Comarca Andina: un incendio de “quinta generación”, superior a Valparaíso y California

Desolación. En el Lote 26 vivían más de 100 familias de artesanos.
12 MAR 2021 - 20:51 | Actualizado

El “ruido” del fuego avanzando estremece. La primera reacción es atacarlo, pero las llamas coronando los pinos a gran velocidad -ayudadas por el viento-, pronto traen a la realidad que la única alternativa es huir lo más rápido posible, en medio de la impotencia y el dolor de ver que en pocos minutos desaparece el esfuerzo de toda una vida.

Cada uno de los vecinos de la Comarca Andina tiene una historia para contar. La tormenta de fuego del 9 M quedará para siempre como “el martes negro” donde en apenas un par de horas el incendio arrasó con 250 viviendas de Cerro Radal y Las Golondrinas y otras 20 en El Hoyo.

Los sectores más afectados fueron las urbanizaciones del Lote 26 y la toma emplazada detrás de la brigada del Sistema Provincial de Manejo del Fuego (que también quedó destruida), ocupadas por familias de artesanos y trabajadores de los más diversos oficios, establecidos allí en las últimas décadas tras ocupar irregularmente los terrenos y donde siempre estuvo la advertencia de su situación de “interfase” (casas precarias construidas dentro del bosque), con el potencial peligro de un incendio forestal que ponga en riesgo sus vidas.

“Este fuego está a la altura -o supera- lo sucedido hace un par de años en Valparaíso; también a los mega eventos de California. A nivel mundial, seguramente ahora estamos dentro de los top 5. Se trata de un incendio denominado de ‘quinta generación’, donde no hay nada que alcance ni nada que se pueda hacer”, graficó ayer uno de los técnicos con experiencia internacional.

Desde su óptica, “aun contando con los mejores recursos disponibles, en los países del primer mundo igual se quema. Hay sobrados ejemplos de ello en Australia y Hollywood en los últimos tiempos”.

En referencia al desenlace en la región, recordó que “desde hace años veníamos advirtiendo lo que iba a pasar. Tuvimos varias reuniones con los dirigentes del Lote 26, además de los debidos consejos a todos los intendentes que han pasado y a los actuales. Esta situación estaba anunciada”, recalcó.

En coincidencia, desde sectores vinculados a la comuna de Lago Puelo, señalaron ayer “la necesidad imperiosa de una planificación estratégica para el futuro de estos parajes. No podemos cometer los mismos errores, es tiempo de tomar el toro por las astas. Y no solamente por las condiciones de interfase de las nuevas viviendas, sino previendo también las reservas de agua, la provisión de los servicios públicos y los caminos de acceso”.

Activos

En tanto, cientos de brigadistas, bomberos voluntarios y pobladores siguen combatiendo los incendios que aún tienen frentes activos en Buenos Aires Chico (cerca de El Maitén); El Coihue (el fuego que comenzó en Mallín Cumé llegó hasta Loma Guacha); y El Pedregoso (ejido de El Hoyo), afectando una superficie superior a las 2 mil hectáreas.

Hay que sumar otras 200 hectáreas que ardieron el mismo martes 9 en Cholila, donde las llamas también amenazaron barrios residenciales. En este caso, la llegada a tiempo de los combatientes que volvían del incendio en El Hoyo permitió controlar el frente más virulento.

En todos los casos, luego de las respectivas denuncias, la justicia deberá investigar el origen de cada incendio, aun cuando se presumen intencionales.

Héroes

Entre las situaciones vividas en la zona, una trabajadora de la base incendiada en Las Golondrinas expresó su agradecimiento al jefe de la brigada de Cholila, Benjamín González, quien “nos ayudó a salir del infierno en que nos encontrábamos, no solo a las radios operadoras, sino a toda la gente que salía desesperada de la toma con sus niños pidiendo auxilio porque se les había quemado todo. Él, junto a sus combatientes, no dudaron en ayudar sin pensar que estaban poniendo en riesgo su vida”.

Agregó que además “trasladaron hasta el hospital a esa madre que tenía los brazos quemados. Y volvieron para seguir ayudando, sin distinguir que las llamas venían sin control y arrasando con todo a su paso”.

