Fuerte venta de juguetes sexuales durante la pandemia: hubo envíos a Chubut

Se estima que la venta de estos productos creció un 40% desde marzo de 2020. Pero el auge tiene sus años: hace una década empezaron a conocerse y venderse más, ya sea para el autoerotismo o para el encuentro. El 80% de las compradoras son mujeres. (Fotos)

13 DIC 2021 - 20:11 | Actualizado 25 ABR 2022 - 7:31

(Por Sonia Tessa)

Exóticos, prohibidos, vergonzantes. Los juguetes sexuales dejaron atrás esos estigmas y se convirtieron en una parte más de la vida sexual, ya sea para autoerotismo o para el encuentro. La pandemia, en este caso, potenció y puso en evidencia un auge que ya tiene sus años.

“Lo que pasó fue que aumentó considerablemente el uso de juguetes, esto se hizo más visible a la hora de estar encerrados y ver qué hacer con nuestras vidas. En pandemia creció un 40% la venta por internet”, cuenta Mariana Rincón, la influencer que difunde las novedades del rubro en Instagram, para la firma Buttman, un sex shop con dos locales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que vio crecer la venta online a partir del confinamiento de marzo de 2020.

Así lo supieron también quienes abrieron Divino Placer, un comercio santafesino que sólo vende por Internet. “En abril de este año decidimos arrancar en el rubro, que surgió un poco por la pandemia. Nos sugirieron que empecemos con esto, ya que había mucha gente consultando, había parejas que tienen problemas de ir a un local. Incluso, algunas amigas nos decían que son temas medio tabú, que sus maridos no las dejaban ir a esos lugares”, cuenta Mariana, que es empleada de esta firma sin local a la calle, que prefirió reservar su apellido.

Ventas en Chubut

“Tenemos el envío, que es totalmente discreto, es un depósito del que no se ve el rubro, el cadete no sabe qué está entregando”, asegura. Han llegado a enviar varios pedidos a Chubut.

Ya pasó el tiempo de ruborizarse, y Rincón lo sabe muy bien. Trabajó durante años en marketing y una noche vio por la televisión a Alessandra Rampolla con Susana Giménez. Se dijo: ¿por qué no puedo hacerlo yo? “Empezamos a averiguar con mi pareja de entonces dónde podíamos comprar mayorista, y terminé comprando en Buttman. Hacía reuniones de tupper sex a domicilio, cumpleaños, despedidas de soltera, aniversarios de separada, cualquier cosa venía bien para juntarse.

El primer paso fue participar en C5N, en el programa Turno Noche. Presentar las opciones para potenciar el placer comenzó a convertirse en un juego, potenciado en la era de Instagram. En esa red, donde se la encuentra como @juguetologa.ar, hizo unos primeros videos explicativos y luego comenzó a explotar su veta histriónica: las novedades del sex shop convierten a cada videíto en un espacio de exploración, diversión y placer. Sin dejar de explicar de qué se trata.

“Lo hago de una manera más divertida para que la gente le deje de tener miedo, le deje de tener pudor, bajar a la tierra el juguete. A raíz de eso, la gente se empezó a copar porque mi forma de explicarlo les parece divertida y les alegro el día, les despierto una sonrisa. La mayoría de los comentarios son amorosos, son ‘te amo’, muchos me dicen señora de Buttman, pero eso está prohibido”, se ríe Mariana.

Se presenta con una consigna: “Hablemos de juguetes sexuales en redes”. Cuenta quehace una década “la gente se ha acostumbrado a incorporar el juguete, tanto en la pareja como en soledad”. En Buttman notan que “hay menos tabú”. “Fue un auge que se dio de a poquito. La película y el libro '50 Sombras de Grey' ayudaron a que la gente despertara con distintas fantasías, deseos y todo lo demás”, plantea.

El 80% de quienes compran son mujeres. Según la estadística empírica de Mariana, llegan por su primer juguete cuando son veinteañeras y van agregando. “Es un camino de ida”, asegura.

La misma experiencia cuenta Mariana, del local Divino Placer: “Es un momento de liberación sexual para todo el mundo, la gente está más abierta, antes los temas no se hablaban. La gente se anima a preguntar y el hecho de que sea online los motiva más. Realmente quieren preguntar, se sacan las dudas”, insiste.

Para quien nunca haya comprado o usado juguetes sexuales, Rincón hace una breve introducción. “Se empieza siempre por una bulet, alguna balita chiquita, con siete vibraciones distintas. Antes los juguetes venían con una sola vibración, después venían con una en tres niveles distintos, y ahora vienen con niveles y también ritmos diferentes, podés llegar hasta treinta ritmos diferentes en un juguete”, precisa. Se trata de pequeños cilindros que vibran y provocan placer sexual. La variedad es inmensa, como puede apreciar cualquier persona que se aventure en la página un sexshop.

