Por Francisco Caputo En Twitter: @Fran_Caputo
Ser emigrante es una misión dura. Dejar la tierra de nacimiento en busca de progreso y felicidad requiere determinación. La querencia al suelo propio es inevitable. Pero si hay voluntad, la aventura se inicia.
Es la historia de Leila Quiroga, la delantera sanjuanina de J.J. Moreno. Emigró este año en busca de un mejor porvenir. Consiguió trabajo en una granja porcina, labor que le demanda un esfuerzo considerable
Pese a su rutina, se las ingenia para darle un espacio a su amor para el fútbol en “Las Morenitas”, vigente campeón de la Liga del Valle y finalista del actual torneo.
“Aunque esté muy cansada, siempre voy. Disfruto mucho del fútbol y más en Moreno”, le comentó la atacante de 22 años a Jornada. Su historia le hizo ganarse un apodo acorde: La Extranjera.
Vacunadora y partera
El 4 de marzo de este año, Leila desembarcó en Madryn. “En medio de la pandemia en San Juan no había muchas oportunidades de trabajo. Además el departamento me quedaba a dos horas del centro, donde estudiaba”, explicó.
“Mis primos y mi abuela, que están en Madryn hace tres años, me incentivaron a venir y probar suerte” acotó. “A los parientes que se quedardon en San Juan, los extraño. Y aprovecho para mandarles un saludo”, dijo.
Encontró trabajo en el citado comercio tras dos meses y medio de búsqueda. Octavio, una ex pareja de una sus tías le dio una oportunidad.
“Estoy en el área de maternidad en Granja Porcina. Así se llama el negocio Entro a las 8 y salgo a las 16 de lunes a viernes. Los sábados entro a las 8 y salgo al mediodía”, expresó.
“Vacuno a los lechones y a las madres. Registro el tiempo de gestación para saber cuándo vacunar y manejo la máquina de alimento. Se muele soja y maíz, así como núcleos diferentes dependiendo la edad de cada lechón”, describió. Además de esta labor, ella posee otras aspiraciones. En San Juan, estudiaba para ser preceptora. Pero la carrera no la convencía. “Me gustaría estudiar para policía”, puntualizó
La delantera
Además de trabajar, procura disfrutar de la vida. Y el fútbol es uno de sus placeres. En San Juan, por ejemplo, representó a su provincia. “Le decía a mi jefe Octavio cual club me recomendaba para ir a jugar. Le insistía mucho. Tiene un conocido en la comisión de Moreno. Y ahí empezó todo”, explicó.
“Al principio estaba muy nerviosa no conocía a nadie. Pero mis compañeras me la hicieron muy fácil todas son muy compañeras y me hicieron sentir muy cómoda”, explicó.
“Estoy agradecida de haber llegado a este club que tiene unas jugadoras excelentes no solo en la cancha sino también como personas. Siempre están dispuestas a ayudar”, añadió.
“De los técnicos Hugo Barroso y Diego Girandi y del resto del staff técnico, digo lo mismo. Por esto y otras cosas, Moreno es un gran club”, acotó.
La soñadora
Leila, en sus primeras prácticas, en abril, empezó como defensora. Pero por su velocidad e intensidad física, fue alineada como delantera. Cuando empezó el torneo, a mediados de agosto, era suplente, pero con el transcurso del tiempo, se ganó la titularidad en un equipo donde reina la excelencia. Además, hizo siete goles.“Las Morenitas” ganaron los 14 partidos que jugaron a nivel doméstico.
El último de ellos fue la final de ida ante Independiente en la Villa Deportiva, donde hubo victoria por 3-1. La revancha se jugará este domingo a las 17 en cancha de J.J. Moreno.
“Sí, fue un camino muy duro; cada entrenamiento valió la pena todas sacrificamos cosas para ir a entrenar y nada vino de arriba; lo hemos ganado nosotras de llegar hasta estas instancias y vamos a darlo todo para ganarla”, remató “Lei”.
“Nos quedó la espina de la Copa Federal. Ganamos a Belgrano pero perdimos por penales con Luna Park. Fue muy duro porque veníamos preparándonos tanto para ese momento; tantas ganas de pasar a Buenos Aires había. Teníamos equipo para ganarlo”, resaltó.
“Pero el fútbol, como la vida misma tiene revancha y la vamos a pelear el domingo para el próximo año poder estar”, concluyó.
Ella es Leila Quiroga, la emigrante goleadora que combina vacunas y partos porcinos con la pasión por el fútbol.
