Condenaron a siete años al gendarme que abusó de un niño en El Bolsón

La condena será efectiva una vez que quede firme. El hecho fue en 2018. Se trata de Enzo Palatnik, que sigue prestando servicios en Gendarmería pero en Buenos Aires. Tanto los padres del menor como desde el grupo Justicia Comarca no ahorraron críticas a la decisición de los jueces de Bariloche.

15 FEB 2021 - 9:33 | Actualizado

Un tribunal de San Carlos de Bariloche, integrado por los jueces Gregor Joos, Héctor Leguizamón Pondal y Juan Arroyo, condenó la semana pasada a siete años de prisión al oficial de Gendarmería Nacional, Enzo Palatnik, tras encontrarlo culpable del “abuso sexual -con acceso carnal- cometido durante 2018 en El Bolsón, contra un niño de 5 años”.

Además, se ratificó que “mantiene su libertad hasta que el fallo quede firme”, desoyendo “los pedidos vehementes del fiscal y del abogado querellante para ordenar su inmediata detención de por el riesgo de fuga que, sin duda, le facilita su condición de gendarme”, señalaron ayer desde el grupo Justicia Comarca, luego de recordar que “Palatnik estuvo detenido unos pocos días ni bien denunciado el hecho, luego recuperó la libertad y siguió prestando servicio activo con portación de arma en la ciudad de Buenos Aires”.

El juicio se había realizado en diciembre pasado, con un importante número de testigos y peritos aportados por ambas partes. Allí se lo declaró culpable de “abuso sexual con acceso carnal, en concurso ideal con corrupción de menores”. Luego, para la audiencia de cesura de pena, tanto la querella como la fiscalía solicitaron “13 y 12 años de prisión, ya que el máximo para esos delitos son 15. Pero el tribunal, sin que se le cayera la cara, lo condenó a casi el mínimo de la pena, a solo siete años de prisión”, graficó el referente social Luis Albornoz.

Remarcó que “la causa tardó en llegar a juicio por las maniobras de la defensa del abusador” y que “durante las audiencias, su única defensa fueron sus compañeros de armas: su jefe, el comandante Esteban Gemelli, la psicóloga de Gendarmería, Romina Villa, y otros camaradas y su esposa”.

Por el contrario, el fiscal Francisco Arrien y el abogado defensor “aportaron numerosa evidencia, incluyendo padres, docentes, psicólogas, infinidad de testimonios y pericias que dieron cuenta del grave delito que cometió Palatnik contra ese niño”.

Desde la óptica de Albornoz, “es cierto que resulta importante destacar que hubo condena. Pero resulta muy lamentable cómo los poderes judiciales hacen un estricto cumplimiento de la normativa para el imputado y son tan laxos con las víctimas”.

El papá del nene es brigadista del Splif y desde hace 20 días está abocado de lleno a combatir el incendio que azota a la zona norte de El Bolsón. En consecuencia, no pudo llegar a la audiencia en los tribunales de Bariloche.

En tanto, con los meses de lucha buscando justicia, la mamá de la víctima se convirtió en abanderada de la causa, con permanentes movilizaciones y reclamos ante la fiscalía local y con el acompañamiento del grupo Familiares de Víctimas de Hechos de Violencia, nacido el 16 de febrero de 2016 cuando fue asesinado el remisero Matías Albornoz y su padre (Luis) tuvo el apoyo de toda la comunidad. Desde allí, fueron numerosas las causas que los han tenido como protagonistas.

Baldazo de agua fría

A criterio de Luis Albornoz, el fallo contra el gendarme “fue un baldazo de agua fría, un cachetazo más a los que ya nos tiene acostumbrados la justicia rionegrina. Fue vergonzoso el accionar de los jueces, quedamos atónitos y con un sentimiento profundo de desazón y desamparo”.

“Durante el juicio –agregó-, trataron entre algodones al abusador, explicándole paso a paso todos sus derechos”.

A su turno, la madre del menor reflejó que “volvimos de Bariloche con una rara sensación de sentimientos encontrados. Por la forma en que los jueces trataban a Palatnik, parecía que la víctima era él y no mi hijo. Se le tomó en cuenta el buen comportamiento que tuvo ante la justicia y su buen legajo en Gendarmería Nacional, sumado a que no tenía antecedentes penales, para darle la pena de siete años de condena y no pensar en las secuelas que pueden quedar en mi nene cuando crezca”.

Con todo valoró que “como familia, con el acompañamiento del grupo Justicia Comarca y la gente del pueblo, logramos visibilizar el caso y que llegue a una sentencia; de lo contrario, quizás esta persona hoy seguiría impune y trabajando en la fuerza de seguridad. Al menos, ahora está en disponibilidad y cobrando solo un porcentaje del sueldo que corresponde para la mantención de sus hijos”.

