Por Juan Brigrevich / Redacción Jornada
Hace 47 años, Huracán de Trelew se convertía en la primera institución en contar con un estadio de césped natural. Fue un 30 de mayo de 1976, en donde la fiesta no fue completa, ya que esa tarde, por la sexta fecha del Torneo “Preparación” de la Liga del Valle, “El Globito” perdía 3 a 1 con Independiente, que tenía la costumbre de amargar a quienes inauguraba canchas: meses antes lo había hecho con la de Germinal.
Tras su tercera mudanza y bajo la presidencia del doctor Tomás Maza (padre del actual titular del club, que lleva su mismo nombre), el conjunto merengue de Trelew preparó la fiesta. Hubo entonación del Himno por parte de la Banda de Música de la Policía provincial, suelta de palomas por parte de niños del club y un reconocimiento a José Murat, medular para que el sueño se concrete con el verde césped como diría el legendario Ángel Labruna: “El Turco” fue el que dio el puntapié inicial. Y hoy el estadio lleva, merecidamente, su nombre.
No faltaron las autoridades del momento. Por el gobierno provincial llegó desde Rawson el capitán de fragata Carlos Hartung y por el municipio local, el capitán de corbeta Hipólito Colombo, como para no andar diciendo que la Armada tenía jurisdicción por estos lugares luego del golpe de Estado en el mes de marzo de ese año. No obstante ello, a Colombo lo reemplazaría días después el agrimensor Alfredo Musante. Tampoco las del club presidido por Maza y de la peña “El Globito” con Castro y los Williams.
Pero (siempre hay un pero), la celebración de la inauguración tuvo una mancha. Las crónicas de ese entonces hablaron de “frialdad”. Independiente ingresó tarde y no participó del izamiento del pabellón y autoridades del “Rojinegro” no se hicieron presentes en un hecho inédito para nuestro fútbol: la existencia de una cancha sin piso de tierra que, luego, la seguirían Racing, Gaiman, Ameghino, Independiente mismo, Germinal, Dolavon, Brown, Madryn y los sintéticos.
Casa definitiva
Huracán, de esa manera, dejaba de mudarse indefinidamente. Su primer campo de juego había estado en los terrenos propiedad de Atilio Viglione (hombre fuerte de esa institución) en donde hoy se encuentra el Shopping Trelew y que antes de ello, tanto el club Florentino Ameghino como el rugby doméstico tuvieron -también- sus campos de juego. Después, “El Globo” supo disfrutar días de gloria y cenizas en los lotes 5 y 12 del barrio Santa Mónica hasta recalar definitivamente en la actual cuando se compró el terreno lindante al rio y al emprendimiento “Socino” a “La Anónima” a través de una operación que participaron el mismo Vigllione, José Pérez Luces y Pedro Albini.
En 1969 y bajo la presidencia de Oscar Miguel se comenzó la obra con final feliz que albergaría tiempos de gloria del balompié regional y la presencia de Ferro, River, Racing, Platense y Unión de Santa Fe para citar algunas visitas.
El 3 a 1
En cuanto al partido que sería la frutilla del postre y que fue transmitido por Canal 7 de Rawson con los relatos del legendario Hugo Edgar Gómez; el Independiente de Juan Carlos “Cacho” Giménez aprovechó las ventajas de un Huracán lastimado por la pronta eliminación del Torneo Regional ante su homónimo de Comodoro Rivadavia -un clásico- (y que llegaría al certamen Nacional de ese año) y lo derrotó por 3 a 1 con dos goles de Fernando “Choa” Cárdenas y uno de Carlos Edmundo “Chueco” Llenderosa -con un tiro libre magistral- descontando para el local, Esteban “Mono” Gallardo, uno de los más extraordinarios jugadores que contó Huracán en toda su historia y que bien merecería un reconocimiento por la entidad que lo tuvo en su apogeo hormonal.
El contexto
Por ese entonces, el Banco Nacional de Desarrollo anunciaba “una vigorosa e imaginativa política de financiamiento industrial en los próximos doce meses para as empresas de Chubut”. Sin embargo, algo falló.
