Chubut es la provincia del país con mayor porcentaje de su gasto destinado a sueldos

Fue la provincia con mayor porcentaje de sus ingresos destinado al gasto en personal en todo el país. Durante 2020 llegó al 84,5%. Otras provincias patagónicas también terminaron arriba en el ranking.

13 FEB 2021 - 19:12 | Actualizado

Es ya conocido que la provincia del Chubut en los últimos años prácticamente ha destinado gran parte de sus recursos para intentar pagar salarios dentro de la administración pública. Y que gran parte de los ingresos han ido para cubrir las obligaciones con el personal. Y no mucho más: con deuda a los proveedores y una obra pública que a excepción de algunas inversiones nacionales, se ha mantenido paralizada.

Gasto en personal

Un estudio de la Fundación Mediterránea establece que Chubut es la jurisdicción del país con el mayor gasto en personal como porcentaje de sus ingresos corrientes. Para el primer semestre de 2020, destinó nada menos que el 84,5% para sueldos, según el informe de la consultora, que aclara que se exlcuyen los gastos por seguridad social.

En el ranking también figura otro terreno patagónico: Neuquén, con el 74% de su gasto para el personal. En tercer lugar Tucumán (69%) y cuarta otra provincia de la región sur: Río Negro (67,3%). El distrito del país que menores recursos destino porcentualmente es Santiago del Estero, con tan sólo el 31%.

“Esta situación genera el fenómeno llamado “ilusión fiscal”: como los ciudadanos de muchas provincias pagan con sus impuestos sólo una porción minoritaria del gasto de sus gobiernos provinciales, votan propuestas que prometen alto gasto y empleo público. Además de los problemas de sustentabilidad fiscal que ello puede acarrear, buena parte de las transferencias recibidas se utilizan para contratar empleo público, más allá de lo que sus funciones justifican”, expresa el informe.

Y continúa: “Así las provincias más favorecidas por las transferencias suelen contar hasta 3 veces la cantidad de empleo público per cápita que exhiben las jurisdicciones menos favorecidas. Luego, las provincias con exceso de personal o de gasto en personal suelen desatender la inversión en infraestructura, que les ayudaría a desarrollar sus economías y mejorar el bienestar de sus poblaciones. Por caso, en el primer semestre de 2020 Chubut derivó el 84% de sus recursos corrientes al gasto en personal, con problemas para cumplir con los pagos y escaso margen para gastar en otra cosa”.

Empleo público

Por otra parte, se afirma que “el exceso de empleo público dificulta y encarece la contratación de trabajadores por parte del sector privado, lo que desalienta las inversiones privadas, que se dirigirán a provincias con mejor relación entre productividad y salarios. Pero además, las inversiones privadas son desalentadas por la mala calidad institucional que suele caracterizar a las jurisdicciones en las que el sector público tiene un peso muy relevante y el sector privado es relegado, pues suelen contar con escasa independencia en la justicia local, problemas para la libertad de expresión, escasa alternancia en el poder, entre otros inconvenientes en sus sistemas democráticos y republicanos, que general un mal clima de negocios”.

“La situación anterior ocurre principalmente en las llamadas provincias rentistas, que dependen en alta proporción de las transferencias nacionales y/o en que pesan mucho las actividades de extracción de petróleo, gas y minerales”.

Desde la Fundación Mediterránea, plantean que “una posible causa de la configuración del sistema de transferencias fiscales existente en Argentina (y sus efectos perversos) podría estar dada por la excesiva sobre-representación política de algunas provincias”.

Y manifiestan que “Argentina es uno de los países federales con mayor “sobre-representación” de algunas provincias, no sólo por el hecho que en el Senado de la Nación cada jurisdicción tiene igual cantidad de representantes, más allá del tamaño de su población, sino también porque en la Cámara de Diputados existe una cantidad mínima de legisladores por provincia, lo que aumenta la representación relativa de las provincias menos pobladas. En este marco, las provincias menos pobladas y más sobre-representadas ayudan a diseñar un sistema de transferencias fiscales que las beneficia”.

Transferencias

Respecto al tema de los recursos transferidos, se remarca que “uno de los problemas centrales en la organización del federalismo fiscal argentino es el excesivo peso que adquieren las transferencias nacionales en los recursos totales con que cuentan las provincias. En 21 de las 24 jurisdicciones el peso de las transferencias (coparticipación y otras) supera el 50%, y en 4 de ellas resulta mayor al 90% (Formosa, La Rioja, Santiago del Estero y Catamarca)”.

