Los bebés gestados por Ian, el varón trans, ya cumplieron 8 meses

Ian Rubey junto a su pareja Patricia hablaron con Jornada. Orgullosos, felices y buenos anfitriones contaron como fue la llegada al mundo de los “melli” y contaron cómo es su vida hoy. “Es el amor el que crea una familia independientemente de los lazos sanguíneos”.

Un amor genuino. Ian y Patricia no paran de sonreir ante la fortuna de tener los bebés en sus vidas.
01 ABR 2023 - 19:42 | Actualizado 03 ABR 2023 - 11:07

Por Lorena Leeming / Redacción Jornada

Hace un poco más de un año Ian Rubey de Puerto Madryn, era noticia en el país por ser el primer varón trans que estaba gestando mellizos. Los bebés nacieron y cumplieron la semana pasada 8 meses. Junto a su compañera Patricia conforman una familia en la que reina el amor, la solidaridad, el cuidado. Se ve. Se palpa. La sonrisa en sus rostros parece indeleble. Los bebés van y vienen logrando llamar la atención cada minuto. Ian lo dijo desde un primer momento: la concepción fue mediante fertilización asistida y en ese momento estaba solo, luego conoció a Patri. Dejó como mensaje que “se puede” que todas aquellas personas solas que deseen ser padres aún sin tener pareja pueden serlo. Que no hay una familia prototipo, que solo es amor. Él es licenciado en Ciencias Biológicas y tiene dos trabajos, en uno de ellos está de licencia aún por paternidad múltiple. “Estoy a 8 meses del momento más feliz de mi vida que fue tenerlos en mis brazos”,dijo.

Ian y Patricia abrieron las puertas de su casa para abrir también su corazón en una entrevista con Jornada. Los ojos de Ian brillan y comienza diciendo que “hoy recién estoy cayendo en lo que pasó. De ese sueño que viví. Lo más fuerte, donde se pone en juego la vida misma. La mía y la de los niños que fue el parto, en este caso por cesárea”, relató.

La fortuna tocó antes de lo que esperaba el umbral de su vida. El procedimiento médico de fertilización fue sencillo y exitoso desde un primer momento. Ese era su deseo, ser papá gestante y estar desde el primer día de la vida de sus hijos. Con ellos. “Sí, encontré la posibilidad de gestarlos y romper esa barrera de la gestación que se vincula a un género en particular y a un tipo de forma de vincularse entre hijos que sería la paternidad. Fue sencillo en el momento en sí. No tenía inconveniente de fertilidad. Necesitaba una asistencia en la reproducción, que sea asistida medicamente. Lo que fue sencillo es la inseminación y fue en el primer intento que quedé embarazado”.

La gestación en sí, no fue el principal inconveniente. Lo fue para variar, la burocracia de algunas instituciones y personas. “ Fue mucho tiempo el “pre” para llegar a ese momento. Fueron dos minutos que llevó la inseminación y me fui. Es de baja complejidad, no hubo ninguna situación compleja. Hice la inseminación en el 2021 y tuve un año antes que empezar el camino. No solo burocrático, sino también con un acompañamiento puntual. Estar seguro de decir: voy a gestar. Llevó un año de ir a los lugares que necesitaba los estudios”.

No obstante Ian aclaró que si bien hubo varios “palos en la rueda” en el camino, el tiempo para un procedimiento de estas características es el “normal” en cualquier persona, no fue que se extendió más por ser un chico trans. Y sobre eso habló. “El tiempo es bueno que exista para llegar a ese momento, que será un cambio para toda la vida ser padres. La reflexión, la conciencia de lo que uno va a hacer, para traer personas al mundo desde el amor y conciencia absoluta. Y yo, de romper ese tipo de estereotipos. Fue muy simple”, sonrió.

Ian y su pareja no ocultan su plenitud. Están enamorados, están contentos, son felices, amables, buenos anfitriones, demuestran un inmenso amor por esos pequeños seres que gatean por todos lados de la casa. En cada rincón hay un juguete, una mamadera, una gata que tambien parece cuidarlos. Es cálido estar con ellos, sus palabras son de optimismo, de comprensión y de empuje.

“Decidí llevar la gestación con una profesional que sabe mucho de lo que es el parto respetado. Fui a un lugar de mayor seguridad. Ella hizo un paraguas con el entorno de personas que iban a estar: pediatras, ginecólogos porque era la atención de cada uno. Ella se encargó de hablar con todas las áreas de la clínica y decirles que quien iba a estar dando a luz era un padre, un hombre. Que se me tratara en masculino y todo lo que significa” explicó Ian dando a entender que aún falta de educación en perspectiva de género dentro de la medicina (como en tantos otros ámbitos). Pero contó con la asistencia permanente de la médica que logró que hoy el increíble y lejano sueño de ser papá, sea una realidad.

