Los tres viven en la base Orcadas de la Antártida Argentina. Están lejos de casa pero tienen un destino común: el Chubut natal que los reunió.
Pablo Pérez, de Trelew, es observador del Servicio Meteorológico Nacional; Aluminé, de Comodoro Rivadavia, estudia ingeniería ambiental y trabaja en la Dirección Nacional Antártica; Vanesa es al subjefe de la base.
Los tres hablaron desde la Antártida con Primera Vuelta, por Cadena Tiempo y contaron cómo es un día en la vida en la primera base antártica argentina y con la presencia humana estable más antigua del continente.
Está empleazada en el Istmo de Ibarguren, entre las Bahías de Scotia y la Uruguay, en la Isla Laurie, Orcadas del Sur. Desde el 22 de febrero de 1904 está en manos argentinas.
"Es una ilsa rodeada por el mar, dos bahías ventosas, con vientos de más de 40 nudos", comentó Cardozo quien mencionó que en un día "primaveral" la temperatura oscila los 4 grados. La temperatura media anual es de -4,9ºC, con 1,3ºC en verano y -8,9ºC en invierno
Los científicos realizan mediciones de temperatura del ambiente y el agua, los hielos y la presión atmosférica. También toman muestras de las aves y los mamíferosque habitan allí.
Entre la fauna presente en la isla se encuentra los pingüinos Barbijo y Adelia. Dentro de las aves voladoras se encuentran skúas, gaviota cocinera, petreles de las tormentas, petrel de las nieves y petrel damero. Entre los mamíferos hay elefantes marinos, lobo fino antártico, focas de Weddell y cangrejeras.
La comodorense Aluminé es la única civil de las cinco mujeres que viven en la base. Trabaja en la Dirección Nacional Antártica y se postuló para ir al continente blanco porque le interesa hacer estudios de conservación de la naturaleza.
Vanesa, también de Comodoro Rivadavia, quien es subjefa de la base, remarca que "hay que estar preparada mentalmente" para estar en la Antártida, además del entrenamiento físico necesario.
Los tres viven en la base Orcadas de la Antártida Argentina. Están lejos de casa pero tienen un destino común: el Chubut natal que los reunió.
Pablo Pérez, de Trelew, es observador del Servicio Meteorológico Nacional; Aluminé, de Comodoro Rivadavia, estudia ingeniería ambiental y trabaja en la Dirección Nacional Antártica; Vanesa es al subjefe de la base.
Los tres hablaron desde la Antártida con Primera Vuelta, por Cadena Tiempo y contaron cómo es un día en la vida en la primera base antártica argentina y con la presencia humana estable más antigua del continente.
Está empleazada en el Istmo de Ibarguren, entre las Bahías de Scotia y la Uruguay, en la Isla Laurie, Orcadas del Sur. Desde el 22 de febrero de 1904 está en manos argentinas.
"Es una ilsa rodeada por el mar, dos bahías ventosas, con vientos de más de 40 nudos", comentó Cardozo quien mencionó que en un día "primaveral" la temperatura oscila los 4 grados. La temperatura media anual es de -4,9ºC, con 1,3ºC en verano y -8,9ºC en invierno
Los científicos realizan mediciones de temperatura del ambiente y el agua, los hielos y la presión atmosférica. También toman muestras de las aves y los mamíferosque habitan allí.
Entre la fauna presente en la isla se encuentra los pingüinos Barbijo y Adelia. Dentro de las aves voladoras se encuentran skúas, gaviota cocinera, petreles de las tormentas, petrel de las nieves y petrel damero. Entre los mamíferos hay elefantes marinos, lobo fino antártico, focas de Weddell y cangrejeras.
La comodorense Aluminé es la única civil de las cinco mujeres que viven en la base. Trabaja en la Dirección Nacional Antártica y se postuló para ir al continente blanco porque le interesa hacer estudios de conservación de la naturaleza.
Vanesa, también de Comodoro Rivadavia, quien es subjefa de la base, remarca que "hay que estar preparada mentalmente" para estar en la Antártida, además del entrenamiento físico necesario.