“Me dijo que me iba a matar”

María Belén Llanquetrú tiene 28 años y decidió hacer público su calvario.

Belén, internada, relató a Jornada su dramática situación. El diagnóstico médico y el crudo relato .
09 AGO 2020 - 20:03 | Actualizado

Contó que su exmarido, un conocido referente de una agrupación social de Trelew, ejerció violencia física, económica y laboral sobre ella. La dejó sin trabajo. Lo físico fue a tal extremo que debido a reiterados golpes, la semana pasada tuvo que someterse a una operación en la columna. Pide intervención urgente de la Justicia, asegura de que tiene miedo que algo más grave le pase. “Me dijo que me iba a matar y que nadie se iba a enterar”, resumió.

La entrevista de Belén con Jornada fue en la cama de la clínica donde esperaba ser operada. “Estuve en una relación desde los 19 años con Juan. En ese momento, él era violento con las demás personas. No lo era conmigo o no me daba cuenta. Yo trabajaba y me pidió que renuncie. Me dijo que estaba bien económicamente y que no era necesario que yo trabaje. Yo renuncié. Ahí comenzó todo. No tenía trabajo y prácticamente dependía de él. No me dejaba buscar trabajo. Con el tiempo fue más violento”, expresó.

Cada momento de dolor y angustia lo tiene grabado en su mente. No necesita hacer memoria para relatar que “la primera vez que me pegó, me dejó encerrada 3 días en una casa. Me destrozó la cara. Tenía rejas. Me dejó ahí hasta que volvió. Me dijo que era para que aprenda. No tenía que volver a enojarme. Que me podía matar y nadie se iba a enterar. Ahí entendí que no podía hacer más nada. Luego amenazas todo el tiempo. Yo tenía el nene chiquito y al tener él trabajo me podía sacar la tenencia”, aseguró.

Reveló que los hechos de violencia los ejercía “por momentos. Tiene un problema con el alcohol. Era peor cuando se alcoholizaba. Consumía drogas habitualmente. Ahí se potenciaba todo. Por meses no pasaba nada y otras, dos días a la semana. Inicié la relación en 2011. La finalizamos en 2017. Ahí me separé. Volvimos un par de veces. Me costó mucho salir porque llegué a depender tanto de él que me olvidé de mí. Yo iba al baño y el estaba afuera esperándome. No me daba cuenta que era tan dependiente de él. Todo lo hacía alrededor de su vida. Trabajaba con él. Todo lo hacía alrededor de su vida”, describí.

“Me pegó con una garrafa”

Se refirió a su situación de salud. “Ya pasé una cirugía previa en 2016. Viene todo porque siempre fue violento. El episodio peor fue que me pegó con una garrafa en la espalda. Ahí me di cuenta que era demasiado violento. Primero me pegó en la cara y luego me pegaba en zonas que nadie veía”, manifestó.

El temor de Belén radica en que la agrupación social a la que pertenece su exmarido “es grande”. Indicó que aún estando internada recibe amenazas tanto ella como su familia. “Yo les pedí ayuda a sus dos compañeros. No sólo me ignoraron sino que lo ayudaron para que me hostigue laboralmente. No solo a mí sino a los compañeros que decidieron seguir a mi lado. Nos siguen reteniendo papeles para terminar la vinculación , no nos dejan trabajar solos”.

Amenazas

Advirtió que tiene miedo. “Recibo mensajes que me van a prender fuego la casa. Todo el tiempo secuestran chicas, me dicen. Te puedo matar tranquilamente que no va a pasar nada, me dice. He cambiado el número varias veces pero me ubica, me llegan. Vinieron personas armadas a la casa de mi mamá, armadas” ratificó por si no había quedado claro.

La joven advirtió que a su exmarido lo denunció varias veces. “No hay registros en algunas denuncias. Se llamó a la Policía, pasó pero no detuvieron a nadie, no quedó registro. Sólo tenemos medidas de restricción pero no las acata”.

“Necesito que actúe la justicia y estar tranquila. No puedo seguir con miedo, con que le hagan algo a mi hijo o familiares. Hasta a mi hijo le tuve que cambiar el número de teléfono. No podemos vivir así”, explicó la mujer.

“Mi vida cambió”

Belén denota arraigada tristeza en su rostro. Mira el suero que tiene en uno de sus brazos y expresa: “Mi vida cambió. No sé si dentro de 3 años podré caminar. No sé las secuelas de la operación. No sé como voy a seguir después. Sé que toda mi vida estaré con el problema en la espalda. Hoy en día no puedo mover las piernas. Luego de la operación no lo sé”, admitió.

