Un vuelo de 7 horas y más de 1.500 fotografías: el relevamiento de loberías en la costa de Chubut

El 22 de enero se realizó un vuelo costero para fotografiar y censar las loberías que se ubican entre Playa Unión y Comodoro. “El monitoreo permite que hagamos un seguimiento y saber cómo se recupera la especia, su tasa de crecimiento y qué cantidad hay en cada zona”, dice la investigadora Grandi.

Las fotos permiten localizar las loberías y contar los individuos.
04 FEB 2023 - 20:13 | Actualizado 04 FEB 2023 - 20:15

Por Martín Tacón / martintacon@hotmail.com

El Laboratorio de Mamíferos Marinos, que desarrolla sus estudios en el Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (dependiente del CONICET) de Puerto Madryn, realizó un nuevo censo de loberías en Chubut. El monitoreo, que demandó un vuelo de 7 horas sobre la costa del sur de la provincia y donde fueron tomadas más de 1.500 fotografías, es parte de las investigaciones que lleva adelante el equipo científico hace más de 40 años y que consiste en el relevamiento de los espacios que habitan los lobos marinos de uno y dos pelos.

Estos relevamientos se realizan por regiones, dependiendo de la logística, el personal y el presupuesto disponible. Las áreas de estudio están comprendidas entre la costa de Río Negro, Península Valdés y el sur de Chubut, desde la desembocadura del río Chubut en Playa Unión hasta Comodoro Rivadavia. A veces se incorpora la provincia de Santa Cruz.

Florencia Grandi, investigadora y líder del proyecto, explica que el objetivo del actual censo es mantener actualizados los datos de la abundancia poblacional de lobos marino de un pelo. También se hicieron estimaciones del lobo marino de dos pelos.

“El mantenimiento de monitoreo de poblaciones en los lugares donde se reproducen permite realizar diversidad de estudios y contestar preguntas biológicas y ecológicas que ayudan a conocer más a esta especie y proyectar hacia dónde puede ir la población”, explica Grandi.

Especie en recuperación

Ambas especies, tanto el Otaria Flavescens (pelo marrón pardo) como el Arthocephalus Australis (pelo grisáceo oscuro), se están recuperando. La investigadora cuenta que estos lobos marinos “tienen una historia a lo largo el tiempo en la que han sufrido disminución poblacional por casería”. Explica que “hubo un tiempo que se los casaba para aprovechar el cuero y la grasa”.

En las costas de la Patagonia se los cazó entre 1917 y 1950. A raíz de eso las poblaciones redujeron su abundancia drásticamente. “Se extrajeron muchos individuos durante muchos años. A partir del 70 se dejó de explotar la especie y comenzó lentamente a recuperarse. Hoy vemos esa recuperación. El monitoreo permite que hagamos un seguimiento y saber cómo se está recuperando, a qué tasa y qué cantidad hay en cada zona”.

Según Grandi, la tasa de crecimiento para el lobo marino de un pelo en zona patagónica de acuerdo al último monitoreo realizado en 2010 es 5,7% de incremento anual. Esto fue estudiado desde Río Negro hasta Península Valdés. En la zona sur, en 2004, la tasa arrojó un 6%, similar a la zona norte. En 2012 se calculó en Santa Cruz una tasa de 7,1%. En Tierra del Fuego se detectó el mayor porcentaje, estimado en 8,1%.

El censo actual

Los datos necesitaban una actualización después de tantos años. El monitoreo realizado el pasado 22 de enero de 2023 se encaró tras el proyecto presentado por la investigadora Florencia Grandi y estuvo enfocado en renovar los datos.

“El vuelo se hizo en un avión de ala alta para tener una mejor visual desde la ventanilla. El Aeroclub de Madryn proveyó el avión con un piloto experimentado. Volaron con un fotógrafo del Instituto y dos observadoras que iban viendo la cosa en busca de sitios relevados y sitios nuevos. Volaron a una altura entre 100 y 150 metros. Fueron 7 horas de vuelo y sacaron más de 1500 fotos”.

Grandi cuenta que el vuelo fue solo el comienzo de esta investigación. “Ahora queda un arduo trabajo de gabinete para bajar las fotos, ubicar cada imagen en cada lugar en los puntos marcados del GPS y armar un mosaico para contar los individuos”.

Una vez que todas las loberías estén ubicadas, podrán estimar la abundancia en la zona y compararlas con años anteriores para calcular la tendencia poblacional. “Este trabajo lleva meses. Los lobos se cuentan por categoría de edad, se determinan los sexos y la cantidad de crías. También se ubican los grupos reproductivos y los sitios ocupados por individuos no reproductores”.

Datos generales

En este vuelo no se detectaron loberías nuevas. La abundancia del lobo marino común es alta y las tendencias poblacionales son positivas.

