Jaime Giordanella: a corazón abierto como nunca antes

Uno de los emblemas del fútbol de la Liga del Valle brindó una charla diferente, donde expresó emociones, sensaciones y pensamientos con una perspectiva especial.

Jaime Giordanella brindó un testimonio lleno de profundidad.
22 FEB 2022 - 12:27 | Actualizado

Por Francisco Caputo

Jaime Giordanella atraviesa las tres décadas como director técnico de fútbol. Es una ocasión que él consideró inmejorable para realizar reflexiones sobre la vida, la filosofía, la psicología deportiva y las emociones.

El actual DT de Racing de Trelew, uno de los más laureados de la Liga del Valle, abrió las puertas de su espíritu de par en par en una entrevista poco ortodoxa. Brindó frases con una carga emotiva elevada que expone su sensibilidad como pocas veces. Las transcribimos por separado a cada una de dichas frases.

Jaime, en un dato no menor, no se presentó como DT o jugador. Se presentó como padre de seis hijos (Gianfranco, Lucas, Paola, Melanie, de Giselle y de Karen) y como abuelo de dos nietos: Mia y Francesco. Fue el preludio de una charla diferente con el técnico oriundo de Paso del Sapo.

Las emociones

Este es el contexto. Giordanella vive un momento de tristeza particular. Lo asume con claridad, sin tapujos. Indica que hace un año está separado y que la situación no es sencilla. En la actualidad, vive solo. Sobre esa cuestión, son las frases de este primer paquete.

“No me molesta en decirlo ni me da vergüenza. Los hombres no tenemos que tener miedo a decir lo que sentimos, a expresar lo que sentimos”.

“Estoy separado, me cuesta horrores. He llorado muchísimas noches, soy el único culpable que me pase esto. Pero nunca pensé estar solo. La entrada en la chacra dice Peumayén. Quiere decir: "Lugar soñado".Ese lugar lo elegimos con mi esposa; dejó de ser soñado”.

“Hace un año estoy separado. El futbol me ayuda. El futbol evitar una depresión, no la tristeza. La tristeza está y seguirá estando hasta que la página se de vuelta. El fútbol a mí me sigue ayudando a levantarme día a día, al igual que el trabajo”.

“Gracias al fútbol me mantengo vivo. Me cuesta terriblemente la soledad. Si no tuviera el futbol,tendría muchas horas para pensar y amargarme”.

“A esta edad vamos quemando las últimas etapas, tengo 61 años, se hace difícil. Una va construyendo una vida pensando que hace todo bien y resulta que se da cuenta que no fue así”.

“Como le dijo Falcioni a Maradona hace pocos años después de un partido, el fútbol da vida. Gracias al futbol tengo un motivo diario por el cual levantar, caer en pozos depresivos es relativamente fácil. No es mi caso, lo mío es tristeza”.

“El fútbol me dio casi todo y quitó casi todo. No vi a crecer a todos mis hijos de la misma forma, por esta afuera jugando, por estar en Comodoro no ví el crecimiento de Lucas y Gianfranco. Mi señora Sonia se encargaba de ellos”.

“Siento culpa. Nuestra profesión es egoísta, somos muy egoístas con nuestras familias. Hacíamos y hacemos lo que nos gustaba y gusta como jugadores y técnicos pero la familia queda de lado en los viajes”.

“Una esposa o novia pasa días sin estar con vos, te perdés muchas cosas que cuando llegas a esta edad te de das cuenta. Estar acá sentado solo en un quincho en una chacra cuesta bastante”.

“Fue muy lindo todo lo que me dio el fútbol. Jugué en Buenos Aires, logré títulos y ascensos como DT. Si me decís de empezar de nuevo y cambiar no cambiaría nada el futbol es mi vida. Volvería a ser jugador y técnico. Podrá no tener sentido con lo que dije antes, pero así lo siento”.

“En la pandemia, en una charla con Ángel Cappa, él me dio una frase que estuve buscando desde que empecé a jugar. Siempre me pregunté que es el fútbol. Y Cappa dijo que es un vínculo con la vida. Es una forma de vincularse con la sociedad, con el periodismo, con la gente”.

“Quizás en el camino iría haciendo otras cosas para no estar sentado solo como lo estoy ahora, para no vivir en un lugar donde las noches son largas y los fines de semana de fútbol son larguísimos”.

