Ian tiene 5 años. Nació una falla en el corazón que no se identificó durante el embarazo de su mamá Miriam: “En el control de la sala común, la enfermera se dio cuenta de que algo no estaba funcionando bien. Le diagnosticaron una cardiopatía congénita grave. La doctora salió y nos dijo 'tu hijo tiene que ser derivado para ser intervenido de inmediato en un hospital de alta complejidad, otra solución no hay porque tu bebé se muere'”.
“El papá se fue con lo puesto con Ian en brazos para abordar el avión sanitario. Pero en la ruta le avisaron que la nave no estaba disponible. En vez de eso, tuvieron que salir en una avioneta donde la incubadora no pasaba por la puerta”, cuenta la mamá del niño que desde su nacimiento atravesó una intervención quirúrgica, tratamientos y terapias diarias para poder seguir viviendo.
Ian tiene 5 años. Nació una falla en el corazón que no se identificó durante el embarazo de su mamá Miriam: “En el control de la sala común, la enfermera se dio cuenta de que algo no estaba funcionando bien. Le diagnosticaron una cardiopatía congénita grave. La doctora salió y nos dijo 'tu hijo tiene que ser derivado para ser intervenido de inmediato en un hospital de alta complejidad, otra solución no hay porque tu bebé se muere'”.
“El papá se fue con lo puesto con Ian en brazos para abordar el avión sanitario. Pero en la ruta le avisaron que la nave no estaba disponible. En vez de eso, tuvieron que salir en una avioneta donde la incubadora no pasaba por la puerta”, cuenta la mamá del niño que desde su nacimiento atravesó una intervención quirúrgica, tratamientos y terapias diarias para poder seguir viviendo.