El día que 148 tornados arrasaron EE.UU.

Un 3 abril de 1974, el pueblo de Xenia, en Ohio, fue golpeado inesperadamente por un tornado F5, que dio comienzo a una oleada de tornados que en solo 24 horas habían matado a más de 300 personas, convirtiéndose en el peor suceso de este tipo en la historia. Hubo hasta 15 tornados juntos tocando suelo.

20 NOV 2010 - 21:59 | Actualizado

De todos los fenómenos naturales más impresionantes pero a la vez más cautivantes para la gente, los tornados ocupan un lugar especial. Esto gigantescos embudos de viento y agua que descienden desde las nubes, esconden un poder inimaginable y destructivo. Capaces de volar tejas, los más benévolos, hasta levantar trenes con carga, los más poderosos, los tornados se han manifestado en casi todas partes del mundo de forma repentina y de esa misma forma se retiran.

Estados Unidos es el país que más los sufre cada año en el famoso “corredor de los tornados”. El corredor de los tornados es un área extensa en la parte central del país que va de sur a norte y que tiene las mejores condiciones para la formación de tornados. El área de las Grandes Llanuras es relativamente plana y esto permite que el frío aire polar de Canadá se encuentre con el cálido aire tropical del Golfo de México. Cuando estas dos masas de aire se encuentran, es cuando se forman la mayoría de los más poderosos tornados.

Pero un evento sin precedente ocurrido en abril de 1974 cambiaría la forma de ver a estos verdaderos monstruos de viento cuando una super oleada de tornados destruyó medio país causando decenas de muertos y millones de dólares en pérdidas.

La tragedia de Xenia

La mega tormenta que afectó el 3 de abril de 1974 la zona central de EE.UU., generó 148 tornados en 13 estados y en solo 24 horas. Esa fatídica jornada dejó en total, 315 personas muertas, más de 6.000 heridos, y 27.000 familias que sufrieron pérdidas totales. El tornado F 5 de Xenia, en Ohio, fue el más mortífero ese 3 de abril y causó la mayor cantidad de muertes registrada por un mismo torbellino en un solo lugar. En Ohio, 12 tornados tocaron tierra, matando a 36 personas. El Tornado de Xenia aterrizó a las 4:30 PM, a 15 kilómetros al suroeste de Xenia y entró en la ciudad unos diez minutos más tarde. Con un diámetro de más de un kilómetro y medio, el tornado continuó hacia el noreste en un camino de destrucción de 52 kilómetros a través de Xenia y Wilberforce en el Condado de Clark. El tornado mató a 33 personas entre Xenia y Wilberforce. Cerca de la mitad de los edificios en la ciudad resultaron dañados y fueron destruidos nueve iglesias y 1.333 casas y negocios. Al igual que siete de las doce escuelas de la ciudad. Afortunadamente, el tornado se produjo una hora después de clases, cuando la mayoría de los jóvenes habían partido a sus hogares. El techo y las ventanas del antiguo Palacio de Justicia del condado de Greene volaron por los aires sin ningún problema. Un tren que pasaba por Xenia en el momento que el poderoso tornado avanzaba, fue golpeado por los vientos y 7 de los 47 coches fueron alzados por los aires y derribados cientos de metros fuera de las vías, lo que resultó en la obstrucción de la calle principal del pueblo e impidió que los cuerpos de bomberos pudieran llevar ayuda a los damnificados. Esa tarde, más de 1300 personas fueron atendidas por lesiones en el Green Memorial Hospital. Los pocos restaurantes que no fueron destruidos, repartieron miles de raciones de comida gratuitas a los residentes y trabajadores que participaban del rescate en Xenia. Las caravanas de generadores, iluminación, excavadoras y camiones de carga llegaron durante la noche desde las inmediaciones de la base de la Fuerza Aérea de Wright-Patterson para encontrarse con una zona aniquilada semejante al bombardeo en una guerra. El poder del torbellino era tal que el pavimento de las calles fue arrancado por la succión y dejaba una huella de casi un metro en la tierra. La tarde se hizo noche y en la oscuridad, el embudo rugía como una gran locomotora arrojando granizo del tamaño de huevos de gallina. El tornado también golpeó la Universidad de Wilberforce y la Universidad Central del Estado, destruyendo numerosas aulas e hirió a varias personas en cada campus. Otro violento tornado golpeó al oeste de Cincinnati, donde las casas fueron arrancadas de sus cimientos y dos personas murieron en Saylor Park. Otros tornados que golpearon de noche, causaron gravísimos daños en las localidades de Londres y Mason y en las zonas rurales de los condados de Adams y Paulding. Tractores sobre los techos y vacas muertas colgando de los árboles, eran parte del paisaje tras la peor secuencia de tornados de la historia.