Se conocen 150 loberías en toda la costa de Argentina (abundan en la zona patagónica) y se estima que la población total supera los 200.000 individuos. La especie no está en categoría de amenaza.#

Las fotos permiten localizar las loberías y contar los individuos.
04 FEB 2023 - 20:13

Por Martín Tacón / martintacon@hotmail.com

El Laboratorio de Mamíferos Marinos, que desarrolla sus estudios en el Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (dependiente del CONICET) de Puerto Madryn, realizó un nuevo censo de loberías en Chubut. El monitoreo, que demandó un vuelo de 7 horas sobre la costa del sur de la provincia y donde fueron tomadas más de 1.500 fotografías, es parte de las investigaciones que lleva adelante el equipo científico hace más de 40 años y que consiste en el relevamiento de los espacios que habitan los lobos marinos de uno y dos pelos.

Estos relevamientos se realizan por regiones, dependiendo de la logística, el personal y el presupuesto disponible. Las áreas de estudio están comprendidas entre la costa de Río Negro, Península Valdés y el sur de Chubut, desde la desembocadura del río Chubut en Playa Unión hasta Comodoro Rivadavia. A veces se incorpora la provincia de Santa Cruz.

Florencia Grandi, investigadora y líder del proyecto, explica que el objetivo del actual censo es mantener actualizados los datos de la abundancia poblacional de lobos marino de un pelo. También se hicieron estimaciones del lobo marino de dos pelos.

“El mantenimiento de monitoreo de poblaciones en los lugares donde se reproducen permite realizar diversidad de estudios y contestar preguntas biológicas y ecológicas que ayudan a conocer más a esta especie y proyectar hacia dónde puede ir la población”, explica Grandi.

Especie en recuperación

Ambas especies, tanto el Otaria Flavescens (pelo marrón pardo) como el Arthocephalus Australis (pelo grisáceo oscuro), se están recuperando. La investigadora cuenta que estos lobos marinos “tienen una historia a lo largo el tiempo en la que han sufrido disminución poblacional por casería”. Explica que “hubo un tiempo que se los casaba para aprovechar el cuero y la grasa”.

En las costas de la Patagonia se los cazó entre 1917 y 1950. A raíz de eso las poblaciones redujeron su abundancia drásticamente. “Se extrajeron muchos individuos durante muchos años. A partir del 70 se dejó de explotar la especie y comenzó lentamente a recuperarse. Hoy vemos esa recuperación. El monitoreo permite que hagamos un seguimiento y saber cómo se está recuperando, a qué tasa y qué cantidad hay en cada zona”.

Según Grandi, la tasa de crecimiento para el lobo marino de un pelo en zona patagónica de acuerdo al último monitoreo realizado en 2010 es 5,7% de incremento anual. Esto fue estudiado desde Río Negro hasta Península Valdés. En la zona sur, en 2004, la tasa arrojó un 6%, similar a la zona norte. En 2012 se calculó en Santa Cruz una tasa de 7,1%. En Tierra del Fuego se detectó el mayor porcentaje, estimado en 8,1%.

El censo actual

Los datos necesitaban una actualización después de tantos años. El monitoreo realizado el pasado 22 de enero de 2023 se encaró tras el proyecto presentado por la investigadora Florencia Grandi y estuvo enfocado en renovar los datos.

“El vuelo se hizo en un avión de ala alta para tener una mejor visual desde la ventanilla. El Aeroclub de Madryn proveyó el avión con un piloto experimentado. Volaron con un fotógrafo del Instituto y dos observadoras que iban viendo la cosa en busca de sitios relevados y sitios nuevos. Volaron a una altura entre 100 y 150 metros. Fueron 7 horas de vuelo y sacaron más de 1500 fotos”.

Grandi cuenta que el vuelo fue solo el comienzo de esta investigación. “Ahora queda un arduo trabajo de gabinete para bajar las fotos, ubicar cada imagen en cada lugar en los puntos marcados del GPS y armar un mosaico para contar los individuos”.

Una vez que todas las loberías estén ubicadas, podrán estimar la abundancia en la zona y compararlas con años anteriores para calcular la tendencia poblacional. “Este trabajo lleva meses. Los lobos se cuentan por categoría de edad, se determinan los sexos y la cantidad de crías. También se ubican los grupos reproductivos y los sitios ocupados por individuos no reproductores”.

Datos generales

En este vuelo no se detectaron loberías nuevas. La abundancia del lobo marino común es alta y las tendencias poblacionales son positivas.

Se conocen 150 loberías en toda la costa de Argentina (abundan en la zona patagónica) y se estima que la población total supera los 200.000 individuos. La especie no está en categoría de amenaza.#


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