La Casa Blanca también se inmiscuye en el gasoducto entre Alemania y Rusia

El jefe de la diplomacia norteamericana, Antony Blinken, exhortó hoy a todas las entidades implicadas en el polémico proyecto de gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania a que se retiren "inmediatamente" del mismo bajo advertencia de recibir sanciones de Estados Unidos.

18 MAR 2021 - 15:50 | Actualizado

El secretario de Estado aseguró en un comunicado que el gobierno de Joe Biden está "determinado a cumplir" la ley adoptada en 2019 y extendida en 2020 por el Congreso estadounidense, que prevé sanciones.

"Nord Stream 2 es un mal negocio para Alemania, para Ucrania y para nuestros aliados y socios de Europa Central y del Este", afirmó Blinken, quien reiteró la conocida oposición de su país a este gasoducto de 11.000 millones de dólares concebido por debajo del Mar Báltico.

A su vez, calificó la obra como "un proyecto geopolítico ruso destinado a dividir Europa y debilitar la seguridad energética europea".

El Departamento de Estado "vigila los esfuerzos para completar el gasoducto Nord Stream 2 y está evaluando información sobre las entidades que parecen estar involucradas", añadió Blinken, citado por las agencias de noticias AFP y Sputnik.

Acusado por varios legisladores, especialmente republicanos, de no haber tomado acciones que apliquen las medidas punitivas por ley, Blinken reiteró que Estados Unidos "alerta que cualquier entidad involucrada en el gasoducto Nord Stream 2 se arriesga a sanciones y deberá abandonar inmediatamente el trabajo en el gasoducto".

A principios de este mes, un grupo de republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos envió a Blinken una carta instando a la administración de Biden a presentar al Congreso nuevas designaciones de sanciones relacionadas con Nord Stream 2 lo antes posible en lugar de esperar hasta el 17 de mayo, cuando el actual período de informes de 90 días termina.

Nord Stream 2 es una empresa conjunta de la compañía de energía rusa Gazprom y cinco socios europeos, cuyo objetivo es la construcción de un gasoducto gemelo para entregar gas ruso a Alemania por debajo del Mar Báltico.

El proyecto es blanco de críticas y sanciones por parte de Estados Unidos, que lo califica como una amenaza para la seguridad energética de Europa y Ucrania.

18 MAR 2021 - 15:50

El secretario de Estado aseguró en un comunicado que el gobierno de Joe Biden está "determinado a cumplir" la ley adoptada en 2019 y extendida en 2020 por el Congreso estadounidense, que prevé sanciones.

"Nord Stream 2 es un mal negocio para Alemania, para Ucrania y para nuestros aliados y socios de Europa Central y del Este", afirmó Blinken, quien reiteró la conocida oposición de su país a este gasoducto de 11.000 millones de dólares concebido por debajo del Mar Báltico.

A su vez, calificó la obra como "un proyecto geopolítico ruso destinado a dividir Europa y debilitar la seguridad energética europea".

El Departamento de Estado "vigila los esfuerzos para completar el gasoducto Nord Stream 2 y está evaluando información sobre las entidades que parecen estar involucradas", añadió Blinken, citado por las agencias de noticias AFP y Sputnik.

Acusado por varios legisladores, especialmente republicanos, de no haber tomado acciones que apliquen las medidas punitivas por ley, Blinken reiteró que Estados Unidos "alerta que cualquier entidad involucrada en el gasoducto Nord Stream 2 se arriesga a sanciones y deberá abandonar inmediatamente el trabajo en el gasoducto".

A principios de este mes, un grupo de republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos envió a Blinken una carta instando a la administración de Biden a presentar al Congreso nuevas designaciones de sanciones relacionadas con Nord Stream 2 lo antes posible en lugar de esperar hasta el 17 de mayo, cuando el actual período de informes de 90 días termina.

Nord Stream 2 es una empresa conjunta de la compañía de energía rusa Gazprom y cinco socios europeos, cuyo objetivo es la construcción de un gasoducto gemelo para entregar gas ruso a Alemania por debajo del Mar Báltico.

El proyecto es blanco de críticas y sanciones por parte de Estados Unidos, que lo califica como una amenaza para la seguridad energética de Europa y Ucrania.


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