Sucedió este sábado a la madrugada en la zona de Boulevard 25 de Mayo y calle Buenos Aires. Todo comenzó cuando un grupo de jóvenes quiso pasar a Nazareno con el auto en la calle y, como venía otro vehículo de frente, le tiraron el coche encima.
Según relató la víctima, en ese momento decidió frenar, pero luego los alcanzó en un semáforo donde les hizo luces. “Ahí, me bajé enojado y los encaré: ‘¿Por qué no manejás bien?’. Cuando me di cuenta se bajaron cuatro. ‘No pasa nada, amigo. Ya fue’, les dije. Pero se me vinieron encima y me entraron a pegar”, precisó.
Por los golpes que recibió, quedó con su rostro desfigurado. “Los médicos me dijeron que tenía golpes en la cabeza. Me hicieron placas y tengo el tabique roto. La estoy contando porque Dios no quiso que me lleven”, expresó el joven, que es empleado de un frigorífico.
Este lunes, antes de recibir el alta médica, Nazareno recibió la visita del Intendente de Casilda, Andrés Golosetti, en el hospital.
Sucedió este sábado a la madrugada en la zona de Boulevard 25 de Mayo y calle Buenos Aires. Todo comenzó cuando un grupo de jóvenes quiso pasar a Nazareno con el auto en la calle y, como venía otro vehículo de frente, le tiraron el coche encima.
Según relató la víctima, en ese momento decidió frenar, pero luego los alcanzó en un semáforo donde les hizo luces. “Ahí, me bajé enojado y los encaré: ‘¿Por qué no manejás bien?’. Cuando me di cuenta se bajaron cuatro. ‘No pasa nada, amigo. Ya fue’, les dije. Pero se me vinieron encima y me entraron a pegar”, precisó.
Por los golpes que recibió, quedó con su rostro desfigurado. “Los médicos me dijeron que tenía golpes en la cabeza. Me hicieron placas y tengo el tabique roto. La estoy contando porque Dios no quiso que me lleven”, expresó el joven, que es empleado de un frigorífico.
Este lunes, antes de recibir el alta médica, Nazareno recibió la visita del Intendente de Casilda, Andrés Golosetti, en el hospital.