Crimen de un bebé: “Ese hijo era un problema y ella lo resolvió tratando de evitarlo”

Andrea Ruiz está acusada de asesinar a su bebé recién nacido y ocultarlo detrás de un inodoro. Ayer testimoniaron una psicóloga y una psiquiatra forense sobre la imputada.

08 ABR 2021 - 20:22 | Actualizado

A lo largo de toda la jornada de ayer, se concretó la tercera jornada de debate por un hecho acontecido el pasado 14 de diciembre de 2018 en un domicilio particular de la calle 10 de Noviembre del barrio Quirno Costa de Comodoro Rivadavia y que tiene a Andrea Ruiz como imputada de asesinar a su bebé recién nacida.

Luego de escuchar los testimonios de una psicóloga forense local y de una psiquiatra forense de Puerto Madryn, más las declaraciones de familiares de la imputada y su psicóloga, se concluyó con la incorporación de la prueba testimonial del caso.

Después de un cuarto intermedio se procedió a la incorporación de la prueba documental de la causa. El próximo lunes 12, a las 9, serán los alegatos finales de las partes.

El tribunal de debate fue presidido por la magistrada Raquel Tassello e integrado por los jueces penales Mariel Suárez (en forma presencial) y Alejandro Soñis (por videoconferencia). El Ministerio Público Fiscal fue representado por la fiscal general Cecilia Codina, fiscal general y la procuradora de Fiscalía, Eve Ponce; en tanto que la defensa de la imputada fue ejercida por Mauro Fonteñez y Fiorella Picón, abogados particulares de la misma.

Violencia y abandono

La primera testigo de la fecha fue la psicóloga forense, Mariana Sánchez, que realizó tres entrevistas y test proyectivo a la imputada. Dijo la profesional que ésta se presenta de “ánimo estable” y sus “funciones cognitivas de percepción, atención y memoria” eran normales. Refirió a su historia vital que venía de “un contexto de familia disfuncional, con situaciones de violencia y abandono y que su relación de pareja casi terminada no era buena”.

Esa situación repercutió en su personalidad, con baja estima, inseguridad y dificultad en tomar decisiones. Tuvo una relación ocasional con otra persona y quedó embarazada, por lo que lo ocultaba; esto lo vivió como una situación traumática y conflictiva. Vivió el embarazo como una negación, una evitación. “Ese hijo era un problema y ella lo terminó resolviendo con la evitación”, por “su situación emocional no pudo vincularse con el embarazo”.

Seguidamente, la psiquiatra forense de Puerto Madryn, Vanina Botta, se refirió a una evaluación pericial psiquiátrica que realizara a la imputada, que es el “estudio de las funciones mentales a través de la semiología psiquiátrica”. Comprendía, entendía y tenía un manejo autónomo de la personalidad. No mostraba ningún trastorno mental completo o incompleto.

Ocultamiento

Los rasgos que subyacen a su personalidad es el ocultamiento de lo afectivo y frialdad. Realizaba disociación como consecuencia de su desprotección y rechazo por parte de sus progenitores; concluyendo que la imputada no presentaba ningún cuadro patológico (relacionado a las fases patológicas del puerperio), entendía y comprendía su situación, no se detectan estos trastornos frecuentes del puerperio, ni trastornos psíquicos, indicó una gacetilla de la Fiscalía.

Entre los testigos de descargo se escuchó la palabra de una hija de la imputada quién se refirió a su padre como muy controlador y que ejercía violencia física y psicológica en contra de su madre.

Asimismo su psicóloga se refirió al “síndrome de indefensión aprehendida” que sufren las víctimas de maltrato. Con una autoestima baja, casi inexistente. Los problemas que tuvo su paciente durante la infancia no le permitieron actuar adecuadamente frente a un embarazo no deseado, sostuvo. Sugiriendo que pudo sufrir una “amnesia temporal” en ese momento.