Se anunciaba la necesidad de un achique de un Estado sobredimensionado, como para andar recordando algo nada nuevo. También, la inauguración de la planta de concentración de uranio en Los Adobes que iba a alimentar Atucha y con la presencia de Carlos Castro Madero, el titular de la CNEA.
En el plano deportivo local, Patoruzú y Bigornia vencían a Madryn y Trelew RC y que Tehuelches -ante su inminente dueño con Rosario- no se entrenaba porque los jugadores seleccionados se les ocurrió no concurrir fueron a la cita. Y a nivel nacional, Boca goleaba a Banfield 5 a 0 y se aprestaba a obtener el primero de los dos campeonatos de ese año.
Fue una fría tarde de 1976, cuando Huracán demostró que se podía cristalizar los sueños. Cuando Trelew era la más progresista del sur argentino. Pasaron las décadas. El estadio quedó abandonado y se recuperó. Con nuevos vestuarios y nuevas canchas paralelas. Pasaron los años. No los sueños. Se recuerda con la fidelidad del ayer. La primera cancha de césped. Casi nada. Casi todo.
Como formaron
Huracán: Torres: V. Stagnitta, Barreiro, D, Stagnitta y Bonetto; Rivera, Guittón y Suárez; Dolman, Beltrán y Gallardo. DT. Víctor Spizzirri.
Independiente: Hompanera; Salomón, López, Molina y Burgos, Ornazábal, Behr y Llenderosa; Paz, Cárdenas y Rodríguez: DT. Juan Carlos Gímenez.
Goles: 1° T: 32m. Cárdenas (19 y 44m. Llenderosa (I). 2° T: 20m. Gallardo (H) y 42m. Cárdenas (I).
Cambios: Monti por Torres y Lencinas por Beltrán (H).
Arbitro, Jorge Abdala. Líneas: Gilberto osuna y Guillermo Paura.
Cancha. Huracán.
Recaudación: 111.500 pesos.
Por Juan Brigrevich / Redacción Jornada
Hace 47 años, Huracán de Trelew se convertía en la primera institución en contar con un estadio de césped natural. Fue un 30 de mayo de 1976, en donde la fiesta no fue completa, ya que esa tarde, por la sexta fecha del Torneo “Preparación” de la Liga del Valle, “El Globito” perdía 3 a 1 con Independiente, que tenía la costumbre de amargar a quienes inauguraba canchas: meses antes lo había hecho con la de Germinal.
Tras su tercera mudanza y bajo la presidencia del doctor Tomás Maza (padre del actual titular del club, que lleva su mismo nombre), el conjunto merengue de Trelew preparó la fiesta. Hubo entonación del Himno por parte de la Banda de Música de la Policía provincial, suelta de palomas por parte de niños del club y un reconocimiento a José Murat, medular para que el sueño se concrete con el verde césped como diría el legendario Ángel Labruna: “El Turco” fue el que dio el puntapié inicial. Y hoy el estadio lleva, merecidamente, su nombre.
No faltaron las autoridades del momento. Por el gobierno provincial llegó desde Rawson el capitán de fragata Carlos Hartung y por el municipio local, el capitán de corbeta Hipólito Colombo, como para no andar diciendo que la Armada tenía jurisdicción por estos lugares luego del golpe de Estado en el mes de marzo de ese año. No obstante ello, a Colombo lo reemplazaría días después el agrimensor Alfredo Musante. Tampoco las del club presidido por Maza y de la peña “El Globito” con Castro y los Williams.
Pero (siempre hay un pero), la celebración de la inauguración tuvo una mancha. Las crónicas de ese entonces hablaron de “frialdad”. Independiente ingresó tarde y no participó del izamiento del pabellón y autoridades del “Rojinegro” no se hicieron presentes en un hecho inédito para nuestro fútbol: la existencia de una cancha sin piso de tierra que, luego, la seguirían Racing, Gaiman, Ameghino, Independiente mismo, Germinal, Dolavon, Brown, Madryn y los sintéticos.