Para finalizar y en medio de su desesperación, Belén volvió a pedir la urgente actuación de la Justicia.

“Esta persona no puede circular así, impunemente. No puede estar frente de la clínica donde estoy internada. Tengo miedo de lo que hará él ,sus amigos y gente de la agrupación que nos hostiga todo el tiempo. En lo laboral y personal. Es una amenaza constante de todos lados”, concluyó.

“Enviaron una foto mía por ser su abogado”

Danilo Sepúlveda es el abogado de Belén Llanquentrú. Dio su testimonio para explicar la situación legal. Pidió la urgente intervención del Ministerio Público Fiscal y adelantó que su intención es ofrecer las pruebas con las que cuenta y ser querellante. Dijo además que la mamá de la víctima recibió una foto suya a modo de amenaza: “Supongo que por ser su abogado”, disparó.

Sepúlveda dijo que “lo que necesitamos es que intervenga Fiscalía porque son ellos los que tienen que llevar a cabo la investigación por el presunto delito de desobediencia, que es el que se comete al violar una orden de acercamiento. Es una orden que establece el juez. Ella presentó por su cuenta unas 10 denuncias. Las medidas se violaron en forma constante. La desmotivó el proceso judicial porque no encuentra una respuesta efectiva”, deslizó.

Apuntó además que “hay lesiones graves. Se encuentra internada en una clínica por golpes que generaron problemas de espalda. Las lesiones físicas son de carácter graves. Ella no puede levantarse ni caminar”

El letrado manifestó que “a María Belén la conocí a principios de este año. Vino al estudio por una situación de violencia de género. Ya habían presentando las primeras denuncias en la Comisaría de la Mujer. No obtuvo ninguna medida satisfactoria en esa instancia. Es por eso que me contactó a mí a principios de marzo para que tramite su divorcio y también por la cuestión de violencia de género que son dos expedientes apartes. Ambos en el Juzgado Numero 2 a cargo de la doctora Apaza”.

A principios de febrero “se presentó una denuncia que no dio lugar a ninguna medida. Según el Juzgado, era cuestión de conflictos familiares que no tenían la trascendencia necesaria para aplicar medidas de otro tipo. A fines de febrero se presenta otra denuncia. En esa sí se hizo lugar a una prohibición de acercamiento y una orden de abstención contra su exmarido. Si bien se obtuvieron las medidas nunca tuvieron el éxito que ella esperaba. No fueron efectivas porque el señor seguía amenazándola por redes sociales y personalmente. A través de otros números de nuevos teléfonos. Tanto para ella y su grupo familiar. Nos presentamos en el Juzgado. Presentamos una denuncia en junio para prohibición. La ordenó la jueza a fines de junio. Hasta el momento, Fiscalía no intervino en el caso. Yo me contacté la semana pasada para ver si había legajo de prueba y me dijeron que en base a su nombre y número de DNI no tenían absolutamente nada. Sólo un proceso de 2011 pero no relacionado a este hecho de violencia”, relató.

Sepúlveda indicó que “en el Juzgado de Familia sí obtuvimos lo que nosotros queríamos: las prohibiciones de acercamiento a favor de Belén y de su grupo familiar y alimentos de sus hijos. El hombre es dependiente de la Municipalidad de Trelew. Fuera del Juzgado de Familia no obtuvimos ninguna respuesta. El Ministerio Público Fiscal tendría que actuar inmediatamente porque si seguimos esperando, la situación de Belén puede pasar a un plano más grave y nuestra intención es evitar justamente eso, que la situación se siga agravando”.

Expresó el abogado que “quiero presentarme como querellante en caso que se presente una investigación y un proceso penal. Por ahora no hemos obtenido respuesta del Ministerio Público. En el Juzgado de Familia tengo que seguir tramitando su divorcio ya que lo inició por otro abogado el año pasado pero no pudo ser notificado el señor ya que desde la Oficina de Notificadores el notificador dijo que el domicilio era inexistente. Es grave porque me fijé la dirección y el domicilio existía. Hay distintas irregularidades en el proceso que realmente no podemos dejar de lado”, ejemplificó.

