Tanto Morena como Jazmín ingresarán a la planta de la Subsecretaría de Seguridad de la Administración Pública provincial, lo cual significa otro paso adelante del colectivo trans, tantos años invisibilizado y víctima de la falta de respeto en su lucha por la igualdad.
Esto se dio en coincidencia con el Día Internacional de la Visibilidad Trans, y supone un avance significativo en las políticas públicas que aseguran el ejercicio de sus derechos a todas las personas, sobre todo a quienes más los vieron vulnerados. Esta medida, que garantiza la inclusión laboral a un espacio que se mostraba casi vedado, responde a una intención de desarrollar un equipo inclusivo en el Gobierno provincial donde todos puedan tener voz y lugar en la gestión, tal como lo expresó Mirta Simone, ministra de Desarrollo Social, Familia, Mujer y Juventud.
Los derechos de todos y cada uno de los individuos es uno de las grandes deudas pendientes de nuestra sociedad.
La propia Jazmín Guerra se mostró feliz por “sentir que ahora forma parte de la sociedad” y por “no sentirse excluida”.
Algo tan simple como tener una tarjeta de débito, dice, le despierta una sonrisa. “Añoré por años tener una vida como la de cualquier persona”, dijo.
Son palabras mayores viniendo de alguien que por fin vislumbra un cambio, porque integra un colectivo que desde siempre fue segregadoy ultrajado por los demás. Pero que ahora es testigo de otra historia.
Tanto Morena como Jazmín ingresarán a la planta de la Subsecretaría de Seguridad de la Administración Pública provincial, lo cual significa otro paso adelante del colectivo trans, tantos años invisibilizado y víctima de la falta de respeto en su lucha por la igualdad.
Esto se dio en coincidencia con el Día Internacional de la Visibilidad Trans, y supone un avance significativo en las políticas públicas que aseguran el ejercicio de sus derechos a todas las personas, sobre todo a quienes más los vieron vulnerados. Esta medida, que garantiza la inclusión laboral a un espacio que se mostraba casi vedado, responde a una intención de desarrollar un equipo inclusivo en el Gobierno provincial donde todos puedan tener voz y lugar en la gestión, tal como lo expresó Mirta Simone, ministra de Desarrollo Social, Familia, Mujer y Juventud.
Los derechos de todos y cada uno de los individuos es uno de las grandes deudas pendientes de nuestra sociedad.
La propia Jazmín Guerra se mostró feliz por “sentir que ahora forma parte de la sociedad” y por “no sentirse excluida”.
Algo tan simple como tener una tarjeta de débito, dice, le despierta una sonrisa. “Añoré por años tener una vida como la de cualquier persona”, dijo.
Son palabras mayores viniendo de alguien que por fin vislumbra un cambio, porque integra un colectivo que desde siempre fue segregadoy ultrajado por los demás. Pero que ahora es testigo de otra historia.