Por Mead Gruver
Traducción y adaptación: Pedro Méndez
(pedromendez@grupojornada.com)
Butch Cassidy, el notorio bandido del viejo oeste a quien la mayoría de los historiadores dieron por muerto en 1908 en un tiroteo en Bolivia, en realidad sobrevivió a esa batalla y vivió hasta edad avanzada, pacíficamente y en el anonimato en el estado de Washington.
También escribió una biografía detallando sus experiencias, a la que astutamente presentó bajo otro nombre. Será esto cierto o agregará otra página de misterio a la misteriosa vida del mítico bandido.
Sin embargo, un coleccionista de libros raros dice que ha obtenido un manuscrito con nueva evidencia que puede darle credibilidad a esta teoría.
Un manuscrito de 200 páginas, “Bandido Invencible: La historia de Butch Cassidy” la cual data de de 1934, es dos veces más larga que el texto previo conocido pero sin editar, que figura bajo el mismo nombre atribuido a William T. Phillips, un maquinista que murió en Spokane en 1937.
El coleccionista de libros de Utah, Brent Ashworth y el autor de “Montana” Larry Pointer afirman que el texto contiene aún mejores evidencias – con detalles que sólo Cassidy podría haber conocido - y que hacen del manuscrito no sólo una biografía sino una autobiografía. Y que el propio Phillips fue el legendario bandido.
Los historiadores más o menos están de acuerdo que Cassidy nació como Robert Leroy Parker en 1866 en Beaver, Utah, fue el mayor de 13 hijos de una familia de mormones. Él cometió su primer robo a un banco en 1889 en Telluride, Colorado, y luego se refugió junto a otros bandidos en el escondite llamado “El agujero en la pared”, ese refugio estaba ubicado al norte de Wyoming, en el condado Johnson.
Butch Cassidy pasó un año y medio en la prisión territorial de Wyoming en Laramie por poseer tres caballos robados. Pero la gran parte de los siguientes 20 años, la “Banda Salvaje” atracó bancos y trenes a lo largo del oeste norteamericano y en el sur de Sudamérica.
En el “Bandido Invencible” cambian nombres de personas y de lugares, pero algunas descripciones encajan detalladamente en la vida de Cassidy, y de manera tan nítida, que no pueden venir de nadie más, dice Ashworth, propietario de una librería de rarezas y colecciones en Provo.
En el texto se incluye un encuentro de un juez con Cassidy en prisión en febrero de 1895. El juez le ofreció un trato de “lo que pasó, pasó” y le prometió a Cassidy conseguirle un perdón del gobernador. Cassidy se rehusó a darle la mano al juez. “Tengo que decirte ahora que, sólo acordaría algo contigo si ese fuera mi último acto”, dijo Cassidy según es citado por Philips. Y no aceptó los avances amistosos de otro juez, llamado Jay Torrey, que visitó a Cassidy en prisión.
“Lo que es remarcable, para mí es ¿a quién le importa?” dice Pointer. “¿Quién más podría recordar es tipo de detalles acerca de una oferta, de un saludo de manos y la negativa a ello, en una prisión de Wyoming en 1895?”. El gobernador William Richards indultó a Cassidy en 1896.
“Bandido Invencible” también describe de qué manera Ed Seeley, ladrón y buscador de oro, le mostró a la banda de Cassidy el camino para encontrar un remoto escondite en el norte del Bighorn Canyon, en Wyoming.
Pointer, que fue autor de “Buscando a Butch Cassidy,” dice que él cree que la “Banda Salvaje” se escondió más allí que en “El agujero en la pared”, el escondite que se volvió conocido por las autoridades. Al menos que uno tuviera un guía que realmente conociera el país entero y en profundidad, era imposible encontrar el lugar”, dice el manuscrito acerca del escondite del Canyon.
Los registros muestran que un bandido llamado Edward H. Seeley fue encarcelado en la Prisión Territorial de Wyoming mientras Cassidy también estaba preso. “Eso es lo que realmente me sorprende, porque se trata de una situación efímera. Nadie que no haya estado allí o haya hecho eso podría saberlo”, señala Pointer.
Nadie, excepto algún vaquero que haya andado por los mismos rodeos y ranchos que Cassidy a fines de 1800, o que haya conocido a los amigos de Cassidy, y quizás también haya conocido al bandido en persona, sugiere Dan Buck, un historiador especialista en Cassidy y escéptico respecto de la historia de Phillips. “Hay una especie de razón de sentido común de por qué Phillips pudo tener el conocimiento de algunas cosas puntuales de manera correcta”, dice Buck. “Ellos (Cassidy-Phillips) se conocieron”. En 1991, Dan Buck y su esposa, Anne Meadows, ayudaron a cavar una tumba en San Vicente, Bolivia, que se decía contenían los restos de Butch y su colega, Harry Longabaugh, conocido como Sundance Kid. Los test de ADN revelaron que los huesos no pertenecían a los bandidos, pero Buck afirmó que sus investigaciones mostraron que, de igual manera, hubo dos muertos en ese tiroteo con las fuerzas bolivianas en 1908.