Los devastadores daños causados por la super oleada de tornados del 3 de abril de 1974 y en especial el que causó la aniquilación de Xenia, despertaron el interés de científicos en todo el mundo, que se apresuraron en viajar al lugar para estudiar los destrozos causados por este fenómeno meteorológico. Entre los especialistas que arribaron se encontraba el japonés Tetsuya Theodore Fujita, quien quedó espantado por los severos daños y la alta mortalidad que produjeron los vientos ese día.

Fujita quería saber por que algunos tornados fueron más violentos que otros y cuales fueron los motivos para una oleada sin precedente en la historia.

Tras varios meses de investigación y entrevistas con sobrevivientes, Fujita llegó a la conclusión de que no todos los tornados tenían la misma intensidad y duración y que había que clasificarlos en una escala que ayudara a comprender estos fenómenos de la naturaleza.

Para ello, Fujita ideó una escala que va del 1 al 5 y hoy día se la conoce como la “Escala Fujita” que mide la fuerza del tornado, no por sus vientos sino por el daño provocado. De esta manera se supo que los tornados que arrasaron el centro de Estados Unidos ese día fueron de una escala F 3, capaces de causar daños graves, F 4 devastadores y F 5 como el de Xenia, extremadamente destructivos y mortales, estos últimos conocidos en la jerga científica como “El Dedo de Dios”.

Hoy gracias a los descubrimientos de Fujita se sabe más sobre los tornados, la forma en que actúan y las condiciones en que se forman. Se mejoraron los sistemas de alerta temprana y gracias a los avances en la predicción del clima desde 1974, el número de víctimas se redujo significativamente. #

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20 NOV 2010 - 21:59

De todos los fenómenos naturales más impresionantes pero a la vez más cautivantes para la gente, los tornados ocupan un lugar especial. Esto gigantescos embudos de viento y agua que descienden desde las nubes, esconden un poder inimaginable y destructivo. Capaces de volar tejas, los más benévolos, hasta levantar trenes con carga, los más poderosos, los tornados se han manifestado en casi todas partes del mundo de forma repentina y de esa misma forma se retiran.

Estados Unidos es el país que más los sufre cada año en el famoso “corredor de los tornados”. El corredor de los tornados es un área extensa en la parte central del país que va de sur a norte y que tiene las mejores condiciones para la formación de tornados. El área de las Grandes Llanuras es relativamente plana y esto permite que el frío aire polar de Canadá se encuentre con el cálido aire tropical del Golfo de México. Cuando estas dos masas de aire se encuentran, es cuando se forman la mayoría de los más poderosos tornados.

Pero un evento sin precedente ocurrido en abril de 1974 cambiaría la forma de ver a estos verdaderos monstruos de viento cuando una super oleada de tornados destruyó medio país causando decenas de muertos y millones de dólares en pérdidas.

