Exoneraron a una maestra jardinera y a un portero condenados por abuso sexual de menores

En una semana, el Gobierno de la Provincia exoneró a un portero y a una maestra jardinera condenados por abuso sexual de menores, ambos con responsabilidad confirmada en segunda instancia y hasta tercera instancia.

11 JUL 2021 - 20:33 | Actualizado

Por Rolando Tobarez / @rtobarez

El caso más grave es el de Bárbara María De Cristófano. Fue sentenciada a 16 años de cárcel por abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante agravado por el vínculo y la situación de convivencia, en carácter de autora y partícipe primario. La víctima fue un familiar suyo que sufrió el delito entre sus 5 y sus 9 años de edad. El decreto 454 que la despidió del Estado, fechado el 16 de junio, se publicó en la semana que pasó.

De Cristófano es una de las dos imputadas del célebre caso de Puerto Pirámides. El otro condenado del mismo expediente fue el exconcejal Julián Morón, a 14 años, su pareja. La causa tiene sentencia confirmada por la Cámara Penal de Puerto Madryn en octubre de 2019 y se espera el fallo del Superior Tribunal de Justicia ante la apelación de la defensa.

En otro orden, el decreto 450, fechado el mismo día del Caso De Cristófano, dio por concluido el sumario administrativo y exoneró a Pascual Loncon. Era un portero de una escuela de Esquel y los episodios ocurrieron en 2017.

Un alumno de 12 años, junto con tres compañeros de clase se retiraban del establecimiento un mediodía de mayo. En el pasillo los interceptó Loncon, el único que quedaba. Le llamó la atención a la víctima por una presunta indisciplina y lo conminó a subir a un aula del primer piso.

El portero, aprovechando la juventud del chico y su relación jerárquica, cometió abuso sexual simple con él, con abrazos y tocamientos. El niño se paralizó.

La víctima debió cambiar de escuela y dejar la que había elegido para seguir sus estudios secundarios. Se separó de su grupo de compañeros, los primeros que supieron del hecho y lo acompañaron a hablar al personal de la escuela. Bajó su rendimiento escolar y sufrió trastornos en la alimentación y aumento de peso.

Hubo una primera condena pero según el Superior Tribunal de Justicia, el hecho de haber sido preceptor del chico no era un agravante para su conducta. En marzo de 2020 el empleado finalmente fue sentenciado a dos años de prisión condicional.

Cárcel innecesaria

El juez Jorge Criado explicó en ese momento que “a los fines de la correcta aplicación de los indicativos constitucionales, en orden a la resocialización del imputado, entiendo que el cumplimiento de la pena privativa de la libertad resulta innecesario en el caso”, según el parte de prensa de la época del Ministerio Público Fiscal de Esquel.

De Cristófano y Loncon no podrán volver a trabajar en el Estado.#

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11 JUL 2021 - 20:33

Por Rolando Tobarez / @rtobarez

El caso más grave es el de Bárbara María De Cristófano. Fue sentenciada a 16 años de cárcel por abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante agravado por el vínculo y la situación de convivencia, en carácter de autora y partícipe primario. La víctima fue un familiar suyo que sufrió el delito entre sus 5 y sus 9 años de edad. El decreto 454 que la despidió del Estado, fechado el 16 de junio, se publicó en la semana que pasó.

De Cristófano es una de las dos imputadas del célebre caso de Puerto Pirámides. El otro condenado del mismo expediente fue el exconcejal Julián Morón, a 14 años, su pareja. La causa tiene sentencia confirmada por la Cámara Penal de Puerto Madryn en octubre de 2019 y se espera el fallo del Superior Tribunal de Justicia ante la apelación de la defensa.

En otro orden, el decreto 450, fechado el mismo día del Caso De Cristófano, dio por concluido el sumario administrativo y exoneró a Pascual Loncon. Era un portero de una escuela de Esquel y los episodios ocurrieron en 2017.

Un alumno de 12 años, junto con tres compañeros de clase se retiraban del establecimiento un mediodía de mayo. En el pasillo los interceptó Loncon, el único que quedaba. Le llamó la atención a la víctima por una presunta indisciplina y lo conminó a subir a un aula del primer piso.

El portero, aprovechando la juventud del chico y su relación jerárquica, cometió abuso sexual simple con él, con abrazos y tocamientos. El niño se paralizó.

La víctima debió cambiar de escuela y dejar la que había elegido para seguir sus estudios secundarios. Se separó de su grupo de compañeros, los primeros que supieron del hecho y lo acompañaron a hablar al personal de la escuela. Bajó su rendimiento escolar y sufrió trastornos en la alimentación y aumento de peso.

Hubo una primera condena pero según el Superior Tribunal de Justicia, el hecho de haber sido preceptor del chico no era un agravante para su conducta. En marzo de 2020 el empleado finalmente fue sentenciado a dos años de prisión condicional.

Cárcel innecesaria

El juez Jorge Criado explicó en ese momento que “a los fines de la correcta aplicación de los indicativos constitucionales, en orden a la resocialización del imputado, entiendo que el cumplimiento de la pena privativa de la libertad resulta innecesario en el caso”, según el parte de prensa de la época del Ministerio Público Fiscal de Esquel.

De Cristófano y Loncon no podrán volver a trabajar en el Estado.#


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