Casa definitiva
Huracán, de esa manera, dejaba de mudarse indefinidamente. Su primer campo de juego había estado en los terrenos propiedad de Atilio Viglione (hombre fuerte de esa institución) en donde hoy se encuentra el Shopping Trelew y que antes de ello, tanto el club Florentino Ameghino como el rugby doméstico tuvieron -también- sus campos de juego. Después, “El Globo” supo disfrutar días de gloria y cenizas en los lotes 5 y 12 del barrio Santa Mónica hasta recalar definitivamente en la actual cuando se compró el terreno lindante al rio y al emprendimiento “Socino” a “La Anónima” a través de una operación que participaron el mismo Vigllione, José Pérez Luces y Pedro Albini.
En 1969 y bajo la presidencia de Oscar Miguel se comenzó la obra con final feliz que albergaría tiempos de gloria del balompié regional y la presencia de Ferro, River, Racing, Platense y Unión de Santa Fe para citar algunas visitas.
El 3 a 1
En cuanto al partido que sería la frutilla del postre y que fue transmitido por Canal 7 de Rawson con los relatos del legendario Hugo Edgar Gómez; el Independiente de Juan Carlos “Cacho” Giménez aprovechó las ventajas de un Huracán lastimado por la pronta eliminación del Torneo Regional ante su homónimo de Comodoro Rivadavia -un clásico- (y que llegaría al certamen Nacional de ese año) y lo derrotó por 3 a 1 con dos goles de Fernando “Choa” Cárdenas y uno de Carlos Edmundo “Chueco” Llenderosa -con un tiro libre magistral- descontando para el local, Esteban “Mono” Gallardo, uno de los más extraordinarios jugadores que contó Huracán en toda su historia y que bien merecería un reconocimiento por la entidad que lo tuvo en su apogeo hormonal.
El contexto
Por ese entonces, el Banco Nacional de Desarrollo anunciaba “una vigorosa e imaginativa política de financiamiento industrial en los próximos doce meses para as empresas de Chubut”. Sin embargo, algo falló.
Se anunciaba la necesidad de un achique de un Estado sobredimensionado, como para andar recordando algo nada nuevo. También, la inauguración de la planta de concentración de uranio en Los Adobes que iba a alimentar Atucha y con la presencia de Carlos Castro Madero, el titular de la CNEA.
En el plano deportivo local, Patoruzú y Bigornia vencían a Madryn y Trelew RC y que Tehuelches -ante su inminente dueño con Rosario- no se entrenaba porque los jugadores seleccionados se les ocurrió no concurrir fueron a la cita. Y a nivel nacional, Boca goleaba a Banfield 5 a 0 y se aprestaba a obtener el primero de los dos campeonatos de ese año.
Fue una fría tarde de 1976, cuando Huracán demostró que se podía cristalizar los sueños. Cuando Trelew era la más progresista del sur argentino. Pasaron las décadas. El estadio quedó abandonado y se recuperó. Con nuevos vestuarios y nuevas canchas paralelas. Pasaron los años. No los sueños. Se recuerda con la fidelidad del ayer. La primera cancha de césped. Casi nada. Casi todo.
Como formaron
Huracán: Torres: V. Stagnitta, Barreiro, D, Stagnitta y Bonetto; Rivera, Guittón y Suárez; Dolman, Beltrán y Gallardo. DT. Víctor Spizzirri.
Independiente: Hompanera; Salomón, López, Molina y Burgos, Ornazábal, Behr y Llenderosa; Paz, Cárdenas y Rodríguez: DT. Juan Carlos Gímenez.
Goles: 1° T: 32m. Cárdenas (19 y 44m. Llenderosa (I). 2° T: 20m. Gallardo (H) y 42m. Cárdenas (I).
Cambios: Monti por Torres y Lencinas por Beltrán (H).
Arbitro, Jorge Abdala. Líneas: Gilberto osuna y Guillermo Paura.
Cancha. Huracán.
Recaudación: 111.500 pesos.