Ene Ene, una revista para mujeres empoderadas

Hoy se inaugura una revista digital para el género. Su directora, Brenda Czabanyi contó su historia de vida.

31 OCT 2021 - 20:13 | Actualizado

Por Martín Tacón

Un espacio para mujeres que tienen algo que contar. Un lugar donde las historias de empoderamiento, superación y orgullo encuentran su campo de acción. Donde las heroínas locales tienen voz y pueden expresarse. Una revista digital, llamada Ene Ene, de personas desconocidas que empezarán a ser visibilizadas.

“Somos las historias que nos contamos”, dice Brenda Czabanyi, fundadora de este flamante emprendimiento que se inaugura hoy. “Las mujeres estamos cansadas de ver lo mismo. Los medios son machistas y no hay contenido interesante. Hacía falta algo local”.

Mujeres especializadas en diversas áreas escribirán columnas. Influencers, youtubers, blogueras y mujeres con historias. Saldrán disparadores temáticos por redes sociales, y los artículos podrán leerse en la web. “Conozco muchas mujeres que pasaron de fracaso en fracaso y hoy están encontrando la veta”, cuenta Brenda. “La revista va a tratar temas que no se están tocando y las generadoras de contenido serán locales”.

Está dedicada a mujeres, pero también participarán hombres. “Busqué temas fuertes como sexo, tabú y maternidad en 2021. Hay muchas mujeres con historias heavy. Al verlas uno no se imagina las cosas que pasaron. En la revista, todas tienen una historia. Queremos que la mujer que la lea se sienta empoderada y diga ‘che, si fulana puede, yo también puedo’”.

En la primera edición se podrán ver, entre otras cosas, las hilarantes anécdotas de una joven que escribe con sarcasmo sobre sus fracasos amorosos, la historia de una madrynense talla XXL que es modelo de Adidas y Avon, y una entrevista con una visionaria mujer que lleva adelante un emprendimiento en Trelew.

Un adelanto: “Va a haber una chica encargada de astrología, una que habla de deconstrucción femenina y tiene una comunidad de 58 mil personas en Facebook, un ilustrador caricaturista y un trelewense que hace reseñas para Netflix Argentina”.

Hablar de sexo sin tapujos y destrabar tabúes sexuales será un eje temático crucial. “Hace unos años mi hijo manifestó su libertad sexual”, cuenta Brenda. “Yo veo que él con 13 años no tiene dramas, sus amigos son homosexuales, bisexuales o transgénero, viven en otra cultura. Estaría bueno que una madre no tenga que ir a una revista como Para Ti o Rolling Stone, sino tener contenido local de gente de acá que escriba sobre esos temas”.

Algunas/os de las/os columnistas: Ariela Port (nutrición), Ariela Álvarez (maternidad), Eleonora Rudski (astrología), Laura Judo (relaciones), Noelia Vasil (deconstrucción femenina), Valentina Ñonquepán (poesía y ecología), Pamela Llamba (asesoramiento de imagen), Laura Bravo (maquillaje), Camila Ramos (diseñadora de interiores), Liliana Cassete (restauradora de muebles), Agustín Morejón (Netflix), Agustín Aranda (ilustrador), Leandro Hihn (turismo).

Su historia de vida

Brenda Czabanyi tiene 35 años y es de Trelew. Es madre soltera con dos hijos. Su historia está marcada por el optimismo y el triunfo frente a las adversidades. A los 15 años, alejada de su familia, enfrentó el mundo por su cuenta. “Yo salía de la escuela, iba a trabajar y veía al azar dónde comer y dónde dormir”, cuenta. A pesar de las dificultades, fue becada en la escuela. Tuvo un sueño, ser médica, pero la rechazaron en el CBC. Incursionó en la Licenciatura en Biología Marina. “Me fue horrible”, dice. “Me sentía un fracaso, no tenía opción B”. Se instaló en Madryn, donde trabajó de moza por 6 años y fue mamá. La maternidad la obligó a abandonar otra carrera, Administración de Empresas.

En Trelew trabajó en una zapatería, donde creció progresivamente. “En todo lo que hice fui pasional. Fui la mejor moza, la mejor cajera, la mejor vidrierista, la mejor asistente. Eso da un valor agregado y permite crecer”.

Una experiencia laboral como asistente comercial le alumbró el camino: el mundo del marketing. En 2020 fundó Cattus, una agencia de marketing digital dedicada a la realización de campañas audiovisuales con propuestas de branding, social media y diseño web. “En pandemia hicimos la campaña de comunicación de Covid-19. Hacíamos entre 9 y 13 sitios web por mes. Ahora trabajamos para cooperativas, sindicatos, bancos y el estado provincial y nacional”.

Mirando su pasado cae en la cuenta del camino recorrido. “Es una agencia que creé sin nada desde mi casa, con dos pibes, sin computadora, trabajando con gente que se había recibido y estaba cagándose de hambre. Son varias historias, gente que había fracasado, que hacía otra cosa para comer y no tenía la suerte de laburar. Hoy somos 23 personas trabajando y hacemos sitios web para siete países”.

La revista Ene Ene es su forma de retribuir. A los 18 años, Brenda sufrió un abuso sexual que la marcó para siempre. “No lo tomé como un abuso sexual sino hasta hace poco. Me autoculpé por ser mujer y porque iba de pollera. Me dio vergüenza volver a mi trabajo y me fui a vivir a otro lado para limpiar mi imagen. La gente tiene el prejuicio de verme rubiecita y piensan que soy una chica que los padres le pagaron los estudios en Buenos Aires. No es así, por eso está bueno empatizar, contar tu historia. Me pareció importante empoderar a las mujeres que han pasado situaciones difíciles, que no han terminado una carrera o no tienen una familia en la que apoyarse si las cosas salen mal”.