En cuanto a losprecios de los juguetes sexuales, los valores van desde $ 700 u $ 800, en los objetos más básicos, hasta lo exorbitante: hay muñecas que cuestan $ 475.000. “Una muñeca realista, de símil piel, articulada, que de verdad son muy realistas”, aclara.

La otra Mariana, de Divino Placer, va a lo más básico.“Los lubricantes son algo simple, económico, te puede cambiar toda la vida sexual en una pareja o para vos sola, para probar con cualquier juguete. Es un viaje de ida. Y vas a encontrar un abanico enorme de posibilidades. Distintas opciones, distintas presentaciones, hay un mundo para eso. Hay cosas para masajes, para generar el juego erótico, velas, hay muchísimas cosas que también incentivan a motivar, están las pastillas vigorizantes”, enumera.

En cuanto a la demanda, se mueve también al ritmo de las novedades. Rincón cuenta que “la que ya tiene o el que ya tiene juguetes viene por algo más, y hoy está de moda elsatisfyer, que trabaja de una manera distinta a cualquier tipo de vibrador”. A modo de catálogo cuenta que “el dildo es el que no vibra, que generalmente es un juguete realista, ahora hay dildos de colores, de silicona pura, sin químicos, pero tenés una amplia gama”.

Lo cierto es que “la o el que ya tiene juguetes viene por algo más, y hoy está de moda el satisfyer”. Que no es un succionador, como se cree popularmente, sino que trabaja “por ondas de presión de aire. No se apoya en el clítoris, sino que la boquilla tiene una profundidad de un centímetro y en esa profundidad trabajan las ondas de presión de aire como un vientito y vos tenés once niveles para ir subiendo”. Así llega la sangre al clítoris.

Al comercio –presencial o virtual- también llegan parejas. “Buscan algo para divertirse, para incluir, para jugar a distancia. Hay muchos juguetes con aplicación, entonces, vos te bajas la aplicación, tu pareja también, y en el lugar del mundo donde estén pueden jugar, cambiarle los ritmos, seguir el ritmo de una canción, mil cosas que tiene la aplicación, que resultan divertidas. Después, con controles remotos a distancia, de entre 6 y 10 metros, se van al restaurant, al shopping, al supermercado y empiezan a joder con eso. No necesariamente hay que jugar adentro de un cuarto. Hay diferentes cosas que hacen que la experiencia sea más enriquecedora y para quienes están solas o solos también”.

Como la mayor parte de las clientas son mujeres, “los varones tienen menos porcentaje de juguetes para elegir, en algún lado teníamos que sobresalir”.

En pareja, en soledad, o como mejor se quiera, Mariana considera que los juguetes permiten desarrollar “el placer de conocerte mejor. Vos no podés estar con otra persona y tener placer si no te conocés, si no sabés lo que te gusta”.

13 DIC 2021 - 20:11

(Por Sonia Tessa)

Exóticos, prohibidos, vergonzantes. Los juguetes sexuales dejaron atrás esos estigmas y se convirtieron en una parte más de la vida sexual, ya sea para autoerotismo o para el encuentro. La pandemia, en este caso, potenció y puso en evidencia un auge que ya tiene sus años.

“Lo que pasó fue que aumentó considerablemente el uso de juguetes, esto se hizo más visible a la hora de estar encerrados y ver qué hacer con nuestras vidas. En pandemia creció un 40% la venta por internet”, cuenta Mariana Rincón, la influencer que difunde las novedades del rubro en Instagram, para la firma Buttman, un sex shop con dos locales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que vio crecer la venta online a partir del confinamiento de marzo de 2020.

Así lo supieron también quienes abrieron Divino Placer, un comercio santafesino que sólo vende por Internet. “En abril de este año decidimos arrancar en el rubro, que surgió un poco por la pandemia. Nos sugirieron que empecemos con esto, ya que había mucha gente consultando, había parejas que tienen problemas de ir a un local. Incluso, algunas amigas nos decían que son temas medio tabú, que sus maridos no las dejaban ir a esos lugares”, cuenta Mariana, que es empleada de esta firma sin local a la calle, que prefirió reservar su apellido.

Ventas en Chubut

“Tenemos el envío, que es totalmente discreto, es un depósito del que no se ve el rubro, el cadete no sabe qué está entregando”, asegura. Han llegado a enviar varios pedidos a Chubut.

Ya pasó el tiempo de ruborizarse, y Rincón lo sabe muy bien. Trabajó durante años en marketing y una noche vio por la televisión a Alessandra Rampolla con Susana Giménez. Se dijo: ¿por qué no puedo hacerlo yo? “Empezamos a averiguar con mi pareja de entonces dónde podíamos comprar mayorista, y terminé comprando en Buttman. Hacía reuniones de tupper sex a domicilio, cumpleaños, despedidas de soltera, aniversarios de separada, cualquier cosa venía bien para juntarse.

