Editorial / Protagonista o espectador, esa es la cuestión

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10 ABR 2022 - 16:21 | Actualizado

Chubut fue pionera en la producción de hidrocarburos, también en hidrógeno y somos los productores de energía eólica más importantes de la Argentina. Tenemos 22 parques eólicos y proyectamos triplicar esa cantidad para los próximos años. Además, somos la cuarta exportadora de la Argentina, y así como fuimos pioneros en materia de producción energética ahora proponemos dar el puntapié inicial para planificar el desarrollo energético del país en forma conjunta entre todos los actores públicos y privados”.

La contundente frase fue pronunciada el martes pasado por el gobernador Mariano Arcioni en el marco de la Argentina Oil & Gas Expo, donde lució rodeado por lo más granado del negocio energético privado: Marcos Bulgheroni (Pan American Energy); Javier Madanes Quintanilla (Aluar), Pablo González (YPF); y Ricardo Markous (Tecpetrol), además de dirigentes gremiales, intendentes y funcionarios provinciales.

El fuerte posicionamiento del gobernador estuvo acompañado por un anuncio importante y algo rimbombante desde el enunciado: el “Foro Energía de Futuro / Potenciando la Patagonia y el Chubut del mañana”, que intentará coordinar estrategias junto a los principales actores públicos y privados del sector “para aumentar sostenidamente la producción energética de Chubut, la Patagonia y la Argentina en general tanto para abastecer el mercado interno como así también para incrementar los volúmenes de exportaciones”, expresó el Gobierno provincial a través de un comunicado de prensa.

La idea de realizar un foro de discusión para establecer las reglas en el negocio energético de cara al futuro es uno de los anuncios más alentadores que haya realizado la actual gestión provincial. “La discusión energética es aquí y ahora”, se tituló el editorial de Jornada de la semana pasada, abundando en la necesidad de comenzar a definir cuanto antes qué papel va a jugar Chubut en una discusión que marcará un antes y un después.

Claro que si la estrategia elegida no es la adecuada, los intereses de Chubut podrían verse -otra vez- postergados por los del sector privado, que sin dudas deberá seguir siendo un actor importante pero no el único.

Lejos del paradigma privatizador de los años 90, cuando se enajenaron decenas y decenas de empresas públicas a cambio de “achicar” el Estado, esta vez la discusión debería pasar pura y exclusivamente por cómo lograr que la generación de energías convencionales o alternativas tenga en el centro a los intereses colectivos de los chubutenses. En ese sentido, el único que puede equilibrar la balanza siempre es el Estado.

Dónde y cuándo

El martes pasado, el gobernador se apuró a decir que el foro en cuestión se realizará en junio en Comodoro Rivadavia. Pero su propio ministro de Hidrocarburos, Martín Cerdá, salió al otro día a destacar la iniciativa pero a relativizar la locación. Parece un tema menor, no tan trascendente al lado de lo que hay que discutir, pero hace a la cuestión. Seguir pensando que Comodoro Rivadavia es el único centro energético de la provincia porque hace cien años que se extrae petróleo es un error conceptual que hay que empezar a desterrar. Cerdá parece haberlo entendido y dijo que el Foro podría realizarse en otro lugar, o al menos compartir la organización de manera territorial con Comodoro. El equilibrio comarcal será fundamental en el diseño de las agendas públicas que se necesitan desarrollar.

Hoy, por ejemplo, la potencia instalada de energía eólica en Chubut llega a los 1.133 megas, de los cuales el 89% está en la zona del VIRCh: Madryn concentra el 59%; Trelew el 20,3%; y Rawson el 10%. El 10,7% restante está en la zona sur de la provincia.

Más allá de dónde finalmente se realice, es importante que el Gobierno provincial comience a trabajar en la instalación de la agenda energética. Pero debería quedar claro que esta agenda no sólo promoverá las inversiones para beneficio de las empresas privadas que desde hace décadas se quedan con la crema del negocio de los recursos naturales, sino que fundamentalmente planteará una política energética provincial en donde las empresas deberán invertir en el marco de un proyecto energético integral que beneficie a la Provincia, a la Nación y donde el sector privado obtenga rentabilidades justas.

Así como en el comercio exterior Chubut no es partícipe de los resultados económicos de las cadenas de valor globales en las que participa -particularmente del petróleo, la pesca y el aluminio-, en el sector energético la provincia genera y “exporta” energía que alimenta no sólo un negocio como el de la generación eólica (que deja poco y nada en Chubut), sino también el desarrollo industrial de otras zonas de la Argentina que lucran con la energía que sale de Chubut, negocio del cual la Provincia no participa ni obtiene beneficios.

De las propias cifras de las exportaciones del año pasado se desprende que casi el total de las exportaciones MOI (Manufacturas de Origen Industrial) son explicadas por el aluminio que embarca Aluar, que goza de un trato preferencial respecto al cuadro tarifario eléctrico que paga y que le garantiza una alta rentabilidad, mientras que las pymes locales que participan del sector industrial debe pagar las mismas tarifas de energía que cualquier hijo de vecino, generando una brecha de competitividad muy grande.

El espacio de diálogo, debate e intercambio de información entre el sector público y privado que plantea el Gobierno para este “Foro Energía de Futuro” debe estar sentado sobre una base en la que los chubutenses sean actores principales, no extras sin letra y poca participación.