Y hay más. Un hermano y una hermana de Cassidy insisten en que él los visitó en un rancho de la familia cerca de Circleville, Utah, en 1925.
“La mayoría de aquellos que estuvieron allí creyeron eso, creyeron que él había regresado”, dice Bill Betenson, que además afirma que su bisabuela, Lula Parker Betenson, solía hablar de la visita de un hombre que ella identificaba como su hermano, Cassidy. La documentación sobre Phillips dice que se casó con Gertrude Livesay en Adrian, Michigan, en 1908. Tres meses después de la última carta conocida, enviada desde Bolivia, de acuerdo con lo que señala Pointer. Por su parte Buck insiste en que ellos se casaron varios meses antes de la fecha en la que, según se documenta, ocurrió el tiroteo en Bolivia y en el que Butch y Sundance fueron muertos.
En 1911, la pareja se mudó a Spokane, donde sus amigos más cercanos afirmaron años más tarde que Phillips les reveló un secreto: él era el famoso bandido.
En 1930, Phillips vendió su parte en la compañía de manufactura Phillips y regresó a visitar Wyoming, donde mucha gente de la zona de Lander, incluyendo una vieja novia de Cassidy, dijeron que era él quien pasó el verano de 1934 acampando en esa zona, contando historias de la “Banda Salvaje” y cavando agujeros en búsqueda de botines enterrados.
“¿Toda esa gente fue engañada por un impostor de Spokane?” se pregunta Pointer, reafirmando su postura.
Phillips adoptó un hijo, William R. Phillips (ya murió), y él cree que su padre adoptivo era Butch Cassidy, dice Pointer, quien lo entrevistó a fines de 1970. Los test de ADN no pudieron determinar que Phillips, quien fue cremado, fuera Cassidy.
Los sucesos de Wyoming han convencido a Carol Thiesse, directora del Fremont County Pioneer Museum en Lander. Ella ya no se interroga al respecto. “Si Phillips no era Cassidy, ciertamente, él sabía demasiado sobre la vida de Butch”. Todo dicho.#
Por Mead Gruver
Traducción y adaptación: Pedro Méndez
(pedromendez@grupojornada.com)
Butch Cassidy, el notorio bandido del viejo oeste a quien la mayoría de los historiadores dieron por muerto en 1908 en un tiroteo en Bolivia, en realidad sobrevivió a esa batalla y vivió hasta edad avanzada, pacíficamente y en el anonimato en el estado de Washington.
También escribió una biografía detallando sus experiencias, a la que astutamente presentó bajo otro nombre. Será esto cierto o agregará otra página de misterio a la misteriosa vida del mítico bandido.
Sin embargo, un coleccionista de libros raros dice que ha obtenido un manuscrito con nueva evidencia que puede darle credibilidad a esta teoría.
Un manuscrito de 200 páginas, “Bandido Invencible: La historia de Butch Cassidy” la cual data de de 1934, es dos veces más larga que el texto previo conocido pero sin editar, que figura bajo el mismo nombre atribuido a William T. Phillips, un maquinista que murió en Spokane en 1937.
El coleccionista de libros de Utah, Brent Ashworth y el autor de “Montana” Larry Pointer afirman que el texto contiene aún mejores evidencias – con detalles que sólo Cassidy podría haber conocido - y que hacen del manuscrito no sólo una biografía sino una autobiografía. Y que el propio Phillips fue el legendario bandido.
Los historiadores más o menos están de acuerdo que Cassidy nació como Robert Leroy Parker en 1866 en Beaver, Utah, fue el mayor de 13 hijos de una familia de mormones. Él cometió su primer robo a un banco en 1889 en Telluride, Colorado, y luego se refugió junto a otros bandidos en el escondite llamado “El agujero en la pared”, ese refugio estaba ubicado al norte de Wyoming, en el condado Johnson.
Butch Cassidy pasó un año y medio en la prisión territorial de Wyoming en Laramie por poseer tres caballos robados. Pero la gran parte de los siguientes 20 años, la “Banda Salvaje” atracó bancos y trenes a lo largo del oeste norteamericano y en el sur de Sudamérica.
En el “Bandido Invencible” cambian nombres de personas y de lugares, pero algunas descripciones encajan detalladamente en la vida de Cassidy, y de manera tan nítida, que no pueden venir de nadie más, dice Ashworth, propietario de una librería de rarezas y colecciones en Provo.
