Terrorífico relato de un hombre que cambiaba una rueda en la ruta

“Lo que recuerdo es que estaba a unos metros de una grutita al costado en la banquina. Estaba renegando con el gato hidráulico que no levantaba bien, cuando en un momento se apareció..."

23 ABR 2022 - 19:27 | Actualizado 25 ABR 2022 - 10:29

Daniel es un vecino de Aguilares, Tucumán y se animó a revelar el momento más extraño de su vida: todo fue cuando trabajaba con su auto haciendo viajes en el sur.“Fue una noche de lluvia, volviendo de Alberdi, cerca de las 23.30, cuando me di cuenta que había pinchado la rueda trasera de mi auto”.

Echado al costado de la ruta en un tramo oscuro, Daniel encendió las balizas, bajó y se dispuso a sacar el kit de auxilio. No había autos y llovía fuerte: “Lo que recuerdo es que estaba a unos metros de una grutita al costado en la banquina. Estaba renegando con el gato hidráulico que no levantaba bien, cuando en un momento se apareció detrás mío un hombre joven que me asustó”.

Luego del susto inicial, Daniel recibió el saludo y la consulta: “Me dijo si necesitaba ayuda, le respondí que no y le agradecí. Pero lo que me llamó la atención fue de dónde salió está persona: no había casas cerca, su ropa no estaba mojada y yo ya estaba hecho agua”.

“Realmente me puse nervioso y estaba atento a lo que pudiera hacer este hombre que se quedó ahí conmigo todo el tiempo en que tardé en cambiar la rueda. Me acercó dos ladrillos que no sé de dónde los sacó para usarlos de base para que el gato hidráulico tenga más altura”, reveló el joven a Tucumán Paranormal. ¿Quién era este misterioso acompañante?

“‘Me llamo Alfredo’, me dijo. ‘Quédese tranquilo: ya solucionará el problema con su rueda’. Logré sacar la rueda, puse el auxilio, guardé las cosas en el baúl y antes de subir al auto me acerqué a este muchacho para darle las gracias. Cuando le tendí mi mano para saludarlo, me miró de manera extraña y extendió su mano. Cuando nos saludamos, sentí un escalofrío terrible recorrer mi cuerpo. Tenía su mano muy fría, no era normal. Aun así, con cierto temor me ofrecí llevarlo cerca de su casa pero se negó”,agregó el aguilarense.

Pero lo peor de la noche que Daniel no olvida y acompaña sus horas en velo fue lo que pasó a continuación: “Subí al auto salí de la banquina y cuando miré por el retrovisor, esta persona ya no estaba. Fueron milésimas de segundos. Cuando me alejé unos kilómetros, lo que ví me heló la sangre. El mismo muchacho que había estado conmigo kilómetros atrás, caminaba por la banquina. No lo podía creer. Lo miré, lo pasé con el vehículo y me saludó levantando la mano. Fue muy extraño y se lo conté a mi esposa. Desde que sucedió no puedo entender con quién estuve esa noche, quién me acompañó”.

(Info Aguilares)

23 ABR 2022 - 19:27

Daniel es un vecino de Aguilares, Tucumán y se animó a revelar el momento más extraño de su vida: todo fue cuando trabajaba con su auto haciendo viajes en el sur.“Fue una noche de lluvia, volviendo de Alberdi, cerca de las 23.30, cuando me di cuenta que había pinchado la rueda trasera de mi auto”.

Echado al costado de la ruta en un tramo oscuro, Daniel encendió las balizas, bajó y se dispuso a sacar el kit de auxilio. No había autos y llovía fuerte: “Lo que recuerdo es que estaba a unos metros de una grutita al costado en la banquina. Estaba renegando con el gato hidráulico que no levantaba bien, cuando en un momento se apareció detrás mío un hombre joven que me asustó”.

Luego del susto inicial, Daniel recibió el saludo y la consulta: “Me dijo si necesitaba ayuda, le respondí que no y le agradecí. Pero lo que me llamó la atención fue de dónde salió está persona: no había casas cerca, su ropa no estaba mojada y yo ya estaba hecho agua”.

“Realmente me puse nervioso y estaba atento a lo que pudiera hacer este hombre que se quedó ahí conmigo todo el tiempo en que tardé en cambiar la rueda. Me acercó dos ladrillos que no sé de dónde los sacó para usarlos de base para que el gato hidráulico tenga más altura”, reveló el joven a Tucumán Paranormal. ¿Quién era este misterioso acompañante?

“‘Me llamo Alfredo’, me dijo. ‘Quédese tranquilo: ya solucionará el problema con su rueda’. Logré sacar la rueda, puse el auxilio, guardé las cosas en el baúl y antes de subir al auto me acerqué a este muchacho para darle las gracias. Cuando le tendí mi mano para saludarlo, me miró de manera extraña y extendió su mano. Cuando nos saludamos, sentí un escalofrío terrible recorrer mi cuerpo. Tenía su mano muy fría, no era normal. Aun así, con cierto temor me ofrecí llevarlo cerca de su casa pero se negó”,agregó el aguilarense.

Pero lo peor de la noche que Daniel no olvida y acompaña sus horas en velo fue lo que pasó a continuación: “Subí al auto salí de la banquina y cuando miré por el retrovisor, esta persona ya no estaba. Fueron milésimas de segundos. Cuando me alejé unos kilómetros, lo que ví me heló la sangre. El mismo muchacho que había estado conmigo kilómetros atrás, caminaba por la banquina. No lo podía creer. Lo miré, lo pasé con el vehículo y me saludó levantando la mano. Fue muy extraño y se lo conté a mi esposa. Desde que sucedió no puedo entender con quién estuve esa noche, quién me acompañó”.

(Info Aguilares)


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