“Cuerpos no esperados”

Falta. Aún falta mucho. La sociedad aún cuestiona las familias no tradicionales y refiere mucho la biología de las personas. Ian es consciente de todo. Es justamente, profesional en eso: en biología. Y puso nombre a esa actitud muchas veces vista. “Somos cuerpos que por más que existan leyes como la Ley de Identidad de Género que habla muy bien del trato digno en el artículo 12, no somos esperados. Esa es la realidad. En los consultorios o sala de espera ginecológica no son cuerpos esperados, en ecografías transvaginales, en un laboratorio para determinadas prácticas o en las obras sociales como en el PMI (Plan Materno Infantil) que implicaba el ingreso solo para mujeres. Son cuestiones que van demostrando que se construyó todo en binario: mujer-varón o querer ser únicos como mujeres con vulva, varones con pene, se va cayendo. No es una construcción que sirva en su plenitud. Somos muchas personas que nos fugamos de esa idea de “varón-mujer” y no por eso dejamos de tener los mismos derechos que el resto de las personas. Desde 2012 tenemos el mismo derecho a la ciudadanía y al trato de identidad de género y existimos desde siempre. Incluso personas que no se encuadran dentro del varón mujer biológicamente y entonces, seguir insistiendo que la biología”.

Y en este punto se explayó. Porque es su área y porque vaya si tiene conocimiento. “Soy licenciado en Ciencias Biologicas y estudié muchos años la biología en sí. Soy docente. La biología es diversa de por sí. No hay que seguir insistiendo en un solo modelo. Todo el mundo tiene derecho de crear su propia familia como desea, como quiere. En mi caso particular, con la obra social fue un antes y un después. Que le permita a una persona sola hace el tratamiento de inseminación. Hasta ese momento, tratando con otras compañeras, no las dejaba hacerlo solas. La Ley de Reproducción A

sistida no dice en ningún momento que tiene que ser en pareja, puede ser una familia monoparental o monomarental como quieran, pueden hacerlo. Las personas que hoy en día puedan acceder al derecho de formar una familia, pueden hacerlo. Es nuestro derecho también. No es un tipo de familia y ya. Yo lo hice y luego llegó mi compañera. Hacía mucho tiempo que tenía el deseo de ser padre”.
Reiteró Ian que en su caso, en una primera instancia estuvo solo y luego llegó Patri cuando ya estaba embarazado. Su gran compañera con la que tiene el privilegio de compartir este momento tan importante de su vida. Y la de ella, porque disfruta de los pequeños con el mismo amor y el mismo objetivo de darles simplemente lo mejor.

“Derechos”

Ian emitió un mensaje a todas las personas que están pasando por su misma situación. “En principio, diría que nunca crean del todo cuando te cierran una puerta porque muchas veces no están sustentados por nada, solamente negarte la necesidad de un derecho y la verdad que mientras más sabemos más podemos adquirirlos. Es gracias a esas personas que lucharon en las calles, madres de Plaza de Mayo y más de 40 años de democracia. Yo sabiendo que existía la Defensoría Pública de Puerto Madryn cuando me quisieron cerrar la puerta por el tratamiento, fui y las abogadas de ahí me ayudaron y en pocos meses pude hacer realidad mi sueño. Vayan, pregunten, siempre hay pares que te pueden hablar sobre sus experiencias u obviar intercambiando con otras personas que ya anduvieron en camino. Que no nos cierren las puertas” expresó, pero no con un tono de resentimiento o enojo: con una sonrisa y con convicción.

¿Cómo son tus días Ian?. “Hoy en día sigo en uno de mis trabajos con licencia por mi paternidad gestante, mi licencia por paternidad. En municipalidad son 210 días y en provincia 1 año por nacimiento múltipe. Estoy en pareja. No podría ni estar acá ni ponerle el cuerpo a la militancia si no estuviese acompañado por Patri porque estaría consumido por la paternidad en sí. Yo estoy en lugar de privilegio porque tengo trabajos que me permiten poder sostener una familia, tener una compañera que también trabaja y terminé mi carrera universitaria. Desde este lugar poder seguir ayudando a compañeros de LGBTQ+, adolescencias y niñeces. No olvidarme que otras personas pueden estar necesitando lo que yo necesité que es una escucha, una palabra. En ese sentido, estoy muy feliz”.