31 OCT 2021 - 20:13

Por Martín Tacón

Un espacio para mujeres que tienen algo que contar. Un lugar donde las historias de empoderamiento, superación y orgullo encuentran su campo de acción. Donde las heroínas locales tienen voz y pueden expresarse. Una revista digital, llamada Ene Ene, de personas desconocidas que empezarán a ser visibilizadas.

“Somos las historias que nos contamos”, dice Brenda Czabanyi, fundadora de este flamante emprendimiento que se inaugura hoy. “Las mujeres estamos cansadas de ver lo mismo. Los medios son machistas y no hay contenido interesante. Hacía falta algo local”.

Mujeres especializadas en diversas áreas escribirán columnas. Influencers, youtubers, blogueras y mujeres con historias. Saldrán disparadores temáticos por redes sociales, y los artículos podrán leerse en la web. “Conozco muchas mujeres que pasaron de fracaso en fracaso y hoy están encontrando la veta”, cuenta Brenda. “La revista va a tratar temas que no se están tocando y las generadoras de contenido serán locales”.

Está dedicada a mujeres, pero también participarán hombres. “Busqué temas fuertes como sexo, tabú y maternidad en 2021. Hay muchas mujeres con historias heavy. Al verlas uno no se imagina las cosas que pasaron. En la revista, todas tienen una historia. Queremos que la mujer que la lea se sienta empoderada y diga ‘che, si fulana puede, yo también puedo’”.

En la primera edición se podrán ver, entre otras cosas, las hilarantes anécdotas de una joven que escribe con sarcasmo sobre sus fracasos amorosos, la historia de una madrynense talla XXL que es modelo de Adidas y Avon, y una entrevista con una visionaria mujer que lleva adelante un emprendimiento en Trelew.

Un adelanto: “Va a haber una chica encargada de astrología, una que habla de deconstrucción femenina y tiene una comunidad de 58 mil personas en Facebook, un ilustrador caricaturista y un trelewense que hace reseñas para Netflix Argentina”.

Hablar de sexo sin tapujos y destrabar tabúes sexuales será un eje temático crucial. “Hace unos años mi hijo manifestó su libertad sexual”, cuenta Brenda. “Yo veo que él con 13 años no tiene dramas, sus amigos son homosexuales, bisexuales o transgénero, viven en otra cultura. Estaría bueno que una madre no tenga que ir a una revista como Para Ti o Rolling Stone, sino tener contenido local de gente de acá que escriba sobre esos temas”.

Algunas/os de las/os columnistas: Ariela Port (nutrición), Ariela Álvarez (maternidad), Eleonora Rudski (astrología), Laura Judo (relaciones), Noelia Vasil (deconstrucción femenina), Valentina Ñonquepán (poesía y ecología), Pamela Llamba (asesoramiento de imagen), Laura Bravo (maquillaje), Camila Ramos (diseñadora de interiores), Liliana Cassete (restauradora de muebles), Agustín Morejón (Netflix), Agustín Aranda (ilustrador), Leandro Hihn (turismo).

Su historia de vida

Brenda Czabanyi tiene 35 años y es de Trelew. Es madre soltera con dos hijos. Su historia está marcada por el optimismo y el triunfo frente a las adversidades. A los 15 años, alejada de su familia, enfrentó el mundo por su cuenta. “Yo salía de la escuela, iba a trabajar y veía al azar dónde comer y dónde dormir”, cuenta. A pesar de las dificultades, fue becada en la escuela. Tuvo un sueño, ser médica, pero la rechazaron en el CBC. Incursionó en la Licenciatura en Biología Marina. “Me fue horrible”, dice. “Me sentía un fracaso, no tenía opción B”. Se instaló en Madryn, donde trabajó de moza por 6 años y fue mamá. La maternidad la obligó a abandonar otra carrera, Administración de Empresas.

En Trelew trabajó en una zapatería, donde creció progresivamente. “En todo lo que hice fui pasional. Fui la mejor moza, la mejor cajera, la mejor vidrierista, la mejor asistente. Eso da un valor agregado y permite crecer”.

Una experiencia laboral como asistente comercial le alumbró el camino: el mundo del marketing. En 2020 fundó Cattus, una agencia de marketing digital dedicada a la realización de campañas audiovisuales con propuestas de branding, social media y diseño web. “En pandemia hicimos la campaña de comunicación de Covid-19. Hacíamos entre 9 y 13 sitios web por mes. Ahora trabajamos para cooperativas, sindicatos, bancos y el estado provincial y nacional”.

Mirando su pasado cae en la cuenta del camino recorrido. “Es una agencia que creé sin nada desde mi casa, con dos pibes, sin computadora, trabajando con gente que se había recibido y estaba cagándose de hambre. Son varias historias, gente que había fracasado, que hacía otra cosa para comer y no tenía la suerte de laburar. Hoy somos 23 personas trabajando y hacemos sitios web para siete países”.

La revista Ene Ene es su forma de retribuir. A los 18 años, Brenda sufrió un abuso sexual que la marcó para siempre. “No lo tomé como un abuso sexual sino hasta hace poco. Me autoculpé por ser mujer y porque iba de pollera. Me dio vergüenza volver a mi trabajo y me fui a vivir a otro lado para limpiar mi imagen. La gente tiene el prejuicio de verme rubiecita y piensan que soy una chica que los padres le pagaron los estudios en Buenos Aires. No es así, por eso está bueno empatizar, contar tu historia. Me pareció importante empoderar a las mujeres que han pasado situaciones difíciles, que no han terminado una carrera o no tienen una familia en la que apoyarse si las cosas salen mal”.