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Desolación. En el Lote 26 vivían más de 100 familias de artesanos.
12 MAR 2021 - 20:51

El “ruido” del fuego avanzando estremece. La primera reacción es atacarlo, pero las llamas coronando los pinos a gran velocidad -ayudadas por el viento-, pronto traen a la realidad que la única alternativa es huir lo más rápido posible, en medio de la impotencia y el dolor de ver que en pocos minutos desaparece el esfuerzo de toda una vida.

Cada uno de los vecinos de la Comarca Andina tiene una historia para contar. La tormenta de fuego del 9 M quedará para siempre como “el martes negro” donde en apenas un par de horas el incendio arrasó con 250 viviendas de Cerro Radal y Las Golondrinas y otras 20 en El Hoyo.

Los sectores más afectados fueron las urbanizaciones del Lote 26 y la toma emplazada detrás de la brigada del Sistema Provincial de Manejo del Fuego (que también quedó destruida), ocupadas por familias de artesanos y trabajadores de los más diversos oficios, establecidos allí en las últimas décadas tras ocupar irregularmente los terrenos y donde siempre estuvo la advertencia de su situación de “interfase” (casas precarias construidas dentro del bosque), con el potencial peligro de un incendio forestal que ponga en riesgo sus vidas.

“Este fuego está a la altura -o supera- lo sucedido hace un par de años en Valparaíso; también a los mega eventos de California. A nivel mundial, seguramente ahora estamos dentro de los top 5. Se trata de un incendio denominado de ‘quinta generación’, donde no hay nada que alcance ni nada que se pueda hacer”, graficó ayer uno de los técnicos con experiencia internacional.

Desde su óptica, “aun contando con los mejores recursos disponibles, en los países del primer mundo igual se quema. Hay sobrados ejemplos de ello en Australia y Hollywood en los últimos tiempos”.

En referencia al desenlace en la región, recordó que “desde hace años veníamos advirtiendo lo que iba a pasar. Tuvimos varias reuniones con los dirigentes del Lote 26, además de los debidos consejos a todos los intendentes que han pasado y a los actuales. Esta situación estaba anunciada”, recalcó.

En coincidencia, desde sectores vinculados a la comuna de Lago Puelo, señalaron ayer “la necesidad imperiosa de una planificación estratégica para el futuro de estos parajes. No podemos cometer los mismos errores, es tiempo de tomar el toro por las astas. Y no solamente por las condiciones de interfase de las nuevas viviendas, sino previendo también las reservas de agua, la provisión de los servicios públicos y los caminos de acceso”.

Activos

En tanto, cientos de brigadistas, bomberos voluntarios y pobladores siguen combatiendo los incendios que aún tienen frentes activos en Buenos Aires Chico (cerca de El Maitén); El Coihue (el fuego que comenzó en Mallín Cumé llegó hasta Loma Guacha); y El Pedregoso (ejido de El Hoyo), afectando una superficie superior a las 2 mil hectáreas.

Hay que sumar otras 200 hectáreas que ardieron el mismo martes 9 en Cholila, donde las llamas también amenazaron barrios residenciales. En este caso, la llegada a tiempo de los combatientes que volvían del incendio en El Hoyo permitió controlar el frente más virulento.

En todos los casos, luego de las respectivas denuncias, la justicia deberá investigar el origen de cada incendio, aun cuando se presumen intencionales.

Héroes

Entre las situaciones vividas en la zona, una trabajadora de la base incendiada en Las Golondrinas expresó su agradecimiento al jefe de la brigada de Cholila, Benjamín González, quien “nos ayudó a salir del infierno en que nos encontrábamos, no solo a las radios operadoras, sino a toda la gente que salía desesperada de la toma con sus niños pidiendo auxilio porque se les había quemado todo. Él, junto a sus combatientes, no dudaron en ayudar sin pensar que estaban poniendo en riesgo su vida”.

Agregó que además “trasladaron hasta el hospital a esa madre que tenía los brazos quemados. Y volvieron para seguir ayudando, sin distinguir que las llamas venían sin control y arrasando con todo a su paso”.


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