“Por todo esto, la final que perdimos con Germinal fue una de las que menos me dolió. Y eso que mi hijo erró el penal decisivo. Pero jamás pensé en mi vida que iba a dirigir a mí hijo en una final. Fui a abrazarlo y a consolarlo. La vida está en esas cosas, va más allá de un título ganado o perdido. Compartir una final con mi hijo fue algo único. Y a veces a esas cosas no les damos valor”.

Una situación similar

No es la primera vez que Giordanella atraviesa una situación de este calibre. Al sufrir la lesión de rodilla que lo forzó a retirarse, atravesó por un periplo similar.

“El Dr Horacio García me operó por tercera vez de la rodilla. Le estoy eternamente agradecido por esa vez. Le sigo haciendo consultas hoy en día”.

“Él me dijo que no iba a poder patear una pelota más en vida. Me largué a llorar. A partir de ahí, estuve 15, 20 días en la casa de una prima en Trelew. Venía agente a visitarme y me largaba a llorar”.

“Gracias a Dios tuve la capacidad de darme cuenta lo que estaba pasando. Me iba a jugar al futbol feliz pero mi madre y la que es la madre de mis primeros dos hijos se quedaban llorando. Estando lesionado, también lloraban. Entendí que no tenía yo derecho a hacer eso”.

“A partir de ese día me encerraba a la noche, mordía la almohada y lloraba y al otro día reía. Eso me ayudó mucho. Creo en Dios y mucho”.

“Un día pasó de visita el ´Rata´ Rubilar (NdR: excompañero en Huracán de Comodoro) y yo le dije eso mismo, que no tenía derecho a hacer lo que hacía. Empecé a recomponerme, a salir más rápido. Quise volver a jugar en Argentinos del Sud, no pude. Y empecé mi carrera de técnico en el año 1989, 90”.

"Como verás, he pasado por muchas experiencias. Sé también lo que es el hambre, lo que es tener la panza vacía. Los alfajares más ricos que comí los encontró mi abuelo en un basural"

El presente futbolístico

También hubo espacio para frases estrictamente futbolísticas. Hubo un paquete destinado al manejo de los planteles.

“Ascendí con Huracán de Comodoro al Argentino A. Pero con el actual formato de torneos, tendría más ascensos. Recorrés menos kilómetros ahora por ascender”.

“Como DT yo no puedo mentirle a mis jugadores. Una vez me dijo Vicente del Bosque, técnico que ganó todo(sic) con España y el Real Madrid, que tener credibilidad con el jugador y ser buen tipo era clave”.

“En una final con Guillermo Brown ante Gaiman a finales de los 90, tuve que dejar afuera a un jugador, Renzo Benítez, en la revancha, que se jugaba en Nochebuena. Habíamos ganado en Madryn”.

“Me dolió muchísimo tomar la decisión, pero la hice tomando en cuenta al equipo. Antes de la decisión, me dijo que iba a traer un pan dulce para que disfrutara con familia. No fue fácil. Le ví la cara a Renzo al anunciar mi decisión”.

“Siendo campeones, Renzo me llamó para que me acercara hacia donde estaba él, a su auto. Me llamó llorando y me dio el pan dulce. A mí se me cayó todo. Pero eso me marcó que al jugador siempre hay que decirle la verdad”.

Hubo otro pack de sentencias. “Antes hemos salido del Valle jugadores como Gabriel Calderón, Hugo Geoffroy, Morant, Gargini, yo. Jugué en Atlanta, All Boys, Douglas Haig y Cipolletti.Y era muy difícil llegar al fútbol de AFA. Ahora es más fácil. Hasta vienen a hacer las pruebas a la zona”.

“Como me decía mi abuelo Giovanni, un italiano que emigró a la Argentina en 1903, las cosas hay que hacerlas con pasión. Él me dijo que jugará al fútbol con pasión. Y eso le digo a los jugadores. Jueguen con pasión y ganas”.

“También les digo que sean pícaros, no tramposos. Picardía y trampa no es lo mismo. Maradona fue pícaro con la Mano de Dios, no fue un tramposo. No puedo entender y no me gusta perder partidos por falta de picardía”.

