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El papa Francisco les pidió hoy a los jóvenes de Eslovaquia que "no escuchen a los manipuladores de felicidad", como consideró a "quien les habla de sueños y en cambio les vende ilusiones" durante su tercer día de actividades en el país europeo.

14 SEP 2021 - 10:21 | Actualizado

"Los grandes sueños no son el coche potente, la ropa de moda o el viaje transgresor. No escuchen a quien les habla de sueños y en cambio les vende ilusiones, son manipuladores de felicidad", planteó el Papa ante unos 20.000 jóvenes que se reunieron en el estadio Lokomotiva de Kosice, 312 kilómetros al este de la capital Bratislava.

"Rieguen las raíces, vayan a ver a sus abuelos, les hará bien; háganles preguntas, dediquen tiempo a escuchar sus historias", los animó Jorge Bergoglio, de 84 años, que llegó el domingo a Eslovaquia para una visita que terminará mañana.

En su discurso, el Papa planteó que "hoy se corre el peligro de crecer desarraigados, porque tendemos a correr, a hacerlo todo de prisa".

"Lo que vemos en internet nos puede llegar rápidamente a casa, basta un clic y personas y cosas aparecen en la pantalla. Y luego resulta que se vuelven más familiares que los rostros de quienes nos han engendrado", lamentó.

"Llenos de mensajes virtuales, corremos el riesgo de perder las raíces reales", les advirtió.

La última vez que un representante del Vaticano llegó al estadio Lokomotiva fue el 1 de septiembre de 2018, cuando el entonces prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Becciu, beatificó a la joven de Kosice Anna Kolesarova, asesinada por un soldado soviético en 1944 tras resistirse a ser violada.

En una jornada en la que celebró la Divina Liturgia para los greco-católicos, mayoritarios en el este eslovaco, y luego de visitar un distrito gitano de Kosice, el Papa desechó frente a los jóvenes las teorías que promueven "que cada uno se ocupe de lo suyo".

"Queridos jóvenes, no se dejen condicionar por esto, por lo que no funciona, por el mal que hace estragos. No se dejen aprisionar por la tristeza o el desánimo resignado de quien dice que nunca cambiará nada", les dijo.

"Si se cree en esto uno se enferma de pesimismo. Se envejece por dentro. Y se envejece siendo jóvenes", planteó.

14 SEP 2021 - 10:21

"Los grandes sueños no son el coche potente, la ropa de moda o el viaje transgresor. No escuchen a quien les habla de sueños y en cambio les vende ilusiones, son manipuladores de felicidad", planteó el Papa ante unos 20.000 jóvenes que se reunieron en el estadio Lokomotiva de Kosice, 312 kilómetros al este de la capital Bratislava.

"Rieguen las raíces, vayan a ver a sus abuelos, les hará bien; háganles preguntas, dediquen tiempo a escuchar sus historias", los animó Jorge Bergoglio, de 84 años, que llegó el domingo a Eslovaquia para una visita que terminará mañana.

En su discurso, el Papa planteó que "hoy se corre el peligro de crecer desarraigados, porque tendemos a correr, a hacerlo todo de prisa".

"Lo que vemos en internet nos puede llegar rápidamente a casa, basta un clic y personas y cosas aparecen en la pantalla. Y luego resulta que se vuelven más familiares que los rostros de quienes nos han engendrado", lamentó.

"Llenos de mensajes virtuales, corremos el riesgo de perder las raíces reales", les advirtió.

La última vez que un representante del Vaticano llegó al estadio Lokomotiva fue el 1 de septiembre de 2018, cuando el entonces prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Becciu, beatificó a la joven de Kosice Anna Kolesarova, asesinada por un soldado soviético en 1944 tras resistirse a ser violada.

En una jornada en la que celebró la Divina Liturgia para los greco-católicos, mayoritarios en el este eslovaco, y luego de visitar un distrito gitano de Kosice, el Papa desechó frente a los jóvenes las teorías que promueven "que cada uno se ocupe de lo suyo".

"Queridos jóvenes, no se dejen condicionar por esto, por lo que no funciona, por el mal que hace estragos. No se dejen aprisionar por la tristeza o el desánimo resignado de quien dice que nunca cambiará nada", les dijo.

"Si se cree en esto uno se enferma de pesimismo. Se envejece por dentro. Y se envejece siendo jóvenes", planteó.


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