En el texto se incluye un encuentro de un juez con Cassidy en prisión en febrero de 1895. El juez le ofreció un trato de “lo que pasó, pasó” y le prometió a Cassidy conseguirle un perdón del gobernador. Cassidy se rehusó a darle la mano al juez. “Tengo que decirte ahora que, sólo acordaría algo contigo si ese fuera mi último acto”, dijo Cassidy según es citado por Philips. Y no aceptó los avances amistosos de otro juez, llamado Jay Torrey, que visitó a Cassidy en prisión.
“Lo que es remarcable, para mí es ¿a quién le importa?” dice Pointer. “¿Quién más podría recordar es tipo de detalles acerca de una oferta, de un saludo de manos y la negativa a ello, en una prisión de Wyoming en 1895?”. El gobernador William Richards indultó a Cassidy en 1896.
“Bandido Invencible” también describe de qué manera Ed Seeley, ladrón y buscador de oro, le mostró a la banda de Cassidy el camino para encontrar un remoto escondite en el norte del Bighorn Canyon, en Wyoming.
Pointer, que fue autor de “Buscando a Butch Cassidy,” dice que él cree que la “Banda Salvaje” se escondió más allí que en “El agujero en la pared”, el escondite que se volvió conocido por las autoridades. Al menos que uno tuviera un guía que realmente conociera el país entero y en profundidad, era imposible encontrar el lugar”, dice el manuscrito acerca del escondite del Canyon.
Los registros muestran que un bandido llamado Edward H. Seeley fue encarcelado en la Prisión Territorial de Wyoming mientras Cassidy también estaba preso. “Eso es lo que realmente me sorprende, porque se trata de una situación efímera. Nadie que no haya estado allí o haya hecho eso podría saberlo”, señala Pointer.
Nadie, excepto algún vaquero que haya andado por los mismos rodeos y ranchos que Cassidy a fines de 1800, o que haya conocido a los amigos de Cassidy, y quizás también haya conocido al bandido en persona, sugiere Dan Buck, un historiador especialista en Cassidy y escéptico respecto de la historia de Phillips. “Hay una especie de razón de sentido común de por qué Phillips pudo tener el conocimiento de algunas cosas puntuales de manera correcta”, dice Buck. “Ellos (Cassidy-Phillips) se conocieron”. En 1991, Dan Buck y su esposa, Anne Meadows, ayudaron a cavar una tumba en San Vicente, Bolivia, que se decía contenían los restos de Butch y su colega, Harry Longabaugh, conocido como Sundance Kid. Los test de ADN revelaron que los huesos no pertenecían a los bandidos, pero Buck afirmó que sus investigaciones mostraron que, de igual manera, hubo dos muertos en ese tiroteo con las fuerzas bolivianas en 1908.
Y hay más. Un hermano y una hermana de Cassidy insisten en que él los visitó en un rancho de la familia cerca de Circleville, Utah, en 1925.
“La mayoría de aquellos que estuvieron allí creyeron eso, creyeron que él había regresado”, dice Bill Betenson, que además afirma que su bisabuela, Lula Parker Betenson, solía hablar de la visita de un hombre que ella identificaba como su hermano, Cassidy. La documentación sobre Phillips dice que se casó con Gertrude Livesay en Adrian, Michigan, en 1908. Tres meses después de la última carta conocida, enviada desde Bolivia, de acuerdo con lo que señala Pointer. Por su parte Buck insiste en que ellos se casaron varios meses antes de la fecha en la que, según se documenta, ocurrió el tiroteo en Bolivia y en el que Butch y Sundance fueron muertos.
En 1911, la pareja se mudó a Spokane, donde sus amigos más cercanos afirmaron años más tarde que Phillips les reveló un secreto: él era el famoso bandido.
En 1930, Phillips vendió su parte en la compañía de manufactura Phillips y regresó a visitar Wyoming, donde mucha gente de la zona de Lander, incluyendo una vieja novia de Cassidy, dijeron que era él quien pasó el verano de 1934 acampando en esa zona, contando historias de la “Banda Salvaje” y cavando agujeros en búsqueda de botines enterrados.
“¿Toda esa gente fue engañada por un impostor de Spokane?” se pregunta Pointer, reafirmando su postura.
Phillips adoptó un hijo, William R. Phillips (ya murió), y él cree que su padre adoptivo era Butch Cassidy, dice Pointer, quien lo entrevistó a fines de 1970. Los test de ADN no pudieron determinar que Phillips, quien fue cremado, fuera Cassidy.
Los sucesos de Wyoming han convencido a Carol Thiesse, directora del Fremont County Pioneer Museum en Lander. Ella ya no se interroga al respecto. “Si Phillips no era Cassidy, ciertamente, él sabía demasiado sobre la vida de Butch”. Todo dicho.#