El primer paso fue participar en C5N, en el programa Turno Noche. Presentar las opciones para potenciar el placer comenzó a convertirse en un juego, potenciado en la era de Instagram. En esa red, donde se la encuentra como @juguetologa.ar, hizo unos primeros videos explicativos y luego comenzó a explotar su veta histriónica: las novedades del sex shop convierten a cada videíto en un espacio de exploración, diversión y placer. Sin dejar de explicar de qué se trata.

“Lo hago de una manera más divertida para que la gente le deje de tener miedo, le deje de tener pudor, bajar a la tierra el juguete. A raíz de eso, la gente se empezó a copar porque mi forma de explicarlo les parece divertida y les alegro el día, les despierto una sonrisa. La mayoría de los comentarios son amorosos, son ‘te amo’, muchos me dicen señora de Buttman, pero eso está prohibido”, se ríe Mariana.

Se presenta con una consigna: “Hablemos de juguetes sexuales en redes”. Cuenta quehace una década “la gente se ha acostumbrado a incorporar el juguete, tanto en la pareja como en soledad”. En Buttman notan que “hay menos tabú”. “Fue un auge que se dio de a poquito. La película y el libro '50 Sombras de Grey' ayudaron a que la gente despertara con distintas fantasías, deseos y todo lo demás”, plantea.

El 80% de quienes compran son mujeres. Según la estadística empírica de Mariana, llegan por su primer juguete cuando son veinteañeras y van agregando. “Es un camino de ida”, asegura.

La misma experiencia cuenta Mariana, del local Divino Placer: “Es un momento de liberación sexual para todo el mundo, la gente está más abierta, antes los temas no se hablaban. La gente se anima a preguntar y el hecho de que sea online los motiva más. Realmente quieren preguntar, se sacan las dudas”, insiste.

Para quien nunca haya comprado o usado juguetes sexuales, Rincón hace una breve introducción. “Se empieza siempre por una bulet, alguna balita chiquita, con siete vibraciones distintas. Antes los juguetes venían con una sola vibración, después venían con una en tres niveles distintos, y ahora vienen con niveles y también ritmos diferentes, podés llegar hasta treinta ritmos diferentes en un juguete”, precisa. Se trata de pequeños cilindros que vibran y provocan placer sexual. La variedad es inmensa, como puede apreciar cualquier persona que se aventure en la página un sexshop.

En cuanto a losprecios de los juguetes sexuales, los valores van desde $ 700 u $ 800, en los objetos más básicos, hasta lo exorbitante: hay muñecas que cuestan $ 475.000. “Una muñeca realista, de símil piel, articulada, que de verdad son muy realistas”, aclara.

La otra Mariana, de Divino Placer, va a lo más básico.“Los lubricantes son algo simple, económico, te puede cambiar toda la vida sexual en una pareja o para vos sola, para probar con cualquier juguete. Es un viaje de ida. Y vas a encontrar un abanico enorme de posibilidades. Distintas opciones, distintas presentaciones, hay un mundo para eso. Hay cosas para masajes, para generar el juego erótico, velas, hay muchísimas cosas que también incentivan a motivar, están las pastillas vigorizantes”, enumera.

En cuanto a la demanda, se mueve también al ritmo de las novedades. Rincón cuenta que “la que ya tiene o el que ya tiene juguetes viene por algo más, y hoy está de moda elsatisfyer, que trabaja de una manera distinta a cualquier tipo de vibrador”. A modo de catálogo cuenta que “el dildo es el que no vibra, que generalmente es un juguete realista, ahora hay dildos de colores, de silicona pura, sin químicos, pero tenés una amplia gama”.

Lo cierto es que “la o el que ya tiene juguetes viene por algo más, y hoy está de moda el satisfyer”. Que no es un succionador, como se cree popularmente, sino que trabaja “por ondas de presión de aire. No se apoya en el clítoris, sino que la boquilla tiene una profundidad de un centímetro y en esa profundidad trabajan las ondas de presión de aire como un vientito y vos tenés once niveles para ir subiendo”. Así llega la sangre al clítoris.

Al comercio –presencial o virtual- también llegan parejas. “Buscan algo para divertirse, para incluir, para jugar a distancia. Hay muchos juguetes con aplicación, entonces, vos te bajas la aplicación, tu pareja también, y en el lugar del mundo donde estén pueden jugar, cambiarle los ritmos, seguir el ritmo de una canción, mil cosas que tiene la aplicación, que resultan divertidas. Después, con controles remotos a distancia, de entre 6 y 10 metros, se van al restaurant, al shopping, al supermercado y empiezan a joder con eso. No necesariamente hay que jugar adentro de un cuarto. Hay diferentes cosas que hacen que la experiencia sea más enriquecedora y para quienes están solas o solos también”.

Como la mayor parte de las clientas son mujeres, “los varones tienen menos porcentaje de juguetes para elegir, en algún lado teníamos que sobresalir”.

En pareja, en soledad, o como mejor se quiera, Mariana considera que los juguetes permiten desarrollar “el placer de conocerte mejor. Vos no podés estar con otra persona y tener placer si no te conocés, si no sabés lo que te gusta”.


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