La tragedia del pesquero “Repunte” y una frase: “Ningún marinero se sube a un barco para morir”

Lo dijo Silvia de Hoz, esposa de uno de los marineros desaparecidos. Un informe reveló que el barco “tenía fallas de estabilidad” y otros problemas. “Ellos no lo sabían y ahora queremos que los responsables paguen”, expresó la mujer. Y contó el calvario que padeció durante todo este tiempo.

Toda la familia. En el medio, Marcelo Islas, uno de los marineros desaparecido en el buque “El Repunte”.
21 MAY 2022 - 20:46 | Actualizado 21 MAY 2022 - 20:49

Por Carlos Guajardo / Redacción Jornada

Ningún marinero se sube a un barco para morir”. La contundente frase pertenece a Silvia de Hoz, esposa de uno de los tripulantes del pesquero “Repunte” que se hundió en medio de una tormenta frente a la costa de Chubut el 16 de junio de 2017. Están a punto de cumplirse cinco años. Todo ese tiempo esperaron los familiares de los 6 marineros desaparecidos y los 3 cuyos cuerpos fueron encontrados para que la justicia les de la razón. “Siempre dijimos que el barco no estaba en condiciones de salir al mar. Y que la tripulación no lo sabía. Pero nadie nos escuchó. De todas maneras seguimos nuestra lucha y ahora, después de cinco años la justicia nos da la razón. La lucha no fue en vano. Encontramos justicia. Pero nuestros sentimientos son encontrados porque no tenemos al lado nuestro a los seres queridos que quedaron en el mar”, le dijo Silvia a Jornada desde Mar del Plata, ciudad donde reside y desde cuyo puerto partió el “Repunte” hacia su último viaje.
Pensión

Silvia carga con otra situación si se quiere también angustiante: no puede aún cobrar la pensión porque su esposo Marcelo Islas es uno de los desaparecidos y por lo tanto no obtiene el certificado de defunción. “No puedo comparar lo que puedo cobrar de pensión con el dolor de la pérdida de mi esposo (cuando el barco naufragó estaban a punto de cumplir 25 años de casados). Pero es otra cosa que lastima. Años haciendo trámites sin ninguna respuesta. Ahora puede ser que en un par de meses, todo se solucione”, agregó Silvia que durante todo este tiempo la pasó muy mal. “Recién ahora podemos levantarnos un poco. Alquilamos una casa. Yo trabajo por horas en casas de familia y con la ayuda de mis hijos conseguimos un lugar para vivir. Pero los primeros tiempos fueron duros. Me desalojaron por no poder pagar y gracias a la bondad de mi hermana pude ir a vivir con ella”.
Fallas en el buque

Hace unos días la Junta de Seguridad en el Transporte (JST) presentó los resultados de su investigación sobre el naufragio del buque pesquero “Repunte”, que dejó un saldo de tres tripulantes muertos y siete desaparecidos en 2017. Dos pudieron ser rescatados. El organismo resolvió que se detectaron fallas en la estabilidad de la embarcación a raíz de reformas hechas sobre el mismo. También que hubo evidentes fallas en el barco que provocaron ingreso de agua, sobre todo en la zona de máquinas el día en que se produjo el naufragio

El organismo descentralizado del Ministerio de Transporte de la Nación expuso las principales conclusiones de un informe de 107 páginas sobre los factores relacionados con el hundimiento, ocurrido frente a las costas de Chubut, en medio de un temporal.

El Informe de Seguridad Operacional (ISO) sobre el caso mencionó, entre otras cuestiones, posibles problemas de estabilidad del buque, vinculados con reformas realizadas por la firma propietaria, uno de los puntos sobre los que los allegados de los marinos insistieron desde que se produjo el accidente.

Según la investigación, el análisis de los planes del buque permitió determinar que la información que contenía el Manuel de Estabilidad (MEB) perteneciente al “Repunte” discrepaba de la situación real al momento en que fue confeccionado y aprobado dicho manual”

El informe destacó “las reformas a las que había sido sometido” y “las condiciones de carga del tipo de especie objetivo con la que se encontraba operando al momento del suceso”.

Es que el barco era un “merlucero” pero sus propietarios decidieron convertirlo en uno que pueda pescar langostinos. En las reformas estuvieron las fallas ya que aparentemente, los tangones que se colocaron corresponderían a un navío de mayores dimensones o los confeccionaron de manera equivocada. Por eso el barco no tenía la estabilidad suficiente para navegar.