"No comparto cuando se dice que hay revancha en el fútbol. Les diría a todos los jugadores que la revancha no existe. Podés perder una final o un campeonato y ya está, lo perdiste. Por más que ganen otro título, ese título ya lo perdiste".

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Jaime Giordanella brindó un testimonio lleno de profundidad.
22 FEB 2022 - 12:27

Por Francisco Caputo

Jaime Giordanella atraviesa las tres décadas como director técnico de fútbol. Es una ocasión que él consideró inmejorable para realizar reflexiones sobre la vida, la filosofía, la psicología deportiva y las emociones.

El actual DT de Racing de Trelew, uno de los más laureados de la Liga del Valle, abrió las puertas de su espíritu de par en par en una entrevista poco ortodoxa. Brindó frases con una carga emotiva elevada que expone su sensibilidad como pocas veces. Las transcribimos por separado a cada una de dichas frases.

Jaime, en un dato no menor, no se presentó como DT o jugador. Se presentó como padre de seis hijos (Gianfranco, Lucas, Paola, Melanie, de Giselle y de Karen) y como abuelo de dos nietos: Mia y Francesco. Fue el preludio de una charla diferente con el técnico oriundo de Paso del Sapo.

Las emociones

Este es el contexto. Giordanella vive un momento de tristeza particular. Lo asume con claridad, sin tapujos. Indica que hace un año está separado y que la situación no es sencilla. En la actualidad, vive solo. Sobre esa cuestión, son las frases de este primer paquete.

“No me molesta en decirlo ni me da vergüenza. Los hombres no tenemos que tener miedo a decir lo que sentimos, a expresar lo que sentimos”.

“Estoy separado, me cuesta horrores. He llorado muchísimas noches, soy el único culpable que me pase esto. Pero nunca pensé estar solo. La entrada en la chacra dice Peumayén. Quiere decir: "Lugar soñado".Ese lugar lo elegimos con mi esposa; dejó de ser soñado”.

“Hace un año estoy separado. El futbol me ayuda. El futbol evitar una depresión, no la tristeza. La tristeza está y seguirá estando hasta que la página se de vuelta. El fútbol a mí me sigue ayudando a levantarme día a día, al igual que el trabajo”.

“Gracias al fútbol me mantengo vivo. Me cuesta terriblemente la soledad. Si no tuviera el futbol,tendría muchas horas para pensar y amargarme”.

“A esta edad vamos quemando las últimas etapas, tengo 61 años, se hace difícil. Una va construyendo una vida pensando que hace todo bien y resulta que se da cuenta que no fue así”.

“Como le dijo Falcioni a Maradona hace pocos años después de un partido, el fútbol da vida. Gracias al futbol tengo un motivo diario por el cual levantar, caer en pozos depresivos es relativamente fácil. No es mi caso, lo mío es tristeza”.

“El fútbol me dio casi todo y quitó casi todo. No vi a crecer a todos mis hijos de la misma forma, por esta afuera jugando, por estar en Comodoro no ví el crecimiento de Lucas y Gianfranco. Mi señora Sonia se encargaba de ellos”.

“Siento culpa. Nuestra profesión es egoísta, somos muy egoístas con nuestras familias. Hacíamos y hacemos lo que nos gustaba y gusta como jugadores y técnicos pero la familia queda de lado en los viajes”.

“Una esposa o novia pasa días sin estar con vos, te perdés muchas cosas que cuando llegas a esta edad te de das cuenta. Estar acá sentado solo en un quincho en una chacra cuesta bastante”.

“Fue muy lindo todo lo que me dio el fútbol. Jugué en Buenos Aires, logré títulos y ascensos como DT. Si me decís de empezar de nuevo y cambiar no cambiaría nada el futbol es mi vida. Volvería a ser jugador y técnico. Podrá no tener sentido con lo que dije antes, pero así lo siento”.

“En la pandemia, en una charla con Ángel Cappa, él me dio una frase que estuve buscando desde que empecé a jugar. Siempre me pregunté que es el fútbol. Y Cappa dijo que es un vínculo con la vida. Es una forma de vincularse con la sociedad, con el periodismo, con la gente”.

“Quizás en el camino iría haciendo otras cosas para no estar sentado solo como lo estoy ahora, para no vivir en un lugar donde las noches son largas y los fines de semana de fútbol son larguísimos”.