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10 ABR 2022 - 16:21

Chubut fue pionera en la producción de hidrocarburos, también en hidrógeno y somos los productores de energía eólica más importantes de la Argentina. Tenemos 22 parques eólicos y proyectamos triplicar esa cantidad para los próximos años. Además, somos la cuarta exportadora de la Argentina, y así como fuimos pioneros en materia de producción energética ahora proponemos dar el puntapié inicial para planificar el desarrollo energético del país en forma conjunta entre todos los actores públicos y privados”.

La contundente frase fue pronunciada el martes pasado por el gobernador Mariano Arcioni en el marco de la Argentina Oil & Gas Expo, donde lució rodeado por lo más granado del negocio energético privado: Marcos Bulgheroni (Pan American Energy); Javier Madanes Quintanilla (Aluar), Pablo González (YPF); y Ricardo Markous (Tecpetrol), además de dirigentes gremiales, intendentes y funcionarios provinciales.

El fuerte posicionamiento del gobernador estuvo acompañado por un anuncio importante y algo rimbombante desde el enunciado: el “Foro Energía de Futuro / Potenciando la Patagonia y el Chubut del mañana”, que intentará coordinar estrategias junto a los principales actores públicos y privados del sector “para aumentar sostenidamente la producción energética de Chubut, la Patagonia y la Argentina en general tanto para abastecer el mercado interno como así también para incrementar los volúmenes de exportaciones”, expresó el Gobierno provincial a través de un comunicado de prensa.

La idea de realizar un foro de discusión para establecer las reglas en el negocio energético de cara al futuro es uno de los anuncios más alentadores que haya realizado la actual gestión provincial. “La discusión energética es aquí y ahora”, se tituló el editorial de Jornada de la semana pasada, abundando en la necesidad de comenzar a definir cuanto antes qué papel va a jugar Chubut en una discusión que marcará un antes y un después.

Claro que si la estrategia elegida no es la adecuada, los intereses de Chubut podrían verse -otra vez- postergados por los del sector privado, que sin dudas deberá seguir siendo un actor importante pero no el único.

Lejos del paradigma privatizador de los años 90, cuando se enajenaron decenas y decenas de empresas públicas a cambio de “achicar” el Estado, esta vez la discusión debería pasar pura y exclusivamente por cómo lograr que la generación de energías convencionales o alternativas tenga en el centro a los intereses colectivos de los chubutenses. En ese sentido, el único que puede equilibrar la balanza siempre es el Estado.

Dónde y cuándo

El martes pasado, el gobernador se apuró a decir que el foro en cuestión se realizará en junio en Comodoro Rivadavia. Pero su propio ministro de Hidrocarburos, Martín Cerdá, salió al otro día a destacar la iniciativa pero a relativizar la locación. Parece un tema menor, no tan trascendente al lado de lo que hay que discutir, pero hace a la cuestión. Seguir pensando que Comodoro Rivadavia es el único centro energético de la provincia porque hace cien años que se extrae petróleo es un error conceptual que hay que empezar a desterrar. Cerdá parece haberlo entendido y dijo que el Foro podría realizarse en otro lugar, o al menos compartir la organización de manera territorial con Comodoro. El equilibrio comarcal será fundamental en el diseño de las agendas públicas que se necesitan desarrollar.

Hoy, por ejemplo, la potencia instalada de energía eólica en Chubut llega a los 1.133 megas, de los cuales el 89% está en la zona del VIRCh: Madryn concentra el 59%; Trelew el 20,3%; y Rawson el 10%. El 10,7% restante está en la zona sur de la provincia.

Más allá de dónde finalmente se realice, es importante que el Gobierno provincial comience a trabajar en la instalación de la agenda energética. Pero debería quedar claro que esta agenda no sólo promoverá las inversiones para beneficio de las empresas privadas que desde hace décadas se quedan con la crema del negocio de los recursos naturales, sino que fundamentalmente planteará una política energética provincial en donde las empresas deberán invertir en el marco de un proyecto energético integral que beneficie a la Provincia, a la Nación y donde el sector privado obtenga rentabilidades justas.

Así como en el comercio exterior Chubut no es partícipe de los resultados económicos de las cadenas de valor globales en las que participa -particularmente del petróleo, la pesca y el aluminio-, en el sector energético la provincia genera y “exporta” energía que alimenta no sólo un negocio como el de la generación eólica (que deja poco y nada en Chubut), sino también el desarrollo industrial de otras zonas de la Argentina que lucran con la energía que sale de Chubut, negocio del cual la Provincia no participa ni obtiene beneficios.

De las propias cifras de las exportaciones del año pasado se desprende que casi el total de las exportaciones MOI (Manufacturas de Origen Industrial) son explicadas por el aluminio que embarca Aluar, que goza de un trato preferencial respecto al cuadro tarifario eléctrico que paga y que le garantiza una alta rentabilidad, mientras que las pymes locales que participan del sector industrial debe pagar las mismas tarifas de energía que cualquier hijo de vecino, generando una brecha de competitividad muy grande.

El espacio de diálogo, debate e intercambio de información entre el sector público y privado que plantea el Gobierno para este “Foro Energía de Futuro” debe estar sentado sobre una base en la que los chubutenses sean actores principales, no extras sin letra y poca participación.


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