Silvia recordó en su charla con este diario, la lucha de todos los familiares de quienes formaron parte de la tripulación. “Marchábamos cada día 17. Nos juntábamos porque sabíamos que el barco no estaba en condiciones de salir y queríamos que la justicia actúe. La lucha continuó aún con la pandemia. Hacíamos Zoom o nos juntábamos unos pocos. Pero nunca bajamos los brazos. Y ahora tenemos el resultado. Esperemos que el juez de Rawson (el juez federal Gustavo Lleral quien ya comenzó con las indagatorias) pueda llegar a una conclusión final y los que hicieron las cosas mal paguen por ello. Nadie nos va a devolver la vida de nuestros seres queridos (en el barco también iba su sobrino Sebastián, otro de los desaparecidos) pero al menos tenemos el consuelo de saber que hubo una negligencia y que tiene sus responsables”. #

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Toda la familia. En el medio, Marcelo Islas, uno de los marineros desaparecido en el buque “El Repunte”.
21 MAY 2022 - 20:46

Por Carlos Guajardo / Redacción Jornada

Ningún marinero se sube a un barco para morir”. La contundente frase pertenece a Silvia de Hoz, esposa de uno de los tripulantes del pesquero “Repunte” que se hundió en medio de una tormenta frente a la costa de Chubut el 16 de junio de 2017. Están a punto de cumplirse cinco años. Todo ese tiempo esperaron los familiares de los 6 marineros desaparecidos y los 3 cuyos cuerpos fueron encontrados para que la justicia les de la razón. “Siempre dijimos que el barco no estaba en condiciones de salir al mar. Y que la tripulación no lo sabía. Pero nadie nos escuchó. De todas maneras seguimos nuestra lucha y ahora, después de cinco años la justicia nos da la razón. La lucha no fue en vano. Encontramos justicia. Pero nuestros sentimientos son encontrados porque no tenemos al lado nuestro a los seres queridos que quedaron en el mar”, le dijo Silvia a Jornada desde Mar del Plata, ciudad donde reside y desde cuyo puerto partió el “Repunte” hacia su último viaje.
Pensión

Silvia carga con otra situación si se quiere también angustiante: no puede aún cobrar la pensión porque su esposo Marcelo Islas es uno de los desaparecidos y por lo tanto no obtiene el certificado de defunción. “No puedo comparar lo que puedo cobrar de pensión con el dolor de la pérdida de mi esposo (cuando el barco naufragó estaban a punto de cumplir 25 años de casados). Pero es otra cosa que lastima. Años haciendo trámites sin ninguna respuesta. Ahora puede ser que en un par de meses, todo se solucione”, agregó Silvia que durante todo este tiempo la pasó muy mal. “Recién ahora podemos levantarnos un poco. Alquilamos una casa. Yo trabajo por horas en casas de familia y con la ayuda de mis hijos conseguimos un lugar para vivir. Pero los primeros tiempos fueron duros. Me desalojaron por no poder pagar y gracias a la bondad de mi hermana pude ir a vivir con ella”.
Fallas en el buque

Hace unos días la Junta de Seguridad en el Transporte (JST) presentó los resultados de su investigación sobre el naufragio del buque pesquero “Repunte”, que dejó un saldo de tres tripulantes muertos y siete desaparecidos en 2017. Dos pudieron ser rescatados. El organismo resolvió que se detectaron fallas en la estabilidad de la embarcación a raíz de reformas hechas sobre el mismo. También que hubo evidentes fallas en el barco que provocaron ingreso de agua, sobre todo en la zona de máquinas el día en que se produjo el naufragio

El organismo descentralizado del Ministerio de Transporte de la Nación expuso las principales conclusiones de un informe de 107 páginas sobre los factores relacionados con el hundimiento, ocurrido frente a las costas de Chubut, en medio de un temporal.

El Informe de Seguridad Operacional (ISO) sobre el caso mencionó, entre otras cuestiones, posibles problemas de estabilidad del buque, vinculados con reformas realizadas por la firma propietaria, uno de los puntos sobre los que los allegados de los marinos insistieron desde que se produjo el accidente.

Según la investigación, el análisis de los planes del buque permitió determinar que la información que contenía el Manuel de Estabilidad (MEB) perteneciente al “Repunte” discrepaba de la situación real al momento en que fue confeccionado y aprobado dicho manual”

El informe destacó “las reformas a las que había sido sometido” y “las condiciones de carga del tipo de especie objetivo con la que se encontraba operando al momento del suceso”.

Es que el barco era un “merlucero” pero sus propietarios decidieron convertirlo en uno que pueda pescar langostinos. En las reformas estuvieron las fallas ya que aparentemente, los tangones que se colocaron corresponderían a un navío de mayores dimensones o los confeccionaron de manera equivocada. Por eso el barco no tenía la estabilidad suficiente para navegar.

Silvia recordó en su charla con este diario, la lucha de todos los familiares de quienes formaron parte de la tripulación. “Marchábamos cada día 17. Nos juntábamos porque sabíamos que el barco no estaba en condiciones de salir y queríamos que la justicia actúe. La lucha continuó aún con la pandemia. Hacíamos Zoom o nos juntábamos unos pocos. Pero nunca bajamos los brazos. Y ahora tenemos el resultado. Esperemos que el juez de Rawson (el juez federal Gustavo Lleral quien ya comenzó con las indagatorias) pueda llegar a una conclusión final y los que hicieron las cosas mal paguen por ello. Nadie nos va a devolver la vida de nuestros seres queridos (en el barco también iba su sobrino Sebastián, otro de los desaparecidos) pero al menos tenemos el consuelo de saber que hubo una negligencia y que tiene sus responsables”. #