¿Creés que tus hijos pedirán alguna explicación sobre su concepción?. “Yo creo que no habrá un momento clave para explicarles. Lo están naturalizando ya, su papá es un varón trans que los gestó. Lo van a ir adoptando como cualquier persona en su realidad, a lo mejor preguntarán las constituciones familiares y les contaremos todas las que existen. Siempre van a tener nuestra verdad por delante. Sobre todo, es el amor que crea una familia independientemente de los lazos sanguíneos o no y de las formas de concepción. Me deja tranquilo”, concluyó y sostuvo a los bebés en sus brazos que ya habían pedido estar con él varias veces en la entrevista. #

Un amor genuino. Ian y Patricia no paran de sonreir ante la fortuna de tener los bebés en sus vidas.
01 ABR 2023 - 19:42

Por Lorena Leeming / Redacción Jornada

Hace un poco más de un año Ian Rubey de Puerto Madryn, era noticia en el país por ser el primer varón trans que estaba gestando mellizos. Los bebés nacieron y cumplieron la semana pasada 8 meses. Junto a su compañera Patricia conforman una familia en la que reina el amor, la solidaridad, el cuidado. Se ve. Se palpa. La sonrisa en sus rostros parece indeleble. Los bebés van y vienen logrando llamar la atención cada minuto. Ian lo dijo desde un primer momento: la concepción fue mediante fertilización asistida y en ese momento estaba solo, luego conoció a Patri. Dejó como mensaje que “se puede” que todas aquellas personas solas que deseen ser padres aún sin tener pareja pueden serlo. Que no hay una familia prototipo, que solo es amor. Él es licenciado en Ciencias Biológicas y tiene dos trabajos, en uno de ellos está de licencia aún por paternidad múltiple. “Estoy a 8 meses del momento más feliz de mi vida que fue tenerlos en mis brazos”,dijo.

Ian y Patricia abrieron las puertas de su casa para abrir también su corazón en una entrevista con Jornada. Los ojos de Ian brillan y comienza diciendo que “hoy recién estoy cayendo en lo que pasó. De ese sueño que viví. Lo más fuerte, donde se pone en juego la vida misma. La mía y la de los niños que fue el parto, en este caso por cesárea”, relató.

La fortuna tocó antes de lo que esperaba el umbral de su vida. El procedimiento médico de fertilización fue sencillo y exitoso desde un primer momento. Ese era su deseo, ser papá gestante y estar desde el primer día de la vida de sus hijos. Con ellos. “Sí, encontré la posibilidad de gestarlos y romper esa barrera de la gestación que se vincula a un género en particular y a un tipo de forma de vincularse entre hijos que sería la paternidad. Fue sencillo en el momento en sí. No tenía inconveniente de fertilidad. Necesitaba una asistencia en la reproducción, que sea asistida medicamente. Lo que fue sencillo es la inseminación y fue en el primer intento que quedé embarazado”.

La gestación en sí, no fue el principal inconveniente. Lo fue para variar, la burocracia de algunas instituciones y personas. “ Fue mucho tiempo el “pre” para llegar a ese momento. Fueron dos minutos que llevó la inseminación y me fui. Es de baja complejidad, no hubo ninguna situación compleja. Hice la inseminación en el 2021 y tuve un año antes que empezar el camino. No solo burocrático, sino también con un acompañamiento puntual. Estar seguro de decir: voy a gestar. Llevó un año de ir a los lugares que necesitaba los estudios”.

No obstante Ian aclaró que si bien hubo varios “palos en la rueda” en el camino, el tiempo para un procedimiento de estas características es el “normal” en cualquier persona, no fue que se extendió más por ser un chico trans. Y sobre eso habló. “El tiempo es bueno que exista para llegar a ese momento, que será un cambio para toda la vida ser padres. La reflexión, la conciencia de lo que uno va a hacer, para traer personas al mundo desde el amor y conciencia absoluta. Y yo, de romper ese tipo de estereotipos. Fue muy simple”, sonrió.

Ian y su pareja no ocultan su plenitud. Están enamorados, están contentos, son felices, amables, buenos anfitriones, demuestran un inmenso amor por esos pequeños seres que gatean por todos lados de la casa. En cada rincón hay un juguete, una mamadera, una gata que tambien parece cuidarlos. Es cálido estar con ellos, sus palabras son de optimismo, de comprensión y de empuje.

“Decidí llevar la gestación con una profesional que sabe mucho de lo que es el parto respetado. Fui a un lugar de mayor seguridad. Ella hizo un paraguas con el entorno de personas que iban a estar: pediatras, ginecólogos porque era la atención de cada uno. Ella se encargó de hablar con todas las áreas de la clínica y decirles que quien iba a estar dando a luz era un padre, un hombre. Que se me tratara en masculino y todo lo que significa” explicó Ian dando a entender que aún falta de educación en perspectiva de género dentro de la medicina (como en tantos otros ámbitos). Pero contó con la asistencia permanente de la médica que logró que hoy el increíble y lejano sueño de ser papá, sea una realidad.

