El estudio "Tiros contra el Futuro: el impacto de la guerra a las drogas en la red municipal de educación de Río de Janeiro" arrojó que el 77% de los alumnos que están expuestos a la violencia armada durante las horas de clase son afrodescendientes.
El estudio fue realizado por el Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía (CESEC) y la Universidad Cándido Mendes, y evaluó todo el aspecto socioeducativo de cómo influye la violencia de las operaciones policiales contra grupos de narcotraficantes en las favelas en las horas de clases y el desempeño de los alumnos.
El trabajo identificó que hubo 32 escuelas primarias que durante 2019 estuvieron en el fuego cruzado de narcos y policías, y que, en otros 37 establecimientos, no hubo problemas de seguridad.
Según el informe divulgado este lunes, los estudiantes en las áreas más violentas tuvieron una reducción de 7,2 puntos en el desempeño de lengua y de 9,2 en matemática.
"La exposición a la violencia resulta en la pérdida del 64 por ciento del aprendizaje en lengua portuguesa y matemática", indica el estudio.
La exposición a tiroteos y a las balas perdidas aumentan 2,09 por ciento el indice de reprobación académica y aumenta 46,4% la posibilidad de que al menos un alumno abandone la escuela.
"Estamos hablando de que con estas desventajas educativas generadas por la guerra a las drogas desde la infancia se perpetúa la desigualdad y la posibilidad de acceder a mejore servicios por una acción directa del Estado", dijo Julita Lemgruber, coordinadora del CESEC.
La directora del Centro de Excelencia e Innovación de Políticas Educativas de la universidad Fundación Getulio Vargas, Claudia Costin, señaló que a estos alumnos afectados en 2019 por la violencia también los afectó la falta de aprendizaje en la pandemia.
"Para quien vive en una comunidad (favela) no es apenas una cuestión de violencia, la casa no es apropiada para las clases remotas y estos chicos terminan en las calles, expuestos al coronavirus y a la violencia", dijo Costin, quien, a su vez, indicó que aumentó el reclutamiento de niños y adolescentes por parte de grupos traficantes y parapoliciales que se disputan el control del dinero del crimen en Río de Janeiro.
El estudio "Tiros contra el Futuro: el impacto de la guerra a las drogas en la red municipal de educación de Río de Janeiro" arrojó que el 77% de los alumnos que están expuestos a la violencia armada durante las horas de clase son afrodescendientes.
El estudio fue realizado por el Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía (CESEC) y la Universidad Cándido Mendes, y evaluó todo el aspecto socioeducativo de cómo influye la violencia de las operaciones policiales contra grupos de narcotraficantes en las favelas en las horas de clases y el desempeño de los alumnos.
El trabajo identificó que hubo 32 escuelas primarias que durante 2019 estuvieron en el fuego cruzado de narcos y policías, y que, en otros 37 establecimientos, no hubo problemas de seguridad.
Según el informe divulgado este lunes, los estudiantes en las áreas más violentas tuvieron una reducción de 7,2 puntos en el desempeño de lengua y de 9,2 en matemática.
"La exposición a la violencia resulta en la pérdida del 64 por ciento del aprendizaje en lengua portuguesa y matemática", indica el estudio.
La exposición a tiroteos y a las balas perdidas aumentan 2,09 por ciento el indice de reprobación académica y aumenta 46,4% la posibilidad de que al menos un alumno abandone la escuela.
"Estamos hablando de que con estas desventajas educativas generadas por la guerra a las drogas desde la infancia se perpetúa la desigualdad y la posibilidad de acceder a mejore servicios por una acción directa del Estado", dijo Julita Lemgruber, coordinadora del CESEC.
La directora del Centro de Excelencia e Innovación de Políticas Educativas de la universidad Fundación Getulio Vargas, Claudia Costin, señaló que a estos alumnos afectados en 2019 por la violencia también los afectó la falta de aprendizaje en la pandemia.
"Para quien vive en una comunidad (favela) no es apenas una cuestión de violencia, la casa no es apropiada para las clases remotas y estos chicos terminan en las calles, expuestos al coronavirus y a la violencia", dijo Costin, quien, a su vez, indicó que aumentó el reclutamiento de niños y adolescentes por parte de grupos traficantes y parapoliciales que se disputan el control del dinero del crimen en Río de Janeiro.