Brenda Díaz: creativa y guerrera como Riquelme, maestra mayor de obras y estudiante de Ingeniería

Es enganche de Alianza Fontana Oeste.

Brenda se las ingenia para brillar en el trabajo, el fútbol y el estudio.
16 SEP 2021 - 20:21 | Actualizado

Por Francisco Caputo

Machona”, era el grito que recibía con frecuencia al jugar con varones en los playones del barrio. Con talento y una osada personalidad, le hacía un caño al autor de la frase, con la misión de dejarlo en ridículo. “Me defiendo jugando. Si alguien me quiere decir algo, voy y le meto un cañito o al menos trato”, dice.

Esa destreza para dominar el balón y una personalidad audaz le valieron a Brenda Díaz, un nuevo apodo: Riquelme. Esos atributos la guiaron a destacarse en la Liga del Valle. Brenda, de 23 años, es una de las figuras de Alianza Fontana Oeste de Puerto Madryn, vigente subcampeón y actual protagonista del torneo oficial.

Fuera de los estadios, también rompe moldes. A la par del balompié, la enganche hace algo inusual para un futbolista: estudia una carrera universitaria. Además, es maestra mayor de obra y es gasista matriculada.

Adoradora de Neymar, Dani Alves y el fútbol femenino mexicano (NdR: simpatiza por Tigres), en algún punto se considera feminista. “Tenemos los mismos derechos de hacer lo que nos parezca, tanto en el fútbol, como en la vida cotidiana”, disparó.

Revolución en los botines

Brenda rompió estereotipos desde que nació. “Podría decirse que mi carrera de jugadora empezó al año de vida, ja. No sabía caminar pero mi papá Jorge me regaló una pelota. Él me enseñó a jugar”, narró. Su infancia fue un permanente quiebre de mitos.

“Tengo cuatro hermanos (NdR: Samuel, Nazareno, Lautaro y Josué) pero la única que juega a este hermoso deporte soy yo. Soy la única de los cinco a la que el fútbol la apasiona”, explicó la joven del barrio San Miguel.

“De chiquita, mi mamá (NdR: Soledad Caucaman) siempre me regalaba muñecas para que jugara, pero no había caso. A mi me gustaba jugar al fútbol, jajajaja (sic). A mi tráeme un fulbito (sic) que con eso soy feliz”, expresó radiante. Combinar esa pasión naciente con la realidad no fue una tarea simple. Como muchas mujeres de su edad, Brenda empezó jugando con varones. La posibilidad de acceso al fútbol para la mujer acotada. Eso le permitió desarrollar su habilidad innata.

“Me crié jugando así, y continuamos. Siento que jugando contra chicos se aprende más; llevan muchas mañas y de todos aprendés algo”, puntualizó.

Ahí empezó a tirar los citados caños citados. “El fútbol es un deporte sin género. Hay una explosión del fútbol femenino en la actualidad. Conozco casos donde la mujer juega al fútbol y el padre se queda cuidando los chicos”, comentó.

El crecimiento

Al avanzar de edad, empezó a participar en torneos femeninos infanto-juveniles. “A los ocho años, mi papá armó un equipo para que pudiera jugar yo. Era super difícil jugar con las grandes. Pero a mí me gustaba, como te imaginaras. Solía salir llorando de los partidos. Pero me secaba las lágrimas y seguía adelante”, explicó.

El esfuerzo dio frutos. “Mi papá siguió armando equipos. Alrededor de 2013, decidimos participar en los Evita con las chicas del barrio. El equipo se llamaba Academia Women Sports y nos anotamos para competir. Ganamos todas las instancias previas y jugamos la instancia final en Mar del Plata. Mucha felicidad”, indicó.

Sus condiciones la depositaron eventualmente en la Liga del Valle, que a partir del 2014 tiene un certamen de mujeres. Jugó anteriormente en Alumni, Deportivo Madryn y La Ribera antes de desembarcar y brillar en Alianza, animador reciente de los certámenes. Además, fue convocada al seleccionado femenino liguista.

En la actualidad, es protagonista en la Zona A, donde cosecha goleadas. El pasado fin de semana, en la cuarta fecha, con un triplete suyo, vapulearon a La Ribera por 10-1.

“Vamos bien, hasta ahora les ganamos a todos menos a Racing en Trelew, que tiene un equipo fuerte”, acotó.

Académica y feminista

A la par de su pasión en el césped, Brenda desarrolla su vocación por la construcción. “Entré al colegio técnico porque me gustaba la construcción. Elegí la orientación de Maestra Mayor de Obra (MMO) en 4to año. Mi papá en su momento fue albañil. En los viajes con el equipo, puedo cansar a mi compañera de asiento sobre las obras que veo en la ruta”, indicó

“Me tiré hacia la Ingeniería porque en el transcurso de la carrera de MMO, veíamos ambos rubros (arquitectura e ingeniería), pero me gustaba mucho la relación hierro/cemento; hasta hoy en día, me atrae mucho lo que son vistas de obra y demás”, explicó Brenda.

A esto le añade trabajos de planeamiento en el municipio local por las mañanas y labores de MMO y gasisAtas por la tarde. “a mi me gusta estar así de activa”, comentó.

Su visión feminista no solo la aplica en el fútbol. “La gente no está acostumbrada a ver mujeres que hagan los oficios que yo hago. El otro día hablaba con un cliente y me dijo: ´No se suelen ver mujeres en este rubro´. Yo le dije que es algo que me gusta y está bueno”, sentenció.

“No acompaño el pensamiento que se mantiene hasta hoy en día presente en que una mujer está hecha solo para ser ama de casa; para mí una mujer es libre y puede hacer lo que anhele o desee. Si le gusta jugar al fútbol bien, vaya, hágalo”, concluyó.

