriptores organolépticos”; o donde “el merlot de zona fría destaca por sus aromas de frutos rojos, con un vibrante fondo especiado de buena estructura y su acidez natural, que hace posible los más variados maridajes”, por ejemplo.

Al respecto, González adelantó que “para la próxima temporada de verano, en la localidad de El Hoyo vamos a contar con tres bodegas. En principio, reabre Patagonian Wines (con nuevos propietarios); además se inaugura otra en la finca de la familia Ayestarán (está en plena construcción en los faldeos del cerro Currumahuida) y también se abre al turismo un complejo de la firma Mamarelli Wines, que además de la bodega ofrecerá un restaurante (el plato fuerte será el cordero al asador), ubicado frente al laberinto”.

De igual modo, sigue vigente el plan de establecer otra bodega comunitaria (posiblemente en el ejido de Lago Puelo), destinada a procesar la cosecha de los pequeños productores, más la habilitación de un pabellón para recibir a los visitantes y mostrar sus vinos.

Estacas

Por otro lado, Darío González dijo que “estamos regalando estacas de los viñedos de la familia Ayestarán, destinados a todos aquellos interesados en armar su primer viñedo. Comenzamos con las variedades más precoces, que ya tiraron sus hojas y están prestas para la poda, como la variedad alemana gewrztraminer, que también es muy rica como fruta fresca. Además, hay plantas de merlot, pinot noir y chardonnay, con muy buen desarrollo y resultados en un par de años”.

Asimismo, recordó el programa de viñedos urbanos, destinado “a aquellas familias que tienen un patio ocioso, para hacer vides a pequeña escala con módulos de 200 plantas, que ocupan unos 320 metros cuadrados”, impulsado a través de Cambio Rural.


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