Fernando Bonansea/ Especial para Jornada.

Enterate de las noticias de POLICIALES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
15 FEB 2021 - 9:33

Un tribunal de San Carlos de Bariloche, integrado por los jueces Gregor Joos, Héctor Leguizamón Pondal y Juan Arroyo, condenó la semana pasada a siete años de prisión al oficial de Gendarmería Nacional, Enzo Palatnik, tras encontrarlo culpable del “abuso sexual -con acceso carnal- cometido durante 2018 en El Bolsón, contra un niño de 5 años”.

Además, se ratificó que “mantiene su libertad hasta que el fallo quede firme”, desoyendo “los pedidos vehementes del fiscal y del abogado querellante para ordenar su inmediata detención de por el riesgo de fuga que, sin duda, le facilita su condición de gendarme”, señalaron ayer desde el grupo Justicia Comarca, luego de recordar que “Palatnik estuvo detenido unos pocos días ni bien denunciado el hecho, luego recuperó la libertad y siguió prestando servicio activo con portación de arma en la ciudad de Buenos Aires”.

El juicio se había realizado en diciembre pasado, con un importante número de testigos y peritos aportados por ambas partes. Allí se lo declaró culpable de “abuso sexual con acceso carnal, en concurso ideal con corrupción de menores”. Luego, para la audiencia de cesura de pena, tanto la querella como la fiscalía solicitaron “13 y 12 años de prisión, ya que el máximo para esos delitos son 15. Pero el tribunal, sin que se le cayera la cara, lo condenó a casi el mínimo de la pena, a solo siete años de prisión”, graficó el referente social Luis Albornoz.

Remarcó que “la causa tardó en llegar a juicio por las maniobras de la defensa del abusador” y que “durante las audiencias, su única defensa fueron sus compañeros de armas: su jefe, el comandante Esteban Gemelli, la psicóloga de Gendarmería, Romina Villa, y otros camaradas y su esposa”.

Por el contrario, el fiscal Francisco Arrien y el abogado defensor “aportaron numerosa evidencia, incluyendo padres, docentes, psicólogas, infinidad de testimonios y pericias que dieron cuenta del grave delito que cometió Palatnik contra ese niño”.

Desde la óptica de Albornoz, “es cierto que resulta importante destacar que hubo condena. Pero resulta muy lamentable cómo los poderes judiciales hacen un estricto cumplimiento de la normativa para el imputado y son tan laxos con las víctimas”.

El papá del nene es brigadista del Splif y desde hace 20 días está abocado de lleno a combatir el incendio que azota a la zona norte de El Bolsón. En consecuencia, no pudo llegar a la audiencia en los tribunales de Bariloche.

En tanto, con los meses de lucha buscando justicia, la mamá de la víctima se convirtió en abanderada de la causa, con permanentes movilizaciones y reclamos ante la fiscalía local y con el acompañamiento del grupo Familiares de Víctimas de Hechos de Violencia, nacido el 16 de febrero de 2016 cuando fue asesinado el remisero Matías Albornoz y su padre (Luis) tuvo el apoyo de toda la comunidad. Desde allí, fueron numerosas las causas que los han tenido como protagonistas.

Baldazo de agua fría

A criterio de Luis Albornoz, el fallo contra el gendarme “fue un baldazo de agua fría, un cachetazo más a los que ya nos tiene acostumbrados la justicia rionegrina. Fue vergonzoso el accionar de los jueces, quedamos atónitos y con un sentimiento profundo de desazón y desamparo”.

“Durante el juicio –agregó-, trataron entre algodones al abusador, explicándole paso a paso todos sus derechos”.

A su turno, la madre del menor reflejó que “volvimos de Bariloche con una rara sensación de sentimientos encontrados. Por la forma en que los jueces trataban a Palatnik, parecía que la víctima era él y no mi hijo. Se le tomó en cuenta el buen comportamiento que tuvo ante la justicia y su buen legajo en Gendarmería Nacional, sumado a que no tenía antecedentes penales, para darle la pena de siete años de condena y no pensar en las secuelas que pueden quedar en mi nene cuando crezca”.

Con todo valoró que “como familia, con el acompañamiento del grupo Justicia Comarca y la gente del pueblo, logramos visibilizar el caso y que llegue a una sentencia; de lo contrario, quizás esta persona hoy seguiría impune y trabajando en la fuerza de seguridad. Al menos, ahora está en disponibilidad y cobrando solo un porcentaje del sueldo que corresponde para la mantención de sus hijos”.

Fernando Bonansea/ Especial para Jornada.


NOTICIAS RELACIONADAS