La tragedia de Xenia

La mega tormenta que afectó el 3 de abril de 1974 la zona central de EE.UU., generó 148 tornados en 13 estados y en solo 24 horas. Esa fatídica jornada dejó en total, 315 personas muertas, más de 6.000 heridos, y 27.000 familias que sufrieron pérdidas totales. El tornado F 5 de Xenia, en Ohio, fue el más mortífero ese 3 de abril y causó la mayor cantidad de muertes registrada por un mismo torbellino en un solo lugar. En Ohio, 12 tornados tocaron tierra, matando a 36 personas. El Tornado de Xenia aterrizó a las 4:30 PM, a 15 kilómetros al suroeste de Xenia y entró en la ciudad unos diez minutos más tarde. Con un diámetro de más de un kilómetro y medio, el tornado continuó hacia el noreste en un camino de destrucción de 52 kilómetros a través de Xenia y Wilberforce en el Condado de Clark. El tornado mató a 33 personas entre Xenia y Wilberforce. Cerca de la mitad de los edificios en la ciudad resultaron dañados y fueron destruidos nueve iglesias y 1.333 casas y negocios. Al igual que siete de las doce escuelas de la ciudad. Afortunadamente, el tornado se produjo una hora después de clases, cuando la mayoría de los jóvenes habían partido a sus hogares. El techo y las ventanas del antiguo Palacio de Justicia del condado de Greene volaron por los aires sin ningún problema. Un tren que pasaba por Xenia en el momento que el poderoso tornado avanzaba, fue golpeado por los vientos y 7 de los 47 coches fueron alzados por los aires y derribados cientos de metros fuera de las vías, lo que resultó en la obstrucción de la calle principal del pueblo e impidió que los cuerpos de bomberos pudieran llevar ayuda a los damnificados. Esa tarde, más de 1300 personas fueron atendidas por lesiones en el Green Memorial Hospital. Los pocos restaurantes que no fueron destruidos, repartieron miles de raciones de comida gratuitas a los residentes y trabajadores que participaban del rescate en Xenia. Las caravanas de generadores, iluminación, excavadoras y camiones de carga llegaron durante la noche desde las inmediaciones de la base de la Fuerza Aérea de Wright-Patterson para encontrarse con una zona aniquilada semejante al bombardeo en una guerra. El poder del torbellino era tal que el pavimento de las calles fue arrancado por la succión y dejaba una huella de casi un metro en la tierra. La tarde se hizo noche y en la oscuridad, el embudo rugía como una gran locomotora arrojando granizo del tamaño de huevos de gallina. El tornado también golpeó la Universidad de Wilberforce y la Universidad Central del Estado, destruyendo numerosas aulas e hirió a varias personas en cada campus. Otro violento tornado golpeó al oeste de Cincinnati, donde las casas fueron arrancadas de sus cimientos y dos personas murieron en Saylor Park. Otros tornados que golpearon de noche, causaron gravísimos daños en las localidades de Londres y Mason y en las zonas rurales de los condados de Adams y Paulding. Tractores sobre los techos y vacas muertas colgando de los árboles, eran parte del paisaje tras la peor secuencia de tornados de la historia.

Los devastadores daños causados por la super oleada de tornados del 3 de abril de 1974 y en especial el que causó la aniquilación de Xenia, despertaron el interés de científicos en todo el mundo, que se apresuraron en viajar al lugar para estudiar los destrozos causados por este fenómeno meteorológico. Entre los especialistas que arribaron se encontraba el japonés Tetsuya Theodore Fujita, quien quedó espantado por los severos daños y la alta mortalidad que produjeron los vientos ese día.

Fujita quería saber por que algunos tornados fueron más violentos que otros y cuales fueron los motivos para una oleada sin precedente en la historia.

Tras varios meses de investigación y entrevistas con sobrevivientes, Fujita llegó a la conclusión de que no todos los tornados tenían la misma intensidad y duración y que había que clasificarlos en una escala que ayudara a comprender estos fenómenos de la naturaleza.

Para ello, Fujita ideó una escala que va del 1 al 5 y hoy día se la conoce como la “Escala Fujita” que mide la fuerza del tornado, no por sus vientos sino por el daño provocado. De esta manera se supo que los tornados que arrasaron el centro de Estados Unidos ese día fueron de una escala F 3, capaces de causar daños graves, F 4 devastadores y F 5 como el de Xenia, extremadamente destructivos y mortales, estos últimos conocidos en la jerga científica como “El Dedo de Dios”.

Hoy gracias a los descubrimientos de Fujita se sabe más sobre los tornados, la forma en que actúan y las condiciones en que se forman. Se mejoraron los sistemas de alerta temprana y gracias a los avances en la predicción del clima desde 1974, el número de víctimas se redujo significativamente. #