Mamá Llegué: el llavero furor que es una herramienta de defensa para mujeres

Por Daniela Moraga

Tamara Pons es de Lomas de Zamora, tiene 22 años, estudia Diseño Gráfico y cansada de no sentirse segura en las calles creó una amigable herramienta de defensa que ya salvó vidas. Lo que no imaginó es que a menos de un año de su creación, su emprendimiento cuente con revendedoras en 6 provincias del país, incluida Chubut y exportaciones a México, Colombia, Uruguay y España.

Es un kit de defensa personal que se puede llevar cómodamente colgando de la muñeca, con una cinta y un pompón decorativo. Incluye una manopla con forma de un tierno gatito, gas pimienta, una alarma que se percibe a tres cuadras, una linterna, un kubotan metálico (arma de defensa japonesa), un rompe cristal y un corta cinto. El último mes superó los 60 mil seguidores en Instagram, donde se encuentra como Mamallegue y en su feed está el enlace para ingresar a la tienda virtual y armar los kits a elección.

Tamara habló con Jornada sobre la necesidad de las mujeres de caminar seguras por las calles, y reconoció que el acoso callejero además de un delito es una problemática social que lejos de disminuir, el 97% de las mujeres lo sufrió, según la Fundcción para Estudio e Investigación de la Mujer Comentó su excelente relación con su madre: ella es la menor de 3 hermanos y siempre le avisa que llegó bien a destino. Y agradeció la difusión en la Patagonia de su emprendimiento para llegar a más mujeres.

-¿Cuándo y por qué comenzó Mamá Llegué?

-Este emprendimiento comenzó en noviembre de 2021, como estudio Diseño Gráfico comencé a hacer las redes sociales, el diseño de la marca y demás. Comencé sola, iba a Capital a comprar de a 5 cositas al principio y ahora me ayuda mi novio. Cuando llegaba a mi casa armaba los kits, entre trabajo y cursada. Era manicura en el local de estética de mi mamá. Y esto surge desde una necesidad propia de caminar por las calles tranquila.

- El acoso callejero es una realidad diaria y la demanda mundial que tiene Mamá Llegué refleja una necesidad, ¿cómo recibiste este boom a menos de un año de su lanzamiento?

-Verdaderamente me shockeó. No creí que se pudiera comercializar de esta manera. ¿Hasta qué punto llegamos para que la mujer necesite armas de defensa que buscamos esconder en esa apariencia femenina y decorada? La mujer utiliza estas herramientas para salir a la calle y es una realidad. Pensar en cuántas mujeres conviven con el miedo a salir me motivó a comercializarlo.

-¿Llevas a diario tu kit?

-Sí, hasta para ir a comprar a la esquina. Ya es una extensión de mi cuerpo. No sufrí ninguna situación que se vaya a mayores y sin embargo decidí cuidarme de esta manera. No salgo de mi casa sin mi llavero. Por eso no me puedo comparar, tampoco imagino el miedo de esas mujeres que fueron secuestradas de camino a sus casas o que sufrieron violaciones y violencia de género. Ellas también me motivaron a realizarlo.

-No buscás promover la violencia sino una herramienta para situaciones extremas, ¿hay gente que no lo ve así?

-Sí, más que nada al principio recibía muchos comentarios de este tipo. Me decían que nuestra lucha tiene que ser con amor y con paz. Pero esas personas no quieren ver la realidad o son personas mayores que tienen otra mentalidad. Una no va por la calle tirando gas pimienta o empuñando un kubotan, buscando dañar al otro. Una busca protegerse, porque la sociedad y el Estado no lo hacen. Las estadísticas de femicidios reflejan en Argentina uno por día, vemos a diario en los noticieros que secuestran mujeres, que desaparecen, que realizan cientos de denuncias y no son escuchadas. Y todos los días cargamos con esa información, por eso es imposible que hoy en día una mujer se sienta segura en la calle. Porque salís y no sabés si volvés. Si no nos defendemos entre nosotras, no nos defiende nadie.

-¿Se comunicaron con vos mujeres que hayan utilizado el kit?

-Lamentablemente sí, una vez me pasó que sólo tenía dos kits disponibles, cuando comenzó a aumentar la demanda. Y una chica desesperada me pidió uno que ya lo tenía vendido, porque no estaba segura. Así que cancelé el otro pedido y se lo vendí. Cuando llega a su casa me avisa que utilizó la alarma (que se escucha a tres cuadras), para ahuyentar a tres hombres que la comenzaron a seguir desde que bajó del tren.

-¿Y alguna que haya utilizado un arma de defensa?

-El gas pimienta. Me comenta una chica que iba al gimnasio y lo lleva, que comenzaron a escuchar ruidos, al principio pensaron que estaban corriendo muebles. Luego se escucharon más fuertes y gritos de una mujer. Entonces preguntan si alguien tenía un arma o lo que sea para ingresar, justo esta alumna tenía el llavero y se lo prestó a la profesora que fue quien ingresó. Sólo utilizaron el gas pimienta y el hombre que estaba atacando a su pareja con golpes de puño en el suelo la soltó. Verdaderamente se salvan vidas con este llavero, no sólo ayuda a no tener miedo por las calles. #