Una abuelita de 100 años cumplió su deseo de conocer el mar: "Era la alegría de una niña"

Francisca Lara Muñoz, una vecina de Rincón de los Sauces, Neuquén, que tiene 100 años y su gran anhelo era ir a la playa. Su familia estaba decidida a llevarla, así que definieron que Las Grutas, Río Negro, era el lugar indicado. Allí, registraron el momento donde Panchita, risueña, disfruta del agua. (Video)

10 ENE 2022 - 19:25 | Actualizado

Oriunda deSantiago de Chile, Doña Panchita llegó a la Argentina muy chica,cruzando la Cordillera de los Andes a caballo.Desde ese momento vivió en Rincón de los Sauces, donde se dedicó a la cría de animales y al cuidado de una quinta.

El medio localRío Negropudo contactar a Carolina Cano, nieta de Doña Panchita, que contó cómo fueron los preparativos para ir: “Empezamos aorganizarnos para llevarla a Las Grutas y que pudiera conocer el mar. Que sintiera el mar, que nadie se lo contara, sino que ella lo sintiera. Y allá empezamos a buscar alguna playa que estuviera más alejada de la gente más que nada por los contagios si bien ya tiene las dos dosis”.

“Hubo viento, por eso entró con ropa. Peroqueríamos que lo sintiera.Nos dijo que estaba calentita el agua.Gritaba y se reía a la vez cada vez que le chocaban las olasde la emoción.Era la alegría de una niña.Nos dijo que fue una experiencia muy linda”, expresó Carolina, quien condujo desde Rincón de los Sauces hasta la costa.

Eligieron que el chapuzón “debut” fuera en La Mar Grande, ubicado en San Antonio Oeste porque es una playa muy extensa y no había tanta gente. “Alquilamos en Las Grutas para el alojamiento y recorrimos varias playas, y elegimos esa porque no tenía escaleras para bajar y era de fácil acceso”, detalló.

Llegaron a Las Grutas el 29 de diciembre y su estadía en la costa Atlántica fue por seis días. Decidieron hacer el viaje en dos tramos: desde Rincón de los Sauces hasta Cinco Saltos, y de ahí hasta Las Grutas. Viajaron para acompañarla también Rebeca, hija de Panchita, y un sobrino de Carolina.

10 ENE 2022 - 19:25

Oriunda deSantiago de Chile, Doña Panchita llegó a la Argentina muy chica,cruzando la Cordillera de los Andes a caballo.Desde ese momento vivió en Rincón de los Sauces, donde se dedicó a la cría de animales y al cuidado de una quinta.

El medio localRío Negropudo contactar a Carolina Cano, nieta de Doña Panchita, que contó cómo fueron los preparativos para ir: “Empezamos aorganizarnos para llevarla a Las Grutas y que pudiera conocer el mar. Que sintiera el mar, que nadie se lo contara, sino que ella lo sintiera. Y allá empezamos a buscar alguna playa que estuviera más alejada de la gente más que nada por los contagios si bien ya tiene las dos dosis”.

“Hubo viento, por eso entró con ropa. Peroqueríamos que lo sintiera.Nos dijo que estaba calentita el agua.Gritaba y se reía a la vez cada vez que le chocaban las olasde la emoción.Era la alegría de una niña.Nos dijo que fue una experiencia muy linda”, expresó Carolina, quien condujo desde Rincón de los Sauces hasta la costa.

Eligieron que el chapuzón “debut” fuera en La Mar Grande, ubicado en San Antonio Oeste porque es una playa muy extensa y no había tanta gente. “Alquilamos en Las Grutas para el alojamiento y recorrimos varias playas, y elegimos esa porque no tenía escaleras para bajar y era de fácil acceso”, detalló.

Llegaron a Las Grutas el 29 de diciembre y su estadía en la costa Atlántica fue por seis días. Decidieron hacer el viaje en dos tramos: desde Rincón de los Sauces hasta Cinco Saltos, y de ahí hasta Las Grutas. Viajaron para acompañarla también Rebeca, hija de Panchita, y un sobrino de Carolina.


NOTICIAS RELACIONADAS