Brenda Díaz, la Riquelme valletana que derrumba mitos tirando caños y elaborando planos.

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Brenda se las ingenia para brillar en el trabajo, el fútbol y el estudio.
16 SEP 2021 - 20:21

Por Francisco Caputo

Machona”, era el grito que recibía con frecuencia al jugar con varones en los playones del barrio. Con talento y una osada personalidad, le hacía un caño al autor de la frase, con la misión de dejarlo en ridículo. “Me defiendo jugando. Si alguien me quiere decir algo, voy y le meto un cañito o al menos trato”, dice.

Esa destreza para dominar el balón y una personalidad audaz le valieron a Brenda Díaz, un nuevo apodo: Riquelme. Esos atributos la guiaron a destacarse en la Liga del Valle. Brenda, de 23 años, es una de las figuras de Alianza Fontana Oeste de Puerto Madryn, vigente subcampeón y actual protagonista del torneo oficial.

Fuera de los estadios, también rompe moldes. A la par del balompié, la enganche hace algo inusual para un futbolista: estudia una carrera universitaria. Además, es maestra mayor de obra y es gasista matriculada.

Adoradora de Neymar, Dani Alves y el fútbol femenino mexicano (NdR: simpatiza por Tigres), en algún punto se considera feminista. “Tenemos los mismos derechos de hacer lo que nos parezca, tanto en el fútbol, como en la vida cotidiana”, disparó.

Revolución en los botines

Brenda rompió estereotipos desde que nació. “Podría decirse que mi carrera de jugadora empezó al año de vida, ja. No sabía caminar pero mi papá Jorge me regaló una pelota. Él me enseñó a jugar”, narró. Su infancia fue un permanente quiebre de mitos.

“Tengo cuatro hermanos (NdR: Samuel, Nazareno, Lautaro y Josué) pero la única que juega a este hermoso deporte soy yo. Soy la única de los cinco a la que el fútbol la apasiona”, explicó la joven del barrio San Miguel.

“De chiquita, mi mamá (NdR: Soledad Caucaman) siempre me regalaba muñecas para que jugara, pero no había caso. A mi me gustaba jugar al fútbol, jajajaja (sic). A mi tráeme un fulbito (sic) que con eso soy feliz”, expresó radiante. Combinar esa pasión naciente con la realidad no fue una tarea simple. Como muchas mujeres de su edad, Brenda empezó jugando con varones. La posibilidad de acceso al fútbol para la mujer acotada. Eso le permitió desarrollar su habilidad innata.

“Me crié jugando así, y continuamos. Siento que jugando contra chicos se aprende más; llevan muchas mañas y de todos aprendés algo”, puntualizó.

Ahí empezó a tirar los citados caños citados. “El fútbol es un deporte sin género. Hay una explosión del fútbol femenino en la actualidad. Conozco casos donde la mujer juega al fútbol y el padre se queda cuidando los chicos”, comentó.

El crecimiento

Al avanzar de edad, empezó a participar en torneos femeninos infanto-juveniles. “A los ocho años, mi papá armó un equipo para que pudiera jugar yo. Era super difícil jugar con las grandes. Pero a mí me gustaba, como te imaginaras. Solía salir llorando de los partidos. Pero me secaba las lágrimas y seguía adelante”, explicó.

El esfuerzo dio frutos. “Mi papá siguió armando equipos. Alrededor de 2013, decidimos participar en los Evita con las chicas del barrio. El equipo se llamaba Academia Women Sports y nos anotamos para competir. Ganamos todas las instancias previas y jugamos la instancia final en Mar del Plata. Mucha felicidad”, indicó.

Sus condiciones la depositaron eventualmente en la Liga del Valle, que a partir del 2014 tiene un certamen de mujeres. Jugó anteriormente en Alumni, Deportivo Madryn y La Ribera antes de desembarcar y brillar en Alianza, animador reciente de los certámenes. Además, fue convocada al seleccionado femenino liguista.

En la actualidad, es protagonista en la Zona A, donde cosecha goleadas. El pasado fin de semana, en la cuarta fecha, con un triplete suyo, vapulearon a La Ribera por 10-1.

“Vamos bien, hasta ahora les ganamos a todos menos a Racing en Trelew, que tiene un equipo fuerte”, acotó.

Académica y feminista

A la par de su pasión en el césped, Brenda desarrolla su vocación por la construcción. “Entré al colegio técnico porque me gustaba la construcción. Elegí la orientación de Maestra Mayor de Obra (MMO) en 4to año. Mi papá en su momento fue albañil. En los viajes con el equipo, puedo cansar a mi compañera de asiento sobre las obras que veo en la ruta”, indicó

“Me tiré hacia la Ingeniería porque en el transcurso de la carrera de MMO, veíamos ambos rubros (arquitectura e ingeniería), pero me gustaba mucho la relación hierro/cemento; hasta hoy en día, me atrae mucho lo que son vistas de obra y demás”, explicó Brenda.

A esto le añade trabajos de planeamiento en el municipio local por las mañanas y labores de MMO y gasisAtas por la tarde. “a mi me gusta estar así de activa”, comentó.

Su visión feminista no solo la aplica en el fútbol. “La gente no está acostumbrada a ver mujeres que hagan los oficios que yo hago. El otro día hablaba con un cliente y me dijo: ´No se suelen ver mujeres en este rubro´. Yo le dije que es algo que me gusta y está bueno”, sentenció.

“No acompaño el pensamiento que se mantiene hasta hoy en día presente en que una mujer está hecha solo para ser ama de casa; para mí una mujer es libre y puede hacer lo que anhele o desee. Si le gusta jugar al fútbol bien, vaya, hágalo”, concluyó.

Brenda Díaz, la Riquelme valletana que derrumba mitos tirando caños y elaborando planos.