“Cuerpos no esperados”

Falta. Aún falta mucho. La sociedad aún cuestiona las familias no tradicionales y refiere mucho la biología de las personas. Ian es consciente de todo. Es justamente, profesional en eso: en biología. Y puso nombre a esa actitud muchas veces vista. “Somos cuerpos que por más que existan leyes como la Ley de Identidad de Género que habla muy bien del trato digno en el artículo 12, no somos esperados. Esa es la realidad. En los consultorios o sala de espera ginecológica no son cuerpos esperados, en ecografías transvaginales, en un laboratorio para determinadas prácticas o en las obras sociales como en el PMI (Plan Materno Infantil) que implicaba el ingreso solo para mujeres. Son cuestiones que van demostrando que se construyó todo en binario: mujer-varón o querer ser únicos como mujeres con vulva, varones con pene, se va cayendo. No es una construcción que sirva en su plenitud. Somos muchas personas que nos fugamos de esa idea de “varón-mujer” y no por eso dejamos de tener los mismos derechos que el resto de las personas. Desde 2012 tenemos el mismo derecho a la ciudadanía y al trato de identidad de género y existimos desde siempre. Incluso personas que no se encuadran dentro del varón mujer biológicamente y entonces, seguir insistiendo que la biología”.

Y en este punto se explayó. Porque es su área y porque vaya si tiene conocimiento. “Soy licenciado en Ciencias Biologicas y estudié muchos años la biología en sí. Soy docente. La biología es diversa de por sí. No hay que seguir insistiendo en un solo modelo. Todo el mundo tiene derecho de crear su propia familia como desea, como quiere. En mi caso particular, con la obra social fue un antes y un después. Que le permita a una persona sola hace el tratamiento de inseminación. Hasta ese momento, tratando con otras compañeras, no las dejaba hacerlo solas. La Ley de Reproducción A

sistida no dice en ningún momento que tiene que ser en pareja, puede ser una familia monoparental o monomarental como quieran, pueden hacerlo. Las personas que hoy en día puedan acceder al derecho de formar una familia, pueden hacerlo. Es nuestro derecho también. No es un tipo de familia y ya. Yo lo hice y luego llegó mi compañera. Hacía mucho tiempo que tenía el deseo de ser padre”.
Reiteró Ian que en su caso, en una primera instancia estuvo solo y luego llegó Patri cuando ya estaba embarazado. Su gran compañera con la que tiene el privilegio de compartir este momento tan importante de su vida. Y la de ella, porque disfruta de los pequeños con el mismo amor y el mismo objetivo de darles simplemente lo mejor.

“Derechos”

Ian emitió un mensaje a todas las personas que están pasando por su misma situación. “En principio, diría que nunca crean del todo cuando te cierran una puerta porque muchas veces no están sustentados por nada, solamente negarte la necesidad de un derecho y la verdad que mientras más sabemos más podemos adquirirlos. Es gracias a esas personas que lucharon en las calles, madres de Plaza de Mayo y más de 40 años de democracia. Yo sabiendo que existía la Defensoría Pública de Puerto Madryn cuando me quisieron cerrar la puerta por el tratamiento, fui y las abogadas de ahí me ayudaron y en pocos meses pude hacer realidad mi sueño. Vayan, pregunten, siempre hay pares que te pueden hablar sobre sus experiencias u obviar intercambiando con otras personas que ya anduvieron en camino. Que no nos cierren las puertas” expresó, pero no con un tono de resentimiento o enojo: con una sonrisa y con convicción.

¿Cómo son tus días Ian?. “Hoy en día sigo en uno de mis trabajos con licencia por mi paternidad gestante, mi licencia por paternidad. En municipalidad son 210 días y en provincia 1 año por nacimiento múltipe. Estoy en pareja. No podría ni estar acá ni ponerle el cuerpo a la militancia si no estuviese acompañado por Patri porque estaría consumido por la paternidad en sí. Yo estoy en lugar de privilegio porque tengo trabajos que me permiten poder sostener una familia, tener una compañera que también trabaja y terminé mi carrera universitaria. Desde este lugar poder seguir ayudando a compañeros de LGBTQ+, adolescencias y niñeces. No olvidarme que otras personas pueden estar necesitando lo que yo necesité que es una escucha, una palabra. En ese sentido, estoy muy feliz”.

¿Creés que tus hijos pedirán alguna explicación sobre su concepción?. “Yo creo que no habrá un momento clave para explicarles. Lo están naturalizando ya, su papá es un varón trans que los gestó. Lo van a ir adoptando como cualquier persona en su realidad, a lo mejor preguntarán las constituciones familiares y les contaremos todas las que existen. Siempre van a tener nuestra verdad por delante. Sobre todo, es el amor que crea una familia independientemente de los lazos sanguíneos o no y de las formas de concepción. Me deja tranquilo”, concluyó y sostuvo a los bebés en sus brazos que ya habían pedido estar con él varias veces en la entrevista. #


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