Finalmente, se escuchó la palabra de dos hermanas de la imputada y de un especialista en tocoginecología y legista; y luego de un cuarto intermedio de los jueces se produjo la incorporación de la prueba documental del caso.#

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08 ABR 2021 - 20:22

A lo largo de toda la jornada de ayer, se concretó la tercera jornada de debate por un hecho acontecido el pasado 14 de diciembre de 2018 en un domicilio particular de la calle 10 de Noviembre del barrio Quirno Costa de Comodoro Rivadavia y que tiene a Andrea Ruiz como imputada de asesinar a su bebé recién nacida.

Luego de escuchar los testimonios de una psicóloga forense local y de una psiquiatra forense de Puerto Madryn, más las declaraciones de familiares de la imputada y su psicóloga, se concluyó con la incorporación de la prueba testimonial del caso.

Después de un cuarto intermedio se procedió a la incorporación de la prueba documental de la causa. El próximo lunes 12, a las 9, serán los alegatos finales de las partes.

El tribunal de debate fue presidido por la magistrada Raquel Tassello e integrado por los jueces penales Mariel Suárez (en forma presencial) y Alejandro Soñis (por videoconferencia). El Ministerio Público Fiscal fue representado por la fiscal general Cecilia Codina, fiscal general y la procuradora de Fiscalía, Eve Ponce; en tanto que la defensa de la imputada fue ejercida por Mauro Fonteñez y Fiorella Picón, abogados particulares de la misma.

Violencia y abandono

La primera testigo de la fecha fue la psicóloga forense, Mariana Sánchez, que realizó tres entrevistas y test proyectivo a la imputada. Dijo la profesional que ésta se presenta de “ánimo estable” y sus “funciones cognitivas de percepción, atención y memoria” eran normales. Refirió a su historia vital que venía de “un contexto de familia disfuncional, con situaciones de violencia y abandono y que su relación de pareja casi terminada no era buena”.

Esa situación repercutió en su personalidad, con baja estima, inseguridad y dificultad en tomar decisiones. Tuvo una relación ocasional con otra persona y quedó embarazada, por lo que lo ocultaba; esto lo vivió como una situación traumática y conflictiva. Vivió el embarazo como una negación, una evitación. “Ese hijo era un problema y ella lo terminó resolviendo con la evitación”, por “su situación emocional no pudo vincularse con el embarazo”.

Seguidamente, la psiquiatra forense de Puerto Madryn, Vanina Botta, se refirió a una evaluación pericial psiquiátrica que realizara a la imputada, que es el “estudio de las funciones mentales a través de la semiología psiquiátrica”. Comprendía, entendía y tenía un manejo autónomo de la personalidad. No mostraba ningún trastorno mental completo o incompleto.

Ocultamiento

Los rasgos que subyacen a su personalidad es el ocultamiento de lo afectivo y frialdad. Realizaba disociación como consecuencia de su desprotección y rechazo por parte de sus progenitores; concluyendo que la imputada no presentaba ningún cuadro patológico (relacionado a las fases patológicas del puerperio), entendía y comprendía su situación, no se detectan estos trastornos frecuentes del puerperio, ni trastornos psíquicos, indicó una gacetilla de la Fiscalía.

Entre los testigos de descargo se escuchó la palabra de una hija de la imputada quién se refirió a su padre como muy controlador y que ejercía violencia física y psicológica en contra de su madre.

Asimismo su psicóloga se refirió al “síndrome de indefensión aprehendida” que sufren las víctimas de maltrato. Con una autoestima baja, casi inexistente. Los problemas que tuvo su paciente durante la infancia no le permitieron actuar adecuadamente frente a un embarazo no deseado, sostuvo. Sugiriendo que pudo sufrir una “amnesia temporal” en ese momento.

Finalmente, se escuchó la palabra de dos hermanas de la imputada y de un especialista en tocoginecología y legista; y luego de un cuarto intermedio de los jueces se produjo la incorporación de la prueba documental del caso.#


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