En la jornada de ayer, durante la despedida del cónsul de Chile Daniel Robinovich, que cumplió su mandato, el intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, comentó que “la futura cónsul local será la primera mujer que ocupe ese rol en nuestra región”. Una gran noticia, una novedad que supera el interés meramente político.
Si bien se han reservado el nombre de la próxima titular del Consulado de Chile en Comodoro Rivadavia, se destaca que será una mujer. La primera en ocupar ese rol en la historia del Consulado. En otros puestos de menor rango e importancia ya han sido ocupados por mujeres pero no la máxima posición.
Las mujeres chilenas comenzaron a integrar el Servicio Exterior Chileno incluso antes de la creación de la Academia Diplomática, en la década del 20.
Entre 1927 y 1930, Olga de la Barra fue vicecónsul de Chile en Glasgow e Inés Ortúzar ocupó el puesto de cónsul chilena en Hull entre 1928 y 1930. Ambas fueron más tarde redestinadas a otros consulados y siguieron sirviendo a Chile en el exterior. Debe destacarse igualmente la presencia de Gabriela Mistral, poetisa chilena y Premio Nóbel de Literatura, quien en 1932 fue cónsul particular de libre elección, y en 1935 su cargo consular fue definido como vitalicio.
A partir de entonces, la incorporación de las mujeres al Servicio Exterior Chileno fue un proceso lento e intermitente, y desligado de políticas públicas deliberadas y explícitas de carácter nacional.
Para 2013, del total de 574 funcionarios que integran la planta del Servicio, que comprende los grados de embajador, ministro consejero, consejero, primer secretario, segundo secretario, tercer secretario y tercer secretario de segunda clase, sólo 69 son mujeres, lo que representa un magro 12 % del total de diplomáticos en la Cancillería chilena.
Los países que ocupan las primeras posiciones de liderazgo femenino en política exterior son EE.UU, Gran Bretaña e Israel. Y en los países nórdicos son mujeres: el 35 %. Pese a que en los servicios diplomáticos la presencia de mujeres con rango ha crecido en los últimos años, sólo en 9 países ellas ocupan más del 20 % de los cargos de embajador, entre los que no se encuentra Argentina.#
En la jornada de ayer, durante la despedida del cónsul de Chile Daniel Robinovich, que cumplió su mandato, el intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, comentó que “la futura cónsul local será la primera mujer que ocupe ese rol en nuestra región”. Una gran noticia, una novedad que supera el interés meramente político.
Si bien se han reservado el nombre de la próxima titular del Consulado de Chile en Comodoro Rivadavia, se destaca que será una mujer. La primera en ocupar ese rol en la historia del Consulado. En otros puestos de menor rango e importancia ya han sido ocupados por mujeres pero no la máxima posición.
Las mujeres chilenas comenzaron a integrar el Servicio Exterior Chileno incluso antes de la creación de la Academia Diplomática, en la década del 20.
Entre 1927 y 1930, Olga de la Barra fue vicecónsul de Chile en Glasgow e Inés Ortúzar ocupó el puesto de cónsul chilena en Hull entre 1928 y 1930. Ambas fueron más tarde redestinadas a otros consulados y siguieron sirviendo a Chile en el exterior. Debe destacarse igualmente la presencia de Gabriela Mistral, poetisa chilena y Premio Nóbel de Literatura, quien en 1932 fue cónsul particular de libre elección, y en 1935 su cargo consular fue definido como vitalicio.
A partir de entonces, la incorporación de las mujeres al Servicio Exterior Chileno fue un proceso lento e intermitente, y desligado de políticas públicas deliberadas y explícitas de carácter nacional.
Para 2013, del total de 574 funcionarios que integran la planta del Servicio, que comprende los grados de embajador, ministro consejero, consejero, primer secretario, segundo secretario, tercer secretario y tercer secretario de segunda clase, sólo 69 son mujeres, lo que representa un magro 12 % del total de diplomáticos en la Cancillería chilena.
Los países que ocupan las primeras posiciones de liderazgo femenino en política exterior son EE.UU, Gran Bretaña e Israel. Y en los países nórdicos son mujeres: el 35 %. Pese a que en los servicios diplomáticos la presencia de mujeres con rango ha crecido en los últimos años, sólo en 9 países ellas ocupan más del 20 % de los cargos de embajador, entre los que no se encuentra Argentina.#