Celebran los 55 años del mítico Méhari
Lanzado en mayo de 1968 en Francia por Citroën, el popular modelo de la marca gala fue fabricado principalmente Bélgica, entre 1968 y 1987. En la Argentina se comercializó entre 1971 y 1980.
Hace 55 años Citroën develaba en el campo de golf de Deauville, Francia, uno de los modelos icónicos de la marca francesa: el Méhari. Este vehículo del cual se construyeron 144.953 unidades, fue fabricado entre 1968 y 1987, en su mayor parte, en la fábrica de Forest, en Bélgica.
A lo largo de sus casi 20 años de producción, este económico todoterreno solo tenía tres versiones diferentes, incluidas dos ediciones limitadas. En 1983, se lanzaron las ediciones especiales Plage, de color amarillo, que se comercializó en España y en Portugal, y el Azur, que se vendió en los mercados francés, italiano y portugués en solo 700 unidades. Previamente, en 1979, la automotriz francesa había introducido una nueva variante con la versión 4×4.
En la Argentina, el popular automóvil llegó tres años después de su debut en Francia y dejó de comercializarse en 1980. Contaba con la mecánica del Citroën 3 CV contemporáneo, con el motor dos cilindros bóxer de 602 cm3 de 32 caballos, y una carrocería de PRFV (Plástico Reforzado con Fibra de Vidrio), que se fabricaba en la planta de Nordex, en Uruguay.
El Méhari era altamente modular, pudiendo transformar parte de su piso en un respaldo, lo que le permitía agregar dos asientos en la parte trasera y así acomodar hasta 4 pasajeros. Se podía utilizar en una amplia gama de situaciones, transportando cargas diferentes y un número razonable de pasajeros.
La carrocería del automóvil se componía de solo 11 piezas fácilmente reparables y se podía limpiar con una sola ráfaga de agua tanto por dentro como por fuera. Esto hacía que el Méhari fuera fácil de mantener y económico para sus clientes.
Un verdadero recuerdo de la infancia para toda una generación, con este concepto atípico, modular y económico diseñado con materiales modernos para la época y una carrocería innovadora se ha convertido en un verdadero icono automotriz a lo largo de los años.
En la Argentina, aunque cada vez menos, se siguen viendo circular por las calles y rutas a los viejos Méhari, casi todos en manos de fanáticos del modelo y la marca que marcó una época.
Hace 55 años Citroën develaba en el campo de golf de Deauville, Francia, uno de los modelos icónicos de la marca francesa: el Méhari. Este vehículo del cual se construyeron 144.953 unidades, fue fabricado entre 1968 y 1987, en su mayor parte, en la fábrica de Forest, en Bélgica.
A lo largo de sus casi 20 años de producción, este económico todoterreno solo tenía tres versiones diferentes, incluidas dos ediciones limitadas. En 1983, se lanzaron las ediciones especiales Plage, de color amarillo, que se comercializó en España y en Portugal, y el Azur, que se vendió en los mercados francés, italiano y portugués en solo 700 unidades. Previamente, en 1979, la automotriz francesa había introducido una nueva variante con la versión 4×4.
En la Argentina, el popular automóvil llegó tres años después de su debut en Francia y dejó de comercializarse en 1980. Contaba con la mecánica del Citroën 3 CV contemporáneo, con el motor dos cilindros bóxer de 602 cm3 de 32 caballos, y una carrocería de PRFV (Plástico Reforzado con Fibra de Vidrio), que se fabricaba en la planta de Nordex, en Uruguay.
El Méhari era altamente modular, pudiendo transformar parte de su piso en un respaldo, lo que le permitía agregar dos asientos en la parte trasera y así acomodar hasta 4 pasajeros. Se podía utilizar en una amplia gama de situaciones, transportando cargas diferentes y un número razonable de pasajeros.
La carrocería del automóvil se componía de solo 11 piezas fácilmente reparables y se podía limpiar con una sola ráfaga de agua tanto por dentro como por fuera. Esto hacía que el Méhari fuera fácil de mantener y económico para sus clientes.
Un verdadero recuerdo de la infancia para toda una generación, con este concepto atípico, modular y económico diseñado con materiales modernos para la época y una carrocería innovadora se ha convertido en un verdadero icono automotriz a lo largo de los años.
En la Argentina, aunque cada vez menos, se siguen viendo circular por las calles y rutas a los viejos Méhari, casi todos en manos de fanáticos del modelo y la marca que marcó una época.