Para finalizar, indicó el abogado que “tenemos muchas pruebas, comentarios de terceros que han visto hechos de violencia, amenazas de todo tipo y demás. Incluso , hace unos días la madre recibió una foto mía como amenaza hacia mí, supongo por ser su abogado”. #

Enterate de las noticias de POLICIALES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
Belén, internada, relató a Jornada su dramática situación. El diagnóstico médico y el crudo relato .
09 AGO 2020 - 20:03

Contó que su exmarido, un conocido referente de una agrupación social de Trelew, ejerció violencia física, económica y laboral sobre ella. La dejó sin trabajo. Lo físico fue a tal extremo que debido a reiterados golpes, la semana pasada tuvo que someterse a una operación en la columna. Pide intervención urgente de la Justicia, asegura de que tiene miedo que algo más grave le pase. “Me dijo que me iba a matar y que nadie se iba a enterar”, resumió.

La entrevista de Belén con Jornada fue en la cama de la clínica donde esperaba ser operada. “Estuve en una relación desde los 19 años con Juan. En ese momento, él era violento con las demás personas. No lo era conmigo o no me daba cuenta. Yo trabajaba y me pidió que renuncie. Me dijo que estaba bien económicamente y que no era necesario que yo trabaje. Yo renuncié. Ahí comenzó todo. No tenía trabajo y prácticamente dependía de él. No me dejaba buscar trabajo. Con el tiempo fue más violento”, expresó.

Cada momento de dolor y angustia lo tiene grabado en su mente. No necesita hacer memoria para relatar que “la primera vez que me pegó, me dejó encerrada 3 días en una casa. Me destrozó la cara. Tenía rejas. Me dejó ahí hasta que volvió. Me dijo que era para que aprenda. No tenía que volver a enojarme. Que me podía matar y nadie se iba a enterar. Ahí entendí que no podía hacer más nada. Luego amenazas todo el tiempo. Yo tenía el nene chiquito y al tener él trabajo me podía sacar la tenencia”, aseguró.

Reveló que los hechos de violencia los ejercía “por momentos. Tiene un problema con el alcohol. Era peor cuando se alcoholizaba. Consumía drogas habitualmente. Ahí se potenciaba todo. Por meses no pasaba nada y otras, dos días a la semana. Inicié la relación en 2011. La finalizamos en 2017. Ahí me separé. Volvimos un par de veces. Me costó mucho salir porque llegué a depender tanto de él que me olvidé de mí. Yo iba al baño y el estaba afuera esperándome. No me daba cuenta que era tan dependiente de él. Todo lo hacía alrededor de su vida. Trabajaba con él. Todo lo hacía alrededor de su vida”, describí.

“Me pegó con una garrafa”

Se refirió a su situación de salud. “Ya pasé una cirugía previa en 2016. Viene todo porque siempre fue violento. El episodio peor fue que me pegó con una garrafa en la espalda. Ahí me di cuenta que era demasiado violento. Primero me pegó en la cara y luego me pegaba en zonas que nadie veía”, manifestó.

El temor de Belén radica en que la agrupación social a la que pertenece su exmarido “es grande”. Indicó que aún estando internada recibe amenazas tanto ella como su familia. “Yo les pedí ayuda a sus dos compañeros. No sólo me ignoraron sino que lo ayudaron para que me hostigue laboralmente. No solo a mí sino a los compañeros que decidieron seguir a mi lado. Nos siguen reteniendo papeles para terminar la vinculación , no nos dejan trabajar solos”.

Amenazas

Advirtió que tiene miedo. “Recibo mensajes que me van a prender fuego la casa. Todo el tiempo secuestran chicas, me dicen. Te puedo matar tranquilamente que no va a pasar nada, me dice. He cambiado el número varias veces pero me ubica, me llegan. Vinieron personas armadas a la casa de mi mamá, armadas” ratificó por si no había quedado claro.

La joven advirtió que a su exmarido lo denunció varias veces. “No hay registros en algunas denuncias. Se llamó a la Policía, pasó pero no detuvieron a nadie, no quedó registro. Sólo tenemos medidas de restricción pero no las acata”.

“Necesito que actúe la justicia y estar tranquila. No puedo seguir con miedo, con que le hagan algo a mi hijo o familiares. Hasta a mi hijo le tuve que cambiar el número de teléfono. No podemos vivir así”, explicó la mujer.

“Mi vida cambió”

Belén denota arraigada tristeza en su rostro. Mira el suero que tiene en uno de sus brazos y expresa: “Mi vida cambió. No sé si dentro de 3 años podré caminar. No sé las secuelas de la operación. No sé como voy a seguir después. Sé que toda mi vida estaré con el problema en la espalda. Hoy en día no puedo mover las piernas. Luego de la operación no lo sé”, admitió.

