El viento, el frío y la lluvia no lograron detener a Martín Echegaray Davies, de 65 años, quien llegó este jueves a Trevelin emponchado, con su carricoche con las banderas de Gales y la Argentina.
El hombre ofrendará el carro al Museo del Molino "Nanta Fach", todo un símbolo del sacrificio y el coraje de la gesta de los colonos galeses en estas tierras aún inexploradas.
Echegaray Davies, el gran caminante, partió de Trelew el sábado 20 de mayo, liviano de equipaje, con lo indispensable para vivir, pero lleno de ilusión que hoy sigue alimentando su espíritu.
En el camino recibiría de los pobladores todo lo que un hombre dejar atrás: el calor de una mesa servida, un lugar donde bañarse, un poco de ropa y una cama donde descansar.
El jueves, pasadas las 20 horas, los pobladores cordilleranos iluminaron la llegada del hombre bajo la lluvia, que había vencido el cansancio, la nieve y la nada misma.
EL AVENTURERO
Ya lo había hecho antes: hace unos años caminó desde Usuhaia hasta Canadá cuando la pandemia lo obligó a volver antes de llegar a Alaska, su sueño del que despertó antes de tiempo.
"Con lluvia y con nieve llegó de noche, lo veníamos alumbrando, no dejó de dar el paso final hasta que llegó", contó Mervyn Evans, propietario del Molino, que alumbró al hombre en su llegada.
Echegaray Davies había parado a dormir al lado del camino, entre Esquel y Trevelin, hasta que vio las luces de los autos que lo guiaron hasta el final.
"Que el turista que venga se sorprenda de que acá hay gente aventurera", contó Evans al programaPrimera Vueltapor Cadena Tiempo.
En el Museo estará el carricoche con un mapa del recorrido de Echegaray Davies por los lugares donde dejó su huella y con un mensaje muy especial.
"El carro representa la volutad de llegar a la meta como sea", resume Mervyn Evans la cruzada de este caballero que unió la Argentina y Gales, y que algún día será leyenda.
El viento, el frío y la lluvia no lograron detener a Martín Echegaray Davies, de 65 años, quien llegó este jueves a Trevelin emponchado, con su carricoche con las banderas de Gales y la Argentina.
El hombre ofrendará el carro al Museo del Molino "Nanta Fach", todo un símbolo del sacrificio y el coraje de la gesta de los colonos galeses en estas tierras aún inexploradas.
Echegaray Davies, el gran caminante, partió de Trelew el sábado 20 de mayo, liviano de equipaje, con lo indispensable para vivir, pero lleno de ilusión que hoy sigue alimentando su espíritu.
En el camino recibiría de los pobladores todo lo que un hombre dejar atrás: el calor de una mesa servida, un lugar donde bañarse, un poco de ropa y una cama donde descansar.
El jueves, pasadas las 20 horas, los pobladores cordilleranos iluminaron la llegada del hombre bajo la lluvia, que había vencido el cansancio, la nieve y la nada misma.
EL AVENTURERO
Ya lo había hecho antes: hace unos años caminó desde Usuhaia hasta Canadá cuando la pandemia lo obligó a volver antes de llegar a Alaska, su sueño del que despertó antes de tiempo.
"Con lluvia y con nieve llegó de noche, lo veníamos alumbrando, no dejó de dar el paso final hasta que llegó", contó Mervyn Evans, propietario del Molino, que alumbró al hombre en su llegada.
Echegaray Davies había parado a dormir al lado del camino, entre Esquel y Trevelin, hasta que vio las luces de los autos que lo guiaron hasta el final.
"Que el turista que venga se sorprenda de que acá hay gente aventurera", contó Evans al programaPrimera Vueltapor Cadena Tiempo.
En el Museo estará el carricoche con un mapa del recorrido de Echegaray Davies por los lugares donde dejó su huella y con un mensaje muy especial.
"El carro representa la volutad de llegar a la meta como sea", resume Mervyn Evans la cruzada de este caballero que unió la Argentina y Gales, y que algún día será leyenda.