En Chubut por ejemplo, el 46,6% de los recursos totales con los que se dispone corresponde a transferencias que se ejecutan desde el Estado Nacional.

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13 FEB 2021 - 19:12

Es ya conocido que la provincia del Chubut en los últimos años prácticamente ha destinado gran parte de sus recursos para intentar pagar salarios dentro de la administración pública. Y que gran parte de los ingresos han ido para cubrir las obligaciones con el personal. Y no mucho más: con deuda a los proveedores y una obra pública que a excepción de algunas inversiones nacionales, se ha mantenido paralizada.

Gasto en personal

Un estudio de la Fundación Mediterránea establece que Chubut es la jurisdicción del país con el mayor gasto en personal como porcentaje de sus ingresos corrientes. Para el primer semestre de 2020, destinó nada menos que el 84,5% para sueldos, según el informe de la consultora, que aclara que se exlcuyen los gastos por seguridad social.

En el ranking también figura otro terreno patagónico: Neuquén, con el 74% de su gasto para el personal. En tercer lugar Tucumán (69%) y cuarta otra provincia de la región sur: Río Negro (67,3%). El distrito del país que menores recursos destino porcentualmente es Santiago del Estero, con tan sólo el 31%.

“Esta situación genera el fenómeno llamado “ilusión fiscal”: como los ciudadanos de muchas provincias pagan con sus impuestos sólo una porción minoritaria del gasto de sus gobiernos provinciales, votan propuestas que prometen alto gasto y empleo público. Además de los problemas de sustentabilidad fiscal que ello puede acarrear, buena parte de las transferencias recibidas se utilizan para contratar empleo público, más allá de lo que sus funciones justifican”, expresa el informe.

Y continúa: “Así las provincias más favorecidas por las transferencias suelen contar hasta 3 veces la cantidad de empleo público per cápita que exhiben las jurisdicciones menos favorecidas. Luego, las provincias con exceso de personal o de gasto en personal suelen desatender la inversión en infraestructura, que les ayudaría a desarrollar sus economías y mejorar el bienestar de sus poblaciones. Por caso, en el primer semestre de 2020 Chubut derivó el 84% de sus recursos corrientes al gasto en personal, con problemas para cumplir con los pagos y escaso margen para gastar en otra cosa”.

Empleo público

Por otra parte, se afirma que “el exceso de empleo público dificulta y encarece la contratación de trabajadores por parte del sector privado, lo que desalienta las inversiones privadas, que se dirigirán a provincias con mejor relación entre productividad y salarios. Pero además, las inversiones privadas son desalentadas por la mala calidad institucional que suele caracterizar a las jurisdicciones en las que el sector público tiene un peso muy relevante y el sector privado es relegado, pues suelen contar con escasa independencia en la justicia local, problemas para la libertad de expresión, escasa alternancia en el poder, entre otros inconvenientes en sus sistemas democráticos y republicanos, que general un mal clima de negocios”.

“La situación anterior ocurre principalmente en las llamadas provincias rentistas, que dependen en alta proporción de las transferencias nacionales y/o en que pesan mucho las actividades de extracción de petróleo, gas y minerales”.

Desde la Fundación Mediterránea, plantean que “una posible causa de la configuración del sistema de transferencias fiscales existente en Argentina (y sus efectos perversos) podría estar dada por la excesiva sobre-representación política de algunas provincias”.

Y manifiestan que “Argentina es uno de los países federales con mayor “sobre-representación” de algunas provincias, no sólo por el hecho que en el Senado de la Nación cada jurisdicción tiene igual cantidad de representantes, más allá del tamaño de su población, sino también porque en la Cámara de Diputados existe una cantidad mínima de legisladores por provincia, lo que aumenta la representación relativa de las provincias menos pobladas. En este marco, las provincias menos pobladas y más sobre-representadas ayudan a diseñar un sistema de transferencias fiscales que las beneficia”.

Transferencias

Respecto al tema de los recursos transferidos, se remarca que “uno de los problemas centrales en la organización del federalismo fiscal argentino es el excesivo peso que adquieren las transferencias nacionales en los recursos totales con que cuentan las provincias. En 21 de las 24 jurisdicciones el peso de las transferencias (coparticipación y otras) supera el 50%, y en 4 de ellas resulta mayor al 90% (Formosa, La Rioja, Santiago del Estero y Catamarca)”.

En Chubut por ejemplo, el 46,6% de los recursos totales con los que se dispone corresponde a transferencias que se ejecutan desde el Estado Nacional.


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