Para finalizar y en medio de su desesperación, Belén volvió a pedir la urgente actuación de la Justicia.

“Esta persona no puede circular así, impunemente. No puede estar frente de la clínica donde estoy internada. Tengo miedo de lo que hará él ,sus amigos y gente de la agrupación que nos hostiga todo el tiempo. En lo laboral y personal. Es una amenaza constante de todos lados”, concluyó.

“Enviaron una foto mía por ser su abogado”

Danilo Sepúlveda es el abogado de Belén Llanquentrú. Dio su testimonio para explicar la situación legal. Pidió la urgente intervención del Ministerio Público Fiscal y adelantó que su intención es ofrecer las pruebas con las que cuenta y ser querellante. Dijo además que la mamá de la víctima recibió una foto suya a modo de amenaza: “Supongo que por ser su abogado”, disparó.

Sepúlveda dijo que “lo que necesitamos es que intervenga Fiscalía porque son ellos los que tienen que llevar a cabo la investigación por el presunto delito de desobediencia, que es el que se comete al violar una orden de acercamiento. Es una orden que establece el juez. Ella presentó por su cuenta unas 10 denuncias. Las medidas se violaron en forma constante. La desmotivó el proceso judicial porque no encuentra una respuesta efectiva”, deslizó.

Apuntó además que “hay lesiones graves. Se encuentra internada en una clínica por golpes que generaron problemas de espalda. Las lesiones físicas son de carácter graves. Ella no puede levantarse ni caminar”

El letrado manifestó que “a María Belén la conocí a principios de este año. Vino al estudio por una situación de violencia de género. Ya habían presentando las primeras denuncias en la Comisaría de la Mujer. No obtuvo ninguna medida satisfactoria en esa instancia. Es por eso que me contactó a mí a principios de marzo para que tramite su divorcio y también por la cuestión de violencia de género que son dos expedientes apartes. Ambos en el Juzgado Numero 2 a cargo de la doctora Apaza”.

A principios de febrero “se presentó una denuncia que no dio lugar a ninguna medida. Según el Juzgado, era cuestión de conflictos familiares que no tenían la trascendencia necesaria para aplicar medidas de otro tipo. A fines de febrero se presenta otra denuncia. En esa sí se hizo lugar a una prohibición de acercamiento y una orden de abstención contra su exmarido. Si bien se obtuvieron las medidas nunca tuvieron el éxito que ella esperaba. No fueron efectivas porque el señor seguía amenazándola por redes sociales y personalmente. A través de otros números de nuevos teléfonos. Tanto para ella y su grupo familiar. Nos presentamos en el Juzgado. Presentamos una denuncia en junio para prohibición. La ordenó la jueza a fines de junio. Hasta el momento, Fiscalía no intervino en el caso. Yo me contacté la semana pasada para ver si había legajo de prueba y me dijeron que en base a su nombre y número de DNI no tenían absolutamente nada. Sólo un proceso de 2011 pero no relacionado a este hecho de violencia”, relató.

Sepúlveda indicó que “en el Juzgado de Familia sí obtuvimos lo que nosotros queríamos: las prohibiciones de acercamiento a favor de Belén y de su grupo familiar y alimentos de sus hijos. El hombre es dependiente de la Municipalidad de Trelew. Fuera del Juzgado de Familia no obtuvimos ninguna respuesta. El Ministerio Público Fiscal tendría que actuar inmediatamente porque si seguimos esperando, la situación de Belén puede pasar a un plano más grave y nuestra intención es evitar justamente eso, que la situación se siga agravando”.

Expresó el abogado que “quiero presentarme como querellante en caso que se presente una investigación y un proceso penal. Por ahora no hemos obtenido respuesta del Ministerio Público. En el Juzgado de Familia tengo que seguir tramitando su divorcio ya que lo inició por otro abogado el año pasado pero no pudo ser notificado el señor ya que desde la Oficina de Notificadores el notificador dijo que el domicilio era inexistente. Es grave porque me fijé la dirección y el domicilio existía. Hay distintas irregularidades en el proceso que realmente no podemos dejar de lado”, ejemplificó.

Para finalizar, indicó el abogado que “tenemos muchas pruebas, comentarios de terceros que han visto hechos de violencia, amenazas de todo tipo y demás. Incluso , hace unos días la madre recibió una foto mía como amenaza hacia mí, supongo por ser su abogado”. #


NOTICIAS RELACIONADAS