Por Francisco Caputo En Twitter: @Fran_Caputo
Ser emigrante es una misión dura. Dejar la tierra de nacimiento en busca de progreso y felicidad requiere determinación. La querencia al suelo propio es inevitable. Pero si hay voluntad, la aventura se inicia.
Es la historia de Leila Quiroga, la delantera sanjuanina de J.J. Moreno. Emigró este año en busca de un mejor porvenir. Consiguió trabajo en una granja porcina, labor que le demanda un esfuerzo considerable
Pese a su rutina, se las ingenia para darle un espacio a su amor para el fútbol en “Las Morenitas”, vigente campeón de la Liga del Valle y finalista del actual torneo.
“Aunque esté muy cansada, siempre voy. Disfruto mucho del fútbol y más en Moreno”, le comentó la atacante de 22 años a Jornada. Su historia le hizo ganarse un apodo acorde: La Extranjera.
Vacunadora y partera
El 4 de marzo de este año, Leila desembarcó en Madryn. “En medio de la pandemia en San Juan no había muchas oportunidades de trabajo. Además el departamento me quedaba a dos horas del centro, donde estudiaba”, explicó.
“Mis primos y mi abuela, que están en Madryn hace tres años, me incentivaron a venir y probar suerte” acotó. “A los parientes que se quedardon en San Juan, los extraño. Y aprovecho para mandarles un saludo”, dijo.
Encontró trabajo en el citado comercio tras dos meses y medio de búsqueda. Octavio, una ex pareja de una sus tías le dio una oportunidad.
“Estoy en el área de maternidad en Granja Porcina. Así se llama el negocio Entro a las 8 y salgo a las 16 de lunes a viernes. Los sábados entro a las 8 y salgo al mediodía”, expresó.
“Vacuno a los lechones y a las madres. Registro el tiempo de gestación para saber cuándo vacunar y manejo la máquina de alimento. Se muele soja y maíz, así como núcleos diferentes dependiendo la edad de cada lechón”, describió. Además de esta labor, ella posee otras aspiraciones. En San Juan, estudiaba para ser preceptora. Pero la carrera no la convencía. “Me gustaría estudiar para policía”, puntualizó
La delantera
Además de trabajar, procura disfrutar de la vida. Y el fútbol es uno de sus placeres. En San Juan, por ejemplo, representó a su provincia. “Le decía a mi jefe Octavio cual club me recomendaba para ir a jugar. Le insistía mucho. Tiene un conocido en la comisión de Moreno. Y ahí empezó todo”, explicó.
“Al principio estaba muy nerviosa no conocía a nadie. Pero mis compañeras me la hicieron muy fácil todas son muy compañeras y me hicieron sentir muy cómoda”, explicó.
“Estoy agradecida de haber llegado a este club que tiene unas jugadoras excelentes no solo en la cancha sino también como personas. Siempre están dispuestas a ayudar”, añadió.
“De los técnicos Hugo Barroso y Diego Girandi y del resto del staff técnico, digo lo mismo. Por esto y otras cosas, Moreno es un gran club”, acotó.
La soñadora
Leila, en sus primeras prácticas, en abril, empezó como defensora. Pero por su velocidad e intensidad física, fue alineada como delantera. Cuando empezó el torneo, a mediados de agosto, era suplente, pero con el transcurso del tiempo, se ganó la titularidad en un equipo donde reina la excelencia. Además, hizo siete goles.“Las Morenitas” ganaron los 14 partidos que jugaron a nivel doméstico.
El último de ellos fue la final de ida ante Independiente en la Villa Deportiva, donde hubo victoria por 3-1. La revancha se jugará este domingo a las 17 en cancha de J.J. Moreno.
“Sí, fue un camino muy duro; cada entrenamiento valió la pena todas sacrificamos cosas para ir a entrenar y nada vino de arriba; lo hemos ganado nosotras de llegar hasta estas instancias y vamos a darlo todo para ganarla”, remató “Lei”.
“Nos quedó la espina de la Copa Federal. Ganamos a Belgrano pero perdimos por penales con Luna Park. Fue muy duro porque veníamos preparándonos tanto para ese momento; tantas ganas de pasar a Buenos Aires había. Teníamos equipo para ganarlo”, resaltó.
“Pero el fútbol, como la vida misma tiene revancha y la vamos a pelear el domingo para el próximo año poder estar”, concluyó.
Ella es Leila Quiroga, la emigrante goleadora que combina vacunas y partos porcinos con la pasión por el fútbol.