“Bonita”: reclamo de justicia que sigue movilizando
La matanza salvaje de la yegua “Bonita” –filmada y subida a las redes por sus autores-, generó el 22 de junio el repudio de buena parte de la comunidad de El Bolsón.
“No sabía que era robada, me pidieron la gauchada de degollarla a cambio de un cachito de carne”, dijo ante el juez C.A. (38), el segundo imputado por el hecho. Tendrá prisión preventiva por dos meses, al igual que M.D.M., un peluquero de 25 años sindicado como el autor principal del abigeato.
El domingo, una marcha con cientos de vecinos y gauchos a caballo recorrió la ciudad, para culminar con un acto donde entregaron un petitorio al intendente Bruno Pogliano reclamando “medidas concretas para evitar que se sigan repitiendo este tipo de casos, incluyendo el maltrato, los robos y el asesinato de los animales”.
El dueño de “Bonita”, Darío Eggers, insistió con que “se cumpla la ley y se aplique con todo su peso a los culpables, con cárcel de cinco a diez años y no que queden dos meses entre rejas y luego los veamos en la calle, como siempre. Lo que hicieron a mi yegua fue la gota que rebalsó el vaso, pero vienen haciendo esto desde hace tiempo. Es gente que también se dedica a otro tipo de cosas, no sólo robar caballos. Ahora, la mayor parte del pueblo está decidida a comprometerse y no dejar pasar más estas situaciones, vamos a seguir marchando y juntando firmas para pedir justicia”.
La movilización convocó a referentes de la Sociedad Protectora de Animales, profesionales dedicados a la equinoterapia, “a quienes el año pasado robaron un caballo entrenado para trabajar con chicos discapacitados”; además “del grupo de vareadores del Club Hípico local, quienes justo un mes antes sufrieron el hurto de un caballo preparado para su trabajo”, graficó el vocero.
Acerca del destino de la potranca de seis meses -hija de “Bonita”-, se llama “Argentina”. Está muy bien cuidada en el Hípico. “Es una gran familia y nos dieron un apoyo grande”.
En respuesta a las críticas de los que también consideran “maltrato animal” el uso de equinos en carreras y jineteadas, Eggers recordó que “soy un socio activo de nuestro Hípico. A quien piense diferente lo invito a que visite las instalaciones y saque sus propias conclusiones luego de ver cualquiera de los boxes, donde van a abrir las puertas para que vea las condiciones en que están los caballos y la forma en que son entrenados. Está todo a la vista y constantemente son revisados por veterinarios”, concluyó.
La causa que lleva adelante el fiscal Francisco Arrien expresa que “entre las 15 y las 19 del 22 de junio, el acusado junto al otro imputado y otras personas aún no individualizadas, en un baldío se apoderaron ilegítimamente de una yegua de tres años, de pelaje bayo, que pastaba. La habrían trasladado al domicilio del otro hombre imputado, lugar donde fue ultimada en forma cruenta, aplicando cortes con cuchillo en su lomo y cuello y golpes en la cabeza. Faenaron el animal de forma clandestina con el fin de comercializar su carne, violando las leyes de maltrato animal y las reglas establecidas por las leyes de policía sanitaria animal”.
En la audiencia en Bariloche, se describió que en un allanamiento “se secuestró un cuchillo y ropas asociadas al hecho, una soga con manchas de sangre, junto a la cabeza del animal y una pata disimuladas en dos pozos de desagüe”. El juez impuso a los acusados dos meses de prisión preventiva domiciliaria con tobillera, “en particular por el posible entorpecimiento a la investigación, dado que la mayoría de los testigos son vecinos”.
“No sabía que era robada, me pidieron la gauchada de degollarla a cambio de un cachito de carne”, dijo ante el juez C.A. (38), el segundo imputado por el hecho. Tendrá prisión preventiva por dos meses, al igual que M.D.M., un peluquero de 25 años sindicado como el autor principal del abigeato.
El domingo, una marcha con cientos de vecinos y gauchos a caballo recorrió la ciudad, para culminar con un acto donde entregaron un petitorio al intendente Bruno Pogliano reclamando “medidas concretas para evitar que se sigan repitiendo este tipo de casos, incluyendo el maltrato, los robos y el asesinato de los animales”.
El dueño de “Bonita”, Darío Eggers, insistió con que “se cumpla la ley y se aplique con todo su peso a los culpables, con cárcel de cinco a diez años y no que queden dos meses entre rejas y luego los veamos en la calle, como siempre. Lo que hicieron a mi yegua fue la gota que rebalsó el vaso, pero vienen haciendo esto desde hace tiempo. Es gente que también se dedica a otro tipo de cosas, no sólo robar caballos. Ahora, la mayor parte del pueblo está decidida a comprometerse y no dejar pasar más estas situaciones, vamos a seguir marchando y juntando firmas para pedir justicia”.
La movilización convocó a referentes de la Sociedad Protectora de Animales, profesionales dedicados a la equinoterapia, “a quienes el año pasado robaron un caballo entrenado para trabajar con chicos discapacitados”; además “del grupo de vareadores del Club Hípico local, quienes justo un mes antes sufrieron el hurto de un caballo preparado para su trabajo”, graficó el vocero.
Acerca del destino de la potranca de seis meses -hija de “Bonita”-, se llama “Argentina”. Está muy bien cuidada en el Hípico. “Es una gran familia y nos dieron un apoyo grande”.
En respuesta a las críticas de los que también consideran “maltrato animal” el uso de equinos en carreras y jineteadas, Eggers recordó que “soy un socio activo de nuestro Hípico. A quien piense diferente lo invito a que visite las instalaciones y saque sus propias conclusiones luego de ver cualquiera de los boxes, donde van a abrir las puertas para que vea las condiciones en que están los caballos y la forma en que son entrenados. Está todo a la vista y constantemente son revisados por veterinarios”, concluyó.
La causa que lleva adelante el fiscal Francisco Arrien expresa que “entre las 15 y las 19 del 22 de junio, el acusado junto al otro imputado y otras personas aún no individualizadas, en un baldío se apoderaron ilegítimamente de una yegua de tres años, de pelaje bayo, que pastaba. La habrían trasladado al domicilio del otro hombre imputado, lugar donde fue ultimada en forma cruenta, aplicando cortes con cuchillo en su lomo y cuello y golpes en la cabeza. Faenaron el animal de forma clandestina con el fin de comercializar su carne, violando las leyes de maltrato animal y las reglas establecidas por las leyes de policía sanitaria animal”.
En la audiencia en Bariloche, se describió que en un allanamiento “se secuestró un cuchillo y ropas asociadas al hecho, una soga con manchas de sangre, junto a la cabeza del animal y una pata disimuladas en dos pozos de desagüe”. El juez impuso a los acusados dos meses de prisión preventiva domiciliaria con tobillera, “en particular por el posible entorpecimiento a la investigación, dado que la mayoría de los testigos son vecinos”.