Condenaron a 15 años de prisión a Laura Vargas por el asesinato de Acuña

“Es poco, no esperaba esto”, dijo la madre de la víctima, que se mostró disconforme con el Tribunal. “Con esta condena Rosa no descansa en paz”, aseguró Claudia Carrasco.

09 DIC 2020 - 21:08 | Actualizado

A poco más de un mes de iniciado el juicio en el día de ayer, el tribunal presidido por Gustavo Castro e integrado además por las juezas María Tolomei y Mirta Moreno resolvió condenar a Laura Vargas a 15 años de prisión por el homicidio de la joven Rosa Acuña ocurrido en septiembre de 2018. Lorena Oyarzo y Karen Campuzano, condenadas por encubrimiento recibieron una pena de 3 años de prisión. “No esperaba esto. Es muy poca la condena. Esperábamos más” dijo Claudia Carrasco, madre de la víctima con signos de indignación.

Así lo dio a conocer Castro en una audiencia realizada ayer a las 12,30 horas en el 6to piso de Tribunales. La Fiscalía estuvo representada en el debate oral por Griselda Encinas, la querella por Federico Ruffa y la defensa de Vargas por el abogado Sergio Rey. En tanto la defensa de Oyarzo y Campuzano estuvo a cargo de Romina Rowlands.

“Tengo mucha decepción con la Justicia. Vamos a apelar la sentencia. Los imputados pidieron perdón pero ya es tarde. Perdón le tendrían que haber pedido a mi hija cuando pedía que la soltaran y no la soltaron. Con esta condena Rosita no descansa en paz. Muy agradecida a toda la gente que nos acompañó durante todo el juicio”, aseveró.

Cabe recordar que la fiscal Griselda Encinas en su alegato aseguró que Laura Vargas golpeó salvajemente a Rosa Acuña con el fin de darle muerte hasta que la misma ya no pudo defenderse, y luego junto a los otros tres imputados en la causa – Oyarzo, Campusano y Samusik- idearon un plan para deshacerse del cuerpo y las evidencias del hecho.

En ese sentido indicó que todos los testigos que declararon en el juicio y que estuvieron en la juntada que se realizó en la casa del barrio Primera Junta ratificaron la presencia de Rosa Acuña en la casa de Laura Vargas antes, durante y con posterioridad al encuentro, siendo señalada como una de las personas que se quedó con la dueña de la vivienda cuando todos se habían retirado.

Hizo referencia a que la principal condenada tenía en su poder documentación de la fallecida cuando fue detenida algunos días después, y en el domicilio según indicó la Policía se habría evidenciado el movimiento de muebles e intentos de limpieza en lugares donde habría presuntas manchas de sangre. En ese punto agregó que la mujer detenida presentaba rasguños y moretones compatibles con una presunta pelea y dentro del rango de días entre el crimen y la fecha de la detención.

Encinas sostuvo que en la previa hubo un excesivo consumo de alcohol y que tras las primeras discusiones, la muerte de Acuña se produjo debido a los golpes producidos por Vargas.

“No sabes como la dejé” le habría confiado vía telefónica a un interlocutor identificado como César y la fiscal aseguró la acusada sabía lo que hacía y por eso intentó ocultar el crimen mediante la incineración del cuerpo.

También puso énfasis en el testimonio del vecino que alertó a la Policía sobre ruidos molestos aquella madrugada, pero especialmente que habría escuchado como la joven fallecida pedía que no le pegaran más, y que horas después un auto en el que estaban Vargas junto a otras dos mujeres y un hombre fueron hasta una zona de descampados y que cuando regresaban se podía ver humo, como si hubieran quemado algo.

Por su parte el querellante Federico Ruffa adhirió al relato de la fiscal y recordó que Acuña hace más de un mes y medio que estaba viviendo en la casa de la principal condenada y que varios testigos refirieron de peleas previas y recurrentes entre ambas mujeres.

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09 DIC 2020 - 21:08

A poco más de un mes de iniciado el juicio en el día de ayer, el tribunal presidido por Gustavo Castro e integrado además por las juezas María Tolomei y Mirta Moreno resolvió condenar a Laura Vargas a 15 años de prisión por el homicidio de la joven Rosa Acuña ocurrido en septiembre de 2018. Lorena Oyarzo y Karen Campuzano, condenadas por encubrimiento recibieron una pena de 3 años de prisión. “No esperaba esto. Es muy poca la condena. Esperábamos más” dijo Claudia Carrasco, madre de la víctima con signos de indignación.

Así lo dio a conocer Castro en una audiencia realizada ayer a las 12,30 horas en el 6to piso de Tribunales. La Fiscalía estuvo representada en el debate oral por Griselda Encinas, la querella por Federico Ruffa y la defensa de Vargas por el abogado Sergio Rey. En tanto la defensa de Oyarzo y Campuzano estuvo a cargo de Romina Rowlands.

“Tengo mucha decepción con la Justicia. Vamos a apelar la sentencia. Los imputados pidieron perdón pero ya es tarde. Perdón le tendrían que haber pedido a mi hija cuando pedía que la soltaran y no la soltaron. Con esta condena Rosita no descansa en paz. Muy agradecida a toda la gente que nos acompañó durante todo el juicio”, aseveró.

Cabe recordar que la fiscal Griselda Encinas en su alegato aseguró que Laura Vargas golpeó salvajemente a Rosa Acuña con el fin de darle muerte hasta que la misma ya no pudo defenderse, y luego junto a los otros tres imputados en la causa – Oyarzo, Campusano y Samusik- idearon un plan para deshacerse del cuerpo y las evidencias del hecho.

En ese sentido indicó que todos los testigos que declararon en el juicio y que estuvieron en la juntada que se realizó en la casa del barrio Primera Junta ratificaron la presencia de Rosa Acuña en la casa de Laura Vargas antes, durante y con posterioridad al encuentro, siendo señalada como una de las personas que se quedó con la dueña de la vivienda cuando todos se habían retirado.

Hizo referencia a que la principal condenada tenía en su poder documentación de la fallecida cuando fue detenida algunos días después, y en el domicilio según indicó la Policía se habría evidenciado el movimiento de muebles e intentos de limpieza en lugares donde habría presuntas manchas de sangre. En ese punto agregó que la mujer detenida presentaba rasguños y moretones compatibles con una presunta pelea y dentro del rango de días entre el crimen y la fecha de la detención.

Encinas sostuvo que en la previa hubo un excesivo consumo de alcohol y que tras las primeras discusiones, la muerte de Acuña se produjo debido a los golpes producidos por Vargas.

“No sabes como la dejé” le habría confiado vía telefónica a un interlocutor identificado como César y la fiscal aseguró la acusada sabía lo que hacía y por eso intentó ocultar el crimen mediante la incineración del cuerpo.

También puso énfasis en el testimonio del vecino que alertó a la Policía sobre ruidos molestos aquella madrugada, pero especialmente que habría escuchado como la joven fallecida pedía que no le pegaran más, y que horas después un auto en el que estaban Vargas junto a otras dos mujeres y un hombre fueron hasta una zona de descampados y que cuando regresaban se podía ver humo, como si hubieran quemado algo.

Por su parte el querellante Federico Ruffa adhirió al relato de la fiscal y recordó que Acuña hace más de un mes y medio que estaba viviendo en la casa de la principal condenada y que varios testigos refirieron de peleas previas y recurrentes entre ambas mujeres.


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