“Por todo esto, la final que perdimos con Germinal fue una de las que menos me dolió. Y eso que mi hijo erró el penal decisivo. Pero jamás pensé en mi vida que iba a dirigir a mí hijo en una final. Fui a abrazarlo y a consolarlo. La vida está en esas cosas, va más allá de un título ganado o perdido. Compartir una final con mi hijo fue algo único. Y a veces a esas cosas no les damos valor”.

Una situación similar

No es la primera vez que Giordanella atraviesa una situación de este calibre. Al sufrir la lesión de rodilla que lo forzó a retirarse, atravesó por un periplo similar.

“El Dr Horacio García me operó por tercera vez de la rodilla. Le estoy eternamente agradecido por esa vez. Le sigo haciendo consultas hoy en día”.

“Él me dijo que no iba a poder patear una pelota más en vida. Me largué a llorar. A partir de ahí, estuve 15, 20 días en la casa de una prima en Trelew. Venía agente a visitarme y me largaba a llorar”.

“Gracias a Dios tuve la capacidad de darme cuenta lo que estaba pasando. Me iba a jugar al futbol feliz pero mi madre y la que es la madre de mis primeros dos hijos se quedaban llorando. Estando lesionado, también lloraban. Entendí que no tenía yo derecho a hacer eso”.

“A partir de ese día me encerraba a la noche, mordía la almohada y lloraba y al otro día reía. Eso me ayudó mucho. Creo en Dios y mucho”.

“Un día pasó de visita el ´Rata´ Rubilar (NdR: excompañero en Huracán de Comodoro) y yo le dije eso mismo, que no tenía derecho a hacer lo que hacía. Empecé a recomponerme, a salir más rápido. Quise volver a jugar en Argentinos del Sud, no pude. Y empecé mi carrera de técnico en el año 1989, 90”.

"Como verás, he pasado por muchas experiencias. Sé también lo que es el hambre, lo que es tener la panza vacía. Los alfajares más ricos que comí los encontró mi abuelo en un basural"

El presente futbolístico

También hubo espacio para frases estrictamente futbolísticas. Hubo un paquete destinado al manejo de los planteles.

“Ascendí con Huracán de Comodoro al Argentino A. Pero con el actual formato de torneos, tendría más ascensos. Recorrés menos kilómetros ahora por ascender”.

“Como DT yo no puedo mentirle a mis jugadores. Una vez me dijo Vicente del Bosque, técnico que ganó todo(sic) con España y el Real Madrid, que tener credibilidad con el jugador y ser buen tipo era clave”.

“En una final con Guillermo Brown ante Gaiman a finales de los 90, tuve que dejar afuera a un jugador, Renzo Benítez, en la revancha, que se jugaba en Nochebuena. Habíamos ganado en Madryn”.

“Me dolió muchísimo tomar la decisión, pero la hice tomando en cuenta al equipo. Antes de la decisión, me dijo que iba a traer un pan dulce para que disfrutara con familia. No fue fácil. Le ví la cara a Renzo al anunciar mi decisión”.

“Siendo campeones, Renzo me llamó para que me acercara hacia donde estaba él, a su auto. Me llamó llorando y me dio el pan dulce. A mí se me cayó todo. Pero eso me marcó que al jugador siempre hay que decirle la verdad”.

Hubo otro pack de sentencias. “Antes hemos salido del Valle jugadores como Gabriel Calderón, Hugo Geoffroy, Morant, Gargini, yo. Jugué en Atlanta, All Boys, Douglas Haig y Cipolletti.Y era muy difícil llegar al fútbol de AFA. Ahora es más fácil. Hasta vienen a hacer las pruebas a la zona”.

“Como me decía mi abuelo Giovanni, un italiano que emigró a la Argentina en 1903, las cosas hay que hacerlas con pasión. Él me dijo que jugará al fútbol con pasión. Y eso le digo a los jugadores. Jueguen con pasión y ganas”.

“También les digo que sean pícaros, no tramposos. Picardía y trampa no es lo mismo. Maradona fue pícaro con la Mano de Dios, no fue un tramposo. No puedo entender y no me gusta perder partidos por falta de picardía”.

"No comparto cuando se dice que hay revancha en el fútbol. Les diría a todos los jugadores que la revancha no existe. Podés perder una final o un campeonato y ya está, lo perdiste. Por más que ganen